Editorial

El plan de retroceso democrático de Sánchez

Pedro Sánchez Quiénes gobiernan de verdad
EFE

Cuando a primeros de año Pedro Sánchez anunció su intención de poner en marcha iniciativas legislativas supuestamente destinadas a regenerar el sector de los medios de comunicación, conocer a los verdaderos propietarios de estos y evitar el uso inadecuado de la publicidad institucional, en este periódico ya anticipamos la opinión de que lo que en realidad se pretendía era ejercer un mayor control sobre la prensa, condicionar la inversión publicitaria de las administraciones a la lealtad de los medios con el poder y, en definitiva, limitar el ejercicio de la libertad de información. “Nadie hasta ahora -decíamos en un editorial publicado el pasado mes de enero- había actuado desde el poder con tanto desprecio hacia la libertad de Prensa como el que a diario demuestra el gobierno de Pedro Sánchez”.

El objetivo no es otro que el de convertir a la prensa en un poder subsidiario del poder político, en lugar de un contrapoder; mandar a profesionales y empresas periodísticas el mensaje inequívoco de que su subsistencia va a estar cada vez más vinculada a su docilidad

Lamentablemente, no nos equivocábamos. Tras la coartada de trasponer la ley europea de libertad de medios, lo que esconde el texto aprobado ahora por el Consejo de Ministros son los instrumentos ideados por el Gobierno para silenciar a los medios más críticos mediante la asfixia económica y el endurecimiento del Código Penal en lo que se refiere a los delitos relacionados con la libertad de expresión. “El que haya presuntos medios promovidos por agitadores profesionales -decíamos en enero-, y que al amparo del fárrago y el amarillismo imperante en las redes sociales han alcanzado cierta notoriedad, u otros que han convertido la coacción en uno de los fundamentos de su éxito, de ningún modo justifica la disparatada reclamación de los socialistas”. Nos reafirmamos.
Un disparate, este de ahora, al que, en un premeditado revoltijo, acompañan otras medidas (como las sanciones a los diputados y senadores que no cumplan con la obligación de hacer pública su declaración de bienes) que son el envoltorio con el que se pretende desviar la atención del objetivo esencial: convertir a la prensa en un poder subsidiario del poder político, en lugar de lo que debe ser, un contrapoder; mandar a profesionales y empresas periodísticas el mensaje inequívoco de que su subsistencia va a estar cada vez más vinculada a su docilidad. Y este es un aviso que concierne a todos, no solo a las cabeceras más modestas. La creación de un registro público de medios, la elaboración de una nueva ley del secreto profesional o las modificaciones de las leyes del derecho al honor, del derecho de rectificación o las normas que se prevén para “garantizar el pluralismo” (sic), no están destinadas a ser, en estas manos, sino herramientas de control y coacción.
No digamos ya si para conseguir el apoyo de los cuatro diputados de Podemos Sánchez se pliega a la exigencia de que se apruebe una ley que obligue a los presentadores y directores de programas a realizar una declaración de intereses, como si sus nóminas fueran abonadas por el erario público y no por la iniciativa privada. Más no lo descartemos, porque del desprecio del Ministerio de Propaganda Sanchista, no a la libertad de los periodistas, sino a la libertad a secas, acabamos de tener una lóbrega muestra en estos días, cuando el Confidencial destapaba la campaña de desprestigio contra jueces y periodistas en la que el PSOE viene trabajando desde hace meses y que pone de manifiesto la debilidad y el nerviosismo de un Gobierno que definitivamente ha renunciado a la mínima decencia. Una operación que en cualquier democracia avanzada ocasionaría el cese inmediato de sus promotores y que aquí se utilizará para atizar el odio a los medios independientes y a sus profesionales.

Entre otras cosas, se trata de impedir que las once comunidades y los grandes ayuntamientos en manos del Partido Popular repartan, como les parezca oportuno, la publicidad institucional que gestionan


El texto presentado hoy por Félix Bolaños dice que "se hace necesario fijar límites a la financiación que las administraciones públicas pueden dedicar a los medios de comunicación, para que no haya medios esencialmente impulsados por o dependientes de administraciones públicas". Una idea quizá defendible si Sánchez la hubiera planteado antes de las elecciones autonómicas y locales de mayo de 2023, en las que el PSOE perdió casi todo su poder territorial. Hoy, tal propuesta tiene otra traducción para nada relacionada con este nuevo ímpetu regenerador: hay que impedir que las once comunidades y los grandes ayuntamientos en manos del Partido Popular repartan como les parezca oportuno la publicidad institucional que gestionan.
Si no estuviéramos en presencia de un déspota, decidido a ser él quien defina qué es un medio de comunicación y qué no, y el Ejecutivo estuviera presidido por un verdadero demócrata, algunas de las propuestas que hoy hemos conocido quizá podrían ser discutidas y mejoradas. Los que no tenemos nada que ocultar, como es el caso de Vozpópuli, somos los más interesados en colaborar a que los ciudadanos tengan herramientas suficientes para distinguir el activismo y la propaganda del buen periodismo. Pero no es esto lo que busca el Gobierno. El plan de regeneración anunciado, tras seis años de pasividad, solo obedece a las urgencias de un personaje acosado por escándalos que afectan a su núcleo familiar, nunca desmentidos, y que en una dictadura, por ejemplo, la venezolana, nunca habrían sido conocidos por la opinión pública. Un plan que, mediante el incremento de la polarización social y el enlodamiento de la política, lo que persigue es sortear los efectos de una fragilidad parlamentaria que convierte en inviable la legislatura, salvo postergación del Parlamento (ya insinuada) y neutralización de la prensa crítica.

El plan de regeneración anunciado, tras seis años de pasividad, solo obedece a las urgencias de un personaje acosado por escándalos que afectan a su núcleo familiar, nunca desmentidos, y que en una dictadura nunca habrían sido conocidos por la opinión pública

Nuestro editorial del 24 de enero de 2024 terminaba así: “La existencia de medios que no merecen tal nombre es únicamente la coartada elegida para activar una burda maniobra destinada a utilizar y ampliar a conveniencia el desacreditador calificativo de ‘pseudomedios’ cada vez que el Gobierno necesite una mayor dosis de auxilio frente a las críticas. Es simplemente una cortina de humo. Un pretexto. El utilizado por un obsesivo Pedro Sánchez para, como es su costumbre, asaltar por la puerta de atrás la Constitución (en este caso el artículo 20), y seguir debilitando a aquellos que no aceptamos la normalización de la manipulación y el engaño como herramientas de gestión política y vamos a seguir denunciando todos sus desmanes”. Nos reafirmamos.

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  • P
    Pablito 1

    Si hablamos de atraso de la democracia, seguimos hablando de democracia, pero la trama golpista del sanchismo, no busca modificaciones democraticas, ellos, en su prepotencia dosificado buscan acabar con ls democracia, y a lo Maduro olvidarla faltaría más.
    Esta mala bestia de delincuente felón de Pedro Sánchez, ocupará los palacios renales y su compañera Begoñita,, cómo todas las mujeres de los dictadires irán de grandes damas, aunque sean unas ladronas golfas, entrar en las tiendas de moda y arrasarlas si pagar nada.
    Hablemos de enfermos mentales muy peligrosos rodeados y apoyados por otros delincuentes dónde los malos son los democratas.

  • A
    Antonio Karrikaburu

    Se ha endiosado y se cree capaz de engañar a todos todo el tiempo. Esta ajeno a la realidad. La soga cada vez le aprieta más, de ahí sus modos e ideas bolivarianas.

    • J
      Juanmanuelito

      Tan dios se cree, que un grupo de cuatro viejales jubilados que mantienen el blog "quenoyqueno" le dedican una oración y otras lindezas. Invitan a visitarlo y buscar la entrada:
      CREO EN PEDRO SÁNCHEZ, TODO PODEROSO, CREADOR...

      Gracias

  • E
    Erondattt

    Da miedo pensar en lo que puede pasarles a los ocho o diez periodistas independientes.

    (...bueno, a los tres o cuatro)

  • I
    Incandescente

    "LA GUERRA ES LA PAZ LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD LA IGNORANCIA ES LA FUERZA" - 1984

    El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el denominado "Plan de Acción por la Democracia", con lo cual, teniendo en cuenta al psicópata que nos gobierna significa "Plan de Acción CONTRA la Democracia",

    Ninguna sorpresa, lo esperado.al igual que es esperada la reacción del pueblo y de muchos periodistas.

  • L
    lepanto2012

    Lo que queda mas que claro es la insuficiencia de la Constitución del 78 y la estructura de poder que de ella emana para garantizar las libertades en España, aparte de que tampoco garantiza la soberanía de los españoles en España ni la integridad de la propia España
    N
    Eso si garantiza el abuso del latrocinio legalizado vasco navarro , privilegios para quienes odian España y les otorga poder para anexionarse Navarra
    Una constitución ETARRA construida por la clase dirigente opusina y vaticana tardofranquista.

    Lo que estamos viviendo actualmente no son mas que las consecuencias de su insuficiencia.

  • N
    Norne Gaest

    Una fechoría tras otra. Esto es el sanchismo.
    La izquierda española, que todo lo encubre con la palabra "democracia", demuestra continuamente que ni la entiende ni la quiere. Y no es de ahora, sino de toda su historia. Hay que empezar a aceptarlo ( o sea, que media España vota nazis y anti democracia, lo cual es trágico) y actuar en consecuencia. Por la cuenta que nos trae.

    Lo malo es el formidable poder que tiene, además de la mayoría parlamentaria o alianza mafiosa de los impresentables: poder institucional, mediático, social, cultural y social. Y económico. Y sindical. Y...

    Hasta ahora no hemos encontrado forma de deslegitimarlos (sus argumentaciones falaces y prácticas perniciosas) y descabalgarlos, (echarlos del poder a poder ser para siempre) ni a ellos ni a los nazis separatistas de las regiones.

    ¿El PP a que juega?
    Creo que también se necesitan nuevas fuerzas opositoras. En el parlamento solo Vox, a pesar de sus auto mutilaciones (y por tanto su falta de fuerza), hace una oposición consistente y sin concesiones.

    En muchos países europeos están espabilando. Aquí seguimos sesteando.
    Aumenta el coro de los opinantes bien pensantes que critican a diario a Sánchez, pero las bases del tahur se están revelando formidables, por interés, ceguera o lo que sea.
    El invierno viene, como suele concluir uno de los foristas.

  • V
    Variopinto

    A falta de conocer más detalladamente lo que han puesto por escrito desde Moncloa, hago un recordatorio de lo que ya venía escrito desde Bruselas. Quizá a cierto siniestro mandarín, recién nombrado ministro, se le recuerde, ya de paso, por sus vergüenzas (porque ¿fue el quien llamó al director de El Confidencial para que dejaran de publicar en ese medio sobre ciertos correos de Begoña Gómez et al, o no?) :

    " Artículo 4. Derechos de los prestadores de servicios de medios de comunicación
    (...)
    2. Los Estados miembros respetarán la libertad e independencia editorial efectivas de los prestadores de servicios de medios de comunicación en el ejercicio de sus actividades profesionales. Los Estados miembros, incluidas las autoridades y organismos reguladores nacionales, no podrán interferir ni tratar de influir en las políticas editoriales y las decisiones editoriales de los prestadores de servicios de medios de comunicación ."
    Reglamento (UE) 2024/1083 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de abril de 2024 (Publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea, 17 de abril de 2024)

    • U
      un-tal-pablo

      Uy, no sé por qué me da, que ese va a ser uno de los artículos que no se van a trasponer...

    • V
      Variopinto

      Bueno, allá cada cual con sus normas trolebus. Pero, al que pretenda seguir haciendo uso del matonismo gubernativo con los directores de los medios, no le envidio en las posibles penas y multas que les pueden esperar. Si el original es un reglamento europeo, de esos textos que imponen normas de obligado cumplimiento sin necesidad de ninguna adaptación, los posibles delitos fijados que se realicen, en este caso, no se los va a poder apañar ni el mas pumpido de la fangosfera socialsanchista. Pero esperemos a ver lo que ha dicho el amo de Moncloa que quiere que se ponga por escrito, que aún puede usted no ir tan desencaminado... Saludos.