El Grupo Unnim ha cerrado el tercer trimestre de 2011 con unas pérdidas de 107 millones de euros, un resultado que deriva del deterioro de su cartera crediticia e inmobiliaria y del impacto del coste de la reestructuración de la entidad. Estos números rojos aparecen en las cuentas del tercer trimestre de la entidad que deberían haberse hecho públicas hace varias semanas. Precisamente, la actualización del balance de la caja catalana ha sido el motivo del retraso de las cuentas. En el primer semestre, Unnim presentó unos beneficios de 25,4 millones.
En concreto, la reestructuración le ha supuesto a la entidad unos gastos extraordinarios de 77 millones de euros, según ha informado Unnim, que ha situado su tasa de morosidad en el 8,34%.
En un comunicado, la entidad catalana subraya que las dotaciones por deterioro, forzadas por la crisis económica, han consumido la totalidad del Fondo de Pérdida Esperada constituido el 30 de junio de 2010 y han impactado en los resultados del tercer trimestre.
Así, el resultado a 30 de septiembre de 2011 incluye 187 millones por este concepto, cifra que la entidad asegura está en la línea con las dotaciones realizadas con cargo al citado Fondo de los últimos trimestres.
La entidad se encuentra a la espera de ser adjudicada a otra entidad. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) es el dueño de la entidad desde septiembre al comprarla por un euro. De hecho, desde hace una semana varias entidades estudian ya el cuaderno de venta de Unnim, encargado al banco de inversión japonés Nomura, como adelantó Vozpópuli.
Hasta el 30 de septiembre de 2011, Unnim ha reducido su red en 159 oficinas y se ha producido la salida de 505 empleados, la gran mayoría a través de la aplicación de un ERE aprobado por la Generalitat que finalizará este año.
Unnim, fruto de la fusión de Caixa Manlleu, Sabadell y Terrassa, registró al final de este último trimestre un saldo total de depósitos administrados de clientes de 14.903 millones de euros, un 4% menos respecto al inicio del año.
La ratio de ma sobre los activos en riesgo se sitúa en el 8,34%, por encima de la ratio final del ejercicio anterior (5,87%), y casi un punto superior a la media del sector.