El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha declarado este martes ante el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, que no supo quién pagó el viaje que hizo con su familia a Berlín en 2015 para presenciar la final de la Champions hasta que se lo comunicó el juzgado. Ribó, que por su cargo ostenta la condición de aforado, ha declarado voluntariamente ante el magistrado y ha esgrimido en su defensa que envió un correo electrónico, que aún conserva, ofreciéndose a abonar los gastos de desplazamiento desde el Aeropuerto de Berlín hasta el estadio en el que se disputaría el encuentro entre la Juventus y el Barça.
La declaración de Ribó se enmarca en el caso 3% y, según la Fiscalía, el síndic se habría beneficiado del viaje a Alemania junto a su familia pagando el empresario Jordi Soler. El juez De la Mata considera que la invitación de Soler a Ribó obedeció a su condición de ombudsman en Cataluña. Soler ya admitió ante el magistrado que había pagado los gastos de este viaje. Pero también dejó claro que nunca ha tenido relación contractual con el Sìndic de Greuges. Algo que ha confirmado hoy Rafael Ribó en su declaración.
Informes de la Guardia Civil indican que Ribó se benefició del viaje a pesar de no tener ninguna relación de amistad con Soler que lo justificara. El alquiler del avión en el que viajaron Ribó y su familia y la furgoneta para los desplazamientos costaron, según la Guardia Civil, 39.000 euros, que fueron abonados por las mercantiles Electromecánica Soler, Grup Soler Constructora y Soler Global Service.
Se da la circunstancia de que Ribó también viajó en 2009 a la final de la Champions disputada entre el Manchester y el Barça en Roma. Lo hizo a bordo del avión privado de Soler.