La hostelería se prepara ya para vender menos en otoño que antes de la pandemia, pese a haber registrado unos datos "positivos" este verano. Con niveles de facturación similares e incluso superiores a los obtenidos en los meses de julio y agosto de 2019, los bares y restaurantes españoles vaticinan que sus ventas caerán a partir de este mes, cuando ya están notando "contención del gasto".
En concreto, los hosteleros prevén que su facturación caerá más de un 10% en el último trimestre del año, en relación con lo obtenido en el mismo periodo de 2019. Así se desprende de la encuesta interna que ha realizado la patronal Hostelería de España a sus asociados, y que recoge que la "caída media de ventas" se producirá por la situación de "incertidumbre" que está generando la inflación generalizada.
"Esa tendencia al ahorro que va a notarse más entre los clientes va a hacer daño al sector", cuentan fuentes de la patronal, que inciden: "Estamos hablando de ventas, pero la rentabilidad va a ser todavía peor, porque los costes siguen creciendo. Va a ser un otoño complicado". En esta línea, insisten los empresarios, el aumento de ventas del verano "no nos está sirviendo para hacer crecer los márgenes, porque nuestros costes se han disparado".
La consultora The NPD Group, por su parte, recoge que el gasto en bares y restaurantes ha superado este verano los niveles precovid, pero considera que en el último trimestre del año "aumentará el diferencial entre valor y visitas"; es decir: que los clientes ajustarán las visitas a los locales de hostelería y su gasto será menor.
La hostelería detecta "medidas de ajuste"
"Ante la subida de precios, el consumidor aplica medidas de trade down (mantener las ocasiones de consumo buscando opciones más económicas), lo que le permite controlar que el gasto final no suba tanto", explica la directora de Foodservice de NPD, Edurne Uranga, en conversación con Vozpópuli. De hecho, la consultora apunta a que la subida de precios no se está trasladando de forma lineal al gasto de los consumidores. Mientras los precios de hostelería crecieron cerca de un 7%, según el INE, el gasto en estos locales se incrementó en un 3,5%, apunta NPD.
Para estos expertos, en los próximos meses los consumidores van a seguir aplicando estas "medidas de ajuste", como puede ser buscar establecimientos más baratos, tratar de localizar ofertas o, en lugar de pedir un entrante y un plato principal, eliminar uno de ellos. El objetivo, apunta Uranga, es que "su gasto no se dispare tanto como lo están haciendo los precios!. "Nuestra expectativa es que estas medidas de ajuste que ya ha empezado a aplicar en algunos momentos en verano, las recrudezca en otoño y final de año", apostilla.
Los restaurantes suben precios
Entre tanto, los restaurantes llevan meses aplicando subidas de precios en sus cartas y menús, derivadas del aumento del coste de la energía o de las materias primas. Hace unos días, el gigante de restauración AmRest, dueño de La Tagliatella y encargado de operar locales de KFC, Starbucks o Burger King en varios países del mundo, apuntaba que no descarta volver a subir los precios con el fin de mantener sus márgenes.
"AmRest continuará protegiendo sus márgenes y está posicionada adecuadamente para registrar expansión cuando las presiones en costes se moderen", explicaba en sus resultados remitidos a la CNMV. No es la única. La subida de precios en restauración está siendo generalizada desde el comienzo del año. Si en enero ya era casi un 3% más caro consumir en estos establecimientos, en agosto el incremento de los precios ha llegado hasta el 7%.