La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) rebaja su previsión del PIB al 4,3%, dos puntos por debajo de lo que estimó en octubre, y se sitúa entre los organismos con un cálculo más pesimista entre los que están actualizando sus cifras a la baja en los últimos días por efecto del alza de los precios de la energía y de la Guerra en Ucrania, que destaca que han supuesto "una sucesión de shocks de oferta". El Informe sobre los proyectos y líneas fundamentales de Presupuestos de las Administraciones Públicas 2022 eleva casi cinco puntos la inflación esperada, hasta el 6,2%, y reduce a su vez el impacto del Plan de Recuperación en el crecimiento asociado al 1,8% del PIB desde el 2,5%.
La AIReF se coloca así como el segundo organismo con una previsión menos halagüeña, detrás de BBVA Research, que acaba de rebajar sus previsiones al 4,1%, y cuando el Banco de España las ha dejado en el 4,5% y el Panel de Funcas, al 4,8%. En este escenario, la Autoridad Independiente retrasa la recuperación de la actividad a niveles previos a la pandemia hasta el segundo trimestre de 2023. El plan de choque que ha aprobado el Gobierno elevará el déficit seis décimas, según sus cálculos.
Todo esto se plantea en un entorno marcado por riesgos como la persistencia de la pandemia, que puede agravar los problemas de suministro, y a que los efectos del Plan de Recuperación sean menores a lo estimado en un entorno adverso. Además de la reducción del impacto del Plan en el PIB al 1,8%, el informe prevé un menor efecto multiplicador, que se revisa desde el 1,2 hasta el 0,9.
Sobre el impacto del Plan en 2021, la AIReF ha señalado que ha sido "prácticamente nulo" y advierte al Gobierno de "la necesidad de disponer de información completa sobre la ejecución del Plan, en términos de contabilidad nacional", esto es, la ejecución real.
Hacienda no publica estos datos desde agosto, cuando sólo suponían 104 millones de euros. Esta información luego ha desaparecido de los informes de la Intervención General del Estado (IGAE), y el Gobierno remitía al informe de diciembre, de cierre de año, que se publica como todos los años en marzo. Pues bien, el pasado día 31, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, preguntada por este dato, no lo dio, y el informe de la IGAE, publicado poco después, no lo contiene.
A juicio de la Autoridad Fiscal, esta información debe publicarse por rúbricas de recursos y empleos en los informes mensuales, con el importe transferido y el subsector destinatario de las transferencias corrientes y de capital entre las Administraciones Públicas. Todo esto permitiría medir el impacto sobre la actividad económica. A lo que añade que posibilitaría el análisis de la evolución de los gastos no asociados al Plan. Se trata de gasto finalista, que ya ha salido de la esfera del sector público y de las transferencias entre Administraciones.
El mayor riesgo que ve la AIReF es el repunte de la inflación más intenso y persistente de lo esperado. En este sentido, la Autoridad Independiente alerta del cambio de tono de las políticas monetarias y del mayor tensionamiento de las condiciones de financiación. Y advierte de que la crisis energética tiene mayor impacto en España por la pérdida de competitividad y el riesgo de espirales entre salarios y precios.
Asimismo, sobre la inflación, el organismo avisa de que afecta de manera muy desigual los individuos según los niveles de renta, ya que afecta en mayor medida los individuos de menor nivel de renta, que ya habían sufrido en mayor medida los efectos de la pandemia.
En lo que respecta al déficit, la Autoridad lo estima en el 4,2% del PIB, seis décimas menos. Las previsiones de la AIReF proyectan una ratio de deuda del 113,9% del PIB en 2022.
La AIReF rebajó en enero cuatro décimas su previsión de crecimiento del PIB y estimó un incremento del PIB real del 5,1% en 2021 y del 5,9% en 2022, frente a las tasas del 5,5% y del 6,3% planteadas el pasado 25 de octubre. Ahora prevé un crecimiento del PIB nominal del 8%
Por su parte, el Banco de España ha hundido al 4,5% el avance del PIB en 2022 y disparado al 7,5% la inflación media, frente al 3,8% de diciembre. El crecimiento del PIB se rebaja 9 décimas respecto a la previsión de diciembre, cuando ya lo recortó en medio punto. De cumplirse, la economía no recuperará los niveles precovid hasta verano de 2023.
El panel que elabora Funcas revisó el 17 de marzo sus previsiones económicas para incluir el impacto de la guerra en Ucrania y estimó que el PIB crecerá un 4,8% este año, es decir, tres décimas menos que el año pasado. Los economistas recortaron ocho décimas su última previsión de crecimiento, realizada hace sólo dos meses, retrasando aún más, a 2023, la recuperación que debía producirse este año para volver a los niveles de 2019.
La estimación de inflación media de la propia Funcas para el conjunto del año se sitúa en el 6,8%. El plan de choque del Gobierno contra la guerra reducirá la inflación, próxima ya al 10%, en un punto porcentual, ha calculado.
El Gobierno revisará el 30 de abril
El Gobierno debe revisar sus previsiones y remitírselas a la Comisión Europea el 30 de abril, y no tendrá ya más remedio que rebajar el crecimiento previsto para este año, actualmente fijado en el 7%. Las arcas públicas españolas afrontan la crisis económica derivada de la invasión de Ucrania con un déficit del 6,87%. Sin ayuda financiera, la cifra sería el 6,76%. Supone una reducción de 3,3 puntos frente al 10,08% de 2020 en la que ha colaborado la elevada inflación. El Gobierno comunicó a Bruselas que el déficit sería del 8,4%.
La recaudación ha crecido un 15,1 en 2021, también algo mejor que la previsión. Para 2022, el Gobierno ha estimado que la recaudación crecerá un 4,6% y el déficit será del 5%. Asimismo, el Ejecutivo prevé que la deuda baje este año al 115,1%. La deuda del conjunto de las Administraciones Públicas cerró el ejercicio 2021 en el 118,7% del PIB, lo que supone 1,3 puntos porcentuales menos respecto a 2020 y por debajo del objetivo del Gobierno, del 119,5%.