El rendimiento deportivo se puede reforzar sea cual sea el deporte que hagas, ya sea a nivel profesional o como aficionado. Conseguir unos objetivos a la hora de entrenar es algo que nos permite motivarnos para llevar un estilo de vida más saludable y ese rendimiento deportivo se puede mejorar también con una alimentación equilibrada o, en algunos casos, con suplementos alimenticios.
Para ello es fundamental que hayan mantenido un estilo de vida sano a lo largo de todo el año. ¿Cómo? Con una dieta equilibrada, haciendo ejercicio diario, consumiendo proteínas de calidad e hidratándose correctamente. Este estilo de vida no solo se puede aplicar a los atletas de alto rendimiento, sino también a cualquier persona que haga deporte y a aquellas personas que quieran ayudar a su bienestar general.
Adoptar un estilo de vida que combine ejercicio con una alimentación equilibrada es clave para aquellos que buscan apoyar su rutina de ejercicio y disfrutar de una vida más saludable y equilibrada. No solo se trata de entrenar duro, sino de hacerlo de manera inteligente, cuidando cada aspecto de nuestra salud para sentirnos bien por dentro y por fuera.
Alimentos para mejorar el rendimiento deportivo
“A la hora de practicar deporte, mantener una dieta saludable es clave para un rendimiento y una recuperación óptimos”, explica Carla Ramón, product manager en Solgar®, que nos explica cuáles son algunos ingredientes y extractos que pueden ser de utilidad para apoyar la práctica deportiva y mejorar así el rendimiento deportivo:
-Potencia la coenzima Q10. La coenzima Q10, también conocida como CoQ10 o ubiquinona, es un nutriente natural que se encuentra en todas las células del cuerpo. Esta coenzima desempeña un papel vital en la producción de energía, actúa como un potente antioxidante, y puede ser particularmente beneficiosa para los atletas debido a su participación en el metabolismo energético. La podemos encontrar en alimentos como carnes rojas y aves, fuentes ricas en CoQ10.
-Apóyate en la cúrcuma. La cúrcuma contiene un compuesto llamado curcumina, que tiene muchas propiedades. Y es que la raíz de cúrcuma puede apoyar la circulación sanguínea, aportar un efecto antiinflamatorio y contribuir a reforzar el sistema locomotor, la salud de huesos y articulaciones. Puedes condimentar con cúrcuma platos como el arroz, carne y curry y aprovechar sus beneficios de forma sencilla.
-Incorpora té verde en tu dieta. El té verde tiene propiedades antioxidantes. Además, las catequinas del té verde pueden aumentar la oxidación de las grasas y así contribuir a aumentar la energía. Por otro lado, la cafeína del té verde puede ayudar a mejorar el enfoque y la concentración durante los entrenamientos. Puedes añadir infusiones de té verde en tu dieta.
-Incluye magnesio en tu dieta. El magnesio es un mineral esencial que interviene en numerosas funciones del cuerpo, como la función muscular y la producción de energía. Durante el ejercicio, el magnesio se pierde a través del sudor, por lo que es importante asegurar que contamos con niveles adecuados de este mineral, que podemos obtener a través de alimentos como las espinacas, las almendras, las semillas de calabaza, los aguacates y el chocolate negro.
El magnesio es el aliado perfecto para colaborar con el mantenimiento del sistema musculoesquelético y disminuir el cansancio y la fatiga, lo que puede apoyar nuestra calidad de sueño y relajación muscular, y así beneficiarnos tras la práctica deportiva, algo que puede resultar adecuado para atletas y cualquier persona que practique deporte.
-Alíate con la chlorella. Considerada un superalimento debido a su variada composición, la chlorella contiene los ocho aminoácidos esenciales, además de clorofila, carbohidratos y fibra, potasio, magnesio, calcio, sodio, zinc y hierro, entre otros. Además, cuenta con una sustancia hidrosoluble denominada Factor de Crecimiento de la Chlorella, que ocupa alrededor de un cinco por ciento de este superalimento, y destaca por su efecto alcalinizante. La chlorella retrasa la acidificación intramuscular y retrasa los signos de fatiga, algo muy interesante cuando realizamos ejercicio anaeróbico para mejorar así el rendimiento deportivo.
Claves para mejorar el rendimiento deportivo
Además de la alimentación, así puedes mejorar tu rendimiento deportivo si haces deporte por afición y por salud:
Define metas alcanzables y realistas, ya sea mejorar tu tiempo en una carrera, aumentar tu fuerza o mejorar tu técnica en un deporte específico. Asegúrate de que estos objetivos sean medibles y específicos. No te planees retos imposibles porque lo único que conseguirás será frustrarte y abandonar a la primera de cambio.
Diseña un plan de entrenamiento deportivo estructurado con días de trabajo intenso, moderado y de descanso. La periodización implica variar las cargas y la intensidad a lo largo del tiempo para evitar el estancamiento y promover la adaptación. El sueño es fundamental para la recuperación muscular y el rendimiento mental. Apunta a al menos 7-9 horas de sueño de calidad cada noche. No sobreentrenes y escucha a tu cuerpo, que es sabio. El cuerpo necesita días de descanso o entrenamiento ligero para recuperarse, especialmente si estás haciendo entrenamientos intensos.
Mantén el foco en el momento presente durante las competiciones o entrenamientos. La meditación o el mindfulness pueden ser útiles para controlar la ansiedad y el rendimiento bajo presión. Dedica al menos 10 minutos antes y después del entrenamiento a estiramientos dinámicos y enfriamientos progresivos para evitar lesiones. Si sientes dolor o molestias que persisten, toma medidas preventivas y considera ver a un especialista.
Dedica tiempo a mejorar la técnica específica de tu deporte. Si eres corredor, por ejemplo, trabajar en la biomecánica y la eficiencia de tu zancada puede marcar una gran diferencia. Considera trabajar con un entrenador si es posible para mejorar tu rendimiento deportivo. Imagina tus movimientos o metas deportivas antes de realizarlas. Esto mejora tu confianza y reduce el estrés.
Cambia el tipo de actividad para trabajar diferentes grupos musculares y evitar el aburrimiento. Por ejemplo, si corres habitualmente, prueba nadar o montar en bicicleta un día a la semana.
Además, trata de encontrar maneras de disfrutar el proceso mientras haces ejercicio físico y mejoras el rendimiento deportivo a diario, ya sea entrenando con amigos, probando nuevas rutas o competiciones, o utilizando música motivacional. El placer y la motivación juegan un papel clave en mantener la constancia.