En España, con un parque automovilístico del orden de los 25 millones de turismos y todo terrenos, hay más de dos millones de unidades de gasolina con más de 20 años y más de cinco millones de modelos diésel que superan los 15 años de antigüedad. Suponen, por tanto, casi 7,5 millones de coches, cerca de un 30% del parque automovilístico total según datos de la consultora MSI, sin etiqueta ambiental de la DGT, lo que les imposibilitará poder circular por los casi 150 municipios y localidades españolas de más de 50.000 habitantes que, en menos de un año, deberán poner en marcha las zonas de bajas emisiones (ZBE) que limitarán la circulación a los turismos más contaminantes.
Unos problemas que ya afectan de momento a ciudades como Madrid y Barcelona y que ya preparan medidas de mayor endurecimiento de restricciones en los próximos años, aunque poco a poco otras como Sevilla o Valencia empiezan ya a poner en práctica algunas restricciones. Pero será a partir de 2023 cuando aumentarán de manera notable, al entrar en vigor la normativa que regula que todos los municipios con más de 50.000 habitantes deban poner en marcha una Zona de Bajas Emisiones en los centros urbanos a los que no podrán acceder turismos sin etiqueta medioambiental de la DGT.
Hecha la ley hecha la trampa y, como ahora en Madrid o Barcelona, sí podrán acceder grandes SUV de 300 o 400 CV con pequeños motores eléctricos que les aseguran la etiqueta ECO y que, sin embargo, consumen y emiten en condiciones reales más que muchos de los pequeños turismos a los que se le prohibirá la circulación.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, (INE), son un total de 149 localidades españolas –que suman unos 24 millones de personas, un 52% de los habitantes de España–, las que deberán poner en marcha en menos de un año estas zonas de circulación restringida. Unas restricciones que afectarán a millones de españoles y que ha provocado la creación de plataformas de dueños de coches sin etiqueta medioambiental para denunciar la situación y defender sus intereses.
Una, la Asociación de Vehículos Afectados por Restricciones Ambientales (Avarm) creada en Madrid a través de Facebook y que ha presentado un recurso contra la ZBE ante el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad. Otra, la Asociación Plataforma de Afectados por las Restricciones Circulatorias (Asocparc) que ha hecho lo propio en Barcelona, donde ha presentado un demanda ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Y a buen seguro no serán las únicas cuando comience a extenderse esta normativa por cientos de ciudades y localidades españolas.
La preocupación, según fuentes del sector, está además en un repunte de la venta de turismos de segunda mano, modelos que se trasladarán de las grandes urbes hacia las miles de localidades y regiones que no tendrán limitaciones de circulación. Los números ya apuntan a ese creciente mercado de ocasión. De hecho, más del 60% de los coches que se vendieron en 2021 en España tenían más de 10 años y eran diésel o de gasolina, según datos de coches.net.
Un impulso a la venta de eléctricos
Los que sí ven con buenos ojos estas restricciones en núcleos urbanos en general son los fabricantes, que ven esta medida esencial para impulsar de verdad la venta de coches eléctricos. Así, el director general de Kia en España, Eduardo Dívar, cree que se debiera poner ya en marcha esas zonas de bajas emisiones (ZBE) que contempla la Ley de Cambio Climático y Transición Energética en las grandes ciudades para que pueda despegar el coche eléctrico en España.
En un encuentro con la prensa para dar a conocer los resultados económicos de 2021 de la marca surcoreana en España, Dívar ha lamentado que la ley no se haya aplicado todavía, una ley que recuerda entró en vigor en mayo de 2021. "No estamos en esta situación de fabricar coches eléctricos porque queremos. Estamos porque nos han obligado y el consumidor tiene que comprarlo", ha destacado Dívar, quien ha apuntado como una de las soluciones para que se generalicen las ventas el que se instauren las citadas ZBE.
Si no entran en vigor esas zonas de bajas emisiones, señala, no se va a empujar al consumidor a comprar un coche eléctrico o híbrido enchufable, la otra opción etiqueta CERO para poder circular sin restricciones algunas. En su opinión, el efecto que tendrían la entrada en vigor de las zonas de bajas emisiones en las ventas de eléctricos puros podría suponer multiplicar por cuatro las cifras actuales.
De acuerdo con sus cálculos, en España este año (en el que se estima que el mercado del automóvil matriculará unas 945.000 unidades) se van a duplicar las ventas de eléctricos hasta las 40.000 unidades con un peso total del 4,4%, mientras que las de los híbridos enchufables podrían llegar a alcanzar las 80.000 unidades que supondrían una cuota del 8,8%.
Otras medidas que empujaría las matriculaciones de vehículos de bajas emisiones serían acelerar el despliegue de la infraestructura de recarga y un nueva fiscalidad para el automóvil que permita el IVA cero para el eléctrico puro y el reducido para el híbrido enchufable, según ha apuntado.
