El colectivo enfermero apuesta para adaptar los protocolos sanitarios en los casos de violencia de género. La doctora enfermera Marisol Díaz, especialista en este tema, indicó que se deben establecer como modelo un proceso dinámico donde las enfermeras conozcan las necesidades de las mujeres según las diferentes fases por las que pasan. Así los profesionales sanitarios pueden entender los comportamientos y adecuar los diagnósticos.
“Las decisiones son de la mujer y no de la persona que la atiende, siendo aquella la principal responsable en la toma de decisiones, dejando a un lado el paternalismo. Al ver a las mujeres solo como víctimas se ignoran sus fortalezas y recursos y se excluyen sus expectativas”, afirmó Díaz en el marco de la III Jornada de Enfermería de Salud Mental de Bizkaia.
Un proceso cíclico
Asimismo, el proceso de cambio de comportamiento “es a menudo cíclico”; las mujeres “progresan y recaen entre las distintas etapas antes de alcanzar exitosamente la de mantenimiento”, sostiene la doctora enfermera.
Por este motivo, es necesario adaptar las intervenciones sanitarias a las fases, evitando “patologizar” a las mujeres. “La preparación para el cambio de comportamiento es un proceso, no un suceso único. Este modelo ayuda a comprender el comportamiento de la mujer y, por ello, permite acompañar y apoyar a las mujeres sin empujar en una dirección que no quieran ir o para la que no estén preparadas”, declaró Díaz.