El triunfo sin atenuantes de Javier Milei (53) en las elecciones presidenciales de Argentina ha sido calificado por buena parte de la prensa española como la victoria de la "ultraderecha", vinculándolo sin matices con Vox. Lo que ha ameritado una nueva espiral del miedo por el "salto a lo desconocido" en el Río de la Plata, no ya solo según agentes a izquierda sino también a derecha del ecosistema mediático en España, donde el 69% de los argentinos que votaron apoyaron también a Milei.

Por lo pronto, en materia económica, la reacción del Merval -el Ibex argentino- ha alcanzado un alza del 20% este martes, con la petrolera estatal YPF, que Milei ha prometido "recomponer antes de privatizar", disparándose en Wall Street ya desde el lunes en torno a un 40%, hasta su pico máximo en cuatro años.

Al margen de la precisión o no de las etiquetas en uno u otro sentido, lo cierto es que el proyecto del economista exasesor del HSBC en Argentina con 'expertise' en el Foro Económico Mundial guarda algunas diferencias fundamentales con las ideas del partido que preside Santiago Abascal, atendiendo a lo que reproducen allegados al nuevo presidente argentino. Y no hace falta irse a la Argentina del 142,7% de inflación interanual al cierre de octubre para entenderlo, reivindican quienes están en el medio del 'fuego cruzado' discursivo: los economistas liberales españoles.

"Si vos dolarizás en enero o febrero del 2024, para abril o mayo del 2025, la inflación estará en niveles convergentes con Estados Unidos", ha avisado Emilio Ocampo, incidiendo en que para ello sería importante primero "estabilizar rápidamente las variables económicas, en un plazo que no supere abril o mayo de 2025".  

"Lo que propone Milei es una fuerte apertura de la economía, con aumento de las exportaciones y de las importaciones, esto es, la eliminación de esas rémoras de sectores públicos ineficientes, pero no para cambiarlo, desde luego, por la nacionalización o la autarquía, como Vox", afirma el economista jefe de Tressis, cogestor del fondo Adriza y asesor de la Fundación Rafael del Pino, Daniel Lacalle, que añade que el partido de Abascal "ha estado retirando de la primera línea a los perfiles más liberales en favor de los más estatistas".

"En lo único en lo que se parecen es en la bajada de impuestos, algo que es importante en el programa de Milei pero no lo único ni lo más relevante ya que lo que busca sobre todo es desatascar la economía, suprimir el tipo cambiario, pasar del déficit comercial a superávit, eliminar el déficit fiscal y dolarizar, etc., su programa es libertario, mientras que el de Vox se parece a la derecha estatista europea", incide Lacalle.

"Tienen puntos en común (con Vox), como su oposición a la izquierda y especialmente a la izquierda iberoamericana del Foro de San Pablo, pero Milei es un liberal libertario, mientras que Vox nunca se ha definido así y entronca más bien con el nacionalismo", esgrime por su parte el doctor en economía Juan Rallo, defensor también de la Escuela Austríaca del liberalismo económico que el presidente electo de Argentina ha traído de vuelta a escena. "Uno (Milei) ve la libertad como un fin y los otros (Vox) como un medio desechable en defensa de su idea de nación".

Milei en 2021: "Viva España, Viva Vox y Viva la Libertad"

El libertario no dudó en mostrarse junto a Abascal en 2022, al inicio de su campaña política en Argentina, al grito de "Viva España, Viva Vox y Viva la Libertad". Entonces, el programa de Vox era algo más liberal en lo económico, al hilo de la presencia en el partido de figuras como el economista Rubén Manso, Víctor Sánchez del Real, Macarena Olona o Iván Espinosa de los Monteros.

El liberalismo económico que plantea Milei es el meollo central de la batalla cultural que viene dando hace más de una década en las tertulias televisivas y que guarda relación con el 'darwinismo social' contemporáneo al padre de la constitución argentina, Juan Bautista Alberdi, al que citó en su primer discurso como presidente electo. Un Gobierno no ya para todos sino que pondere a los mejores, con todo el riesgo que ello implica, han advertido juristas argentinos al propio Milei. 

"Dentro de la ley, todo, fuera de la ley, nada", fue uno de los primeros mensajes del nuevo presidente, emulando una frase de Juan Domingo Perón que parece augurar una moderación de sus propuestas, para lugar asegurar que no vulnerará "derechos adquiridos". Aún así, en sus últimas intervenciones ha vuelto a repetir su concepción del liberalismo: "El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en defensa del derecho a la vida, la libertad y la propiedad privada".

Una definición en virtud de la cual se opone al aborto por entender que "lo que la mujer tiene dentro del vientre no es su cuerpo, es otro individuo", lo que, según él, atenta contra el citado "el principio de no agresión" salvo en el caso de que la vida de la mujer corra peligro.​ El último planteo en esta línea de Milei ha sido el de someter la cuestión a plebiscito ya que, pese a la votación que se produjo en el Congreso en 2020, considera que el aborto "no es un derecho ganado" por el contexto en que fue aprobado, de pandemia. Una línea roja que parece chocar con su total apertura al matrimonio homosexual, que considera "un contrato entre privados".

Visión social con principio económico

El darwinismo social que ha vuelto a iluminar Milei ilustró el accionar de los Gobiernos argentinos durante finales del siglo XIX y principios del XX, cuando Argentina llegó a colocarse, de forma estable, entre los primeros diez países del mundo en PIB per cápita, según los investigadores del Growth and Development Centre de la Universidad de Groningen, que toma como fuente el Banco Mundial.

Tras 80 años del ascenso de la Justicia social del peronismo, Argentina se encuentra fuera de los primeros 40 países en el ranking mundial, muy alejada de su 'madre patria', España, según los datos comparables del Banco Mundial. El PIB per cápita de los españoles alcanzó los 29.350 euros en 2022, casi el triple que el de los argentinos. Tan sintomático como incuestionable es el cambio de tendencia que ha habido en los flujos migratorios entre ambos países -hoy con similar población- desde mediados del siglo pasado. Y ello, mientras Argentina sigue siendo el octavo país más grande del mundo por superficie -España se ubica en el puesto 51 por tamaño-.

Una situación que ha tocado techo para los argentinos con una inflación del 142,7% interanual al cabo de octubre y una pobreza que se acerca al 50% en un país donde el 51% recibe al menos alguna ayuda del Estado, según el Observatorio Social 2022 de la Universidad Católica de Argentina. El triunfo de Milei es el más abultado de la historia en favor de un candidato desde Perón: 55 puntos y más de once de diferencia respecto al rival peronista, por los menos de tres con que ganó Mauricio Macri en 2015.

Milei promete poner a Argentina al nivel de Francia en quince años

Frente a un gasto público equivalente al 41% del PIB -por el 47% en España-, la apuesta de máximos de Milei es reducir 15 puntos, esto es, acometer una reducción del gasto del Estado del 37,5%, procurando mantener las ayudas a los colectivos más vulnerables que no puedan, a corto, mantenerse por sí solos. 

Ello, no obstante, en el marco de una progresiva erradicación del déficit fiscal ante lo corroborado por el economista Orlando Ferreres y el propio Ministerio de Economía de Argentina: en los últimos 122 años, el país tuvo 112 de déficit fiscal. Esta cuestión es uno de los ejes de la política de Milei a la hora de frenar la inflación - "un fenómeno monetario", remarca el libertario-, que vendría a ser respondida con la eliminación del Banco Central -que en Argentina responde al Gobierno-. Paralelamente está la iniciativa de la dolarización, que no sería inmediata sino progresiva, a lo largo de un período aproximado de dos años.

En el campamento mileista avisan que las medidas contra la inflación empezarían a dar sus frutos en un período de uno o dos años desde su aplicación, lo que sería el primer término de un proyecto a largo plazo. A la cabeza actuaría el nuevo presidente del Banco Central, Emilio Ocampo, que es quien ha diseñado el proyecto de dolarización que implementará Milei. "Si vos dolarizás en enero o febrero del 2024, para abril o mayo del 2025, la inflación estará en niveles convergentes con Estados Unidos", ha avisado, incidiendo en que para ello sería importante primero "estabilizar rápidamente las variables económicas, en un plazo que no supere abril o mayo de 2025".  

Y ello, a la par de la apertura al libre comercio internacional 'a la chilena', el fin a la obra pública en favor de un sistema de iniciativa privada, la generalización de privatizaciones de empresas públicas, la eliminación de impuestos que suponen alrededor del 2% del PIB y de subsidios a la oferta energética, como así también de todas las retenciones a los exportadores "para volver a ser el granero del mundo", la promoción de inversiones en sectores como la minería, hidrocarburos, energías renovables y forestal y una reforma laboral apoyada en seguros de desempleo. 

En palabras del economista autoproclamado experto en "crecimiento económico con y sin dinero", habrá reformas de "varias generaciones" en virtud de las cuales, su promesa es que Argentina alcance los PIB per cápita de Italia o incluso Francia en 15 años

En palabras de Milei, autoproclamado experto en "crecimiento económico con y sin dinero", habrá reformas de "varias generaciones", en distintas etapas temporales. En virtud de ellas, su promesa es que Argentina alcance los PIB per cápita de Italia o incluso Francia - superiores a los de España en entre un 15% y un 35% actualmente - en 15 años, y el de Alemania, en 20. Ello, a largo plazo, porque a corto, según ha remarcado el nuevo presidente, el objetivo pasa por estabilizar la economía y garantizar su capacidad de responder a los compromisos con el mercado internacional pero evitando las 'estridencias' antes de la asunción el 10 de diciembre.

En este sentido más 'urgente', el PRO de Mauricio Macri que acompañará a Milei y hará de dique de contención en el Congreso ha denunciado en la Justicia que las medidas electoralistas del peronista Sergio Massa en campaña abocan a un déficit fiscal de entre 3 y 5 puntos del PIB, frente al 1,9 acordado este año con el Fondo Monetario Internacional.

La visión de los fondos

"Javier Milei ganó la segunda vuelta presidencial por un margen abrumador, en línea con las nuestras expectativas", incide Thierry Larose, gestor de la suiza Vontobel, que pone relieve el "giro político importante para un país que ha sido gobernado por el peronismo durante 46 de los últimos 77 años, es decir, desde el primer mandato de Juan Domingo Perón en 1946, y de los 31 años restantes, 21 transcurrieron en régimen militar".

"Como el partido de Milei no tiene mayoría en el Congreso, esperamos que las candidaturas se inclinen hacia la coalición moderada de centro-derecha Juntos por el Cambio, ya que tienen un programa similar en varios temas económicos", añade Larose. "Esperamos que los primeros anuncios de las políticas de Milei complazcan a los mercados, con una agresiva consolidación fiscal y una eliminación de los controles de divisas y de capitales como principales prioridades. No esperamos que la dolarización y el cierre del Banco Central figuren en la agenda a corto plazo".

"Ya sea mediante reformas radicales o medidas más convencionales, el cambio es imperativo para evitar una posible implosión económica", remarca Luis López Vivas, economista del equipo de Macro Research en AXA IM. "Aunque la dolarización tiene ventajas potenciales, como el control de la inflación y la reducción del riesgo soberano, también presenta importantes inconvenientes, como la pérdida de autonomía monetaria -lo que hace que la economía real sea más vulnerable a las perturbaciones económicas- y la renuncia a los ingresos por señoreaje".

"Es probable que Milei se enfrente a obstáculos en el Congreso para sacar adelante su programa de reformas radicales", puntualiza Michael Langham, Analista de Mercados Emergentes del equipo Global Macro Research. "Para que tenga algún éxito significativo, Argentina necesitará una recesión dolorosa e 'importantes' reformas para mejorar su entorno empresarial y animar a los inversores extranjeros y a los ahorradores nacionales a volver a invertir en el país".

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