La exvicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha compartido este lunes una carta en sus redes sociales en la que reflexiona sobre el dolor y la pérdida de su hermano, Borja, asesinado hace una semana a los 43 años.
"Cada vez que alguien me preguntaba cómo afrontaba alguna adversidad respondía con tranquilidad que a mí la vida todavía no me había tocado. Hasta el pasado martes, el martes la vida por fin me tocó, me atravesó. Cinco días y sigue siendo igual de irreal", comienza el texto.
"Cada abrazo espontáneo que recibo por la calle confirma. "No quiero molestar", empezais diciéndome. No lo hacéis, reconforta tanto que alguien se pare a transmitirme su pesar y su cariño, conmueve y vence mi incredulidad", reflexiona.
"Me duele la cabeza de tanto llorar y apretar los dientes. No he querido leer una sola noticia, la gente que me quiere me dice que no lo haga, que no me hará bien. Quizás entendáis ahora por qué siento una aversión tan intensa y visceral por los extremos, viene de lejos", explica Villacís.
"Pero Borja siempre será mi hermano pequeño, y yo seré siempre su hermana mayor. La que le cuidó lo mejor que supo, junto con los mejores padres que uno puede llegar a tener, y a la que siempre quiso compensar con sentidos gestos, grandes abrazos, y cariñosos besos. No era de esos chicos que no sabían expresar. A veces hacía de hermano mayor", reflexiona sobre su relación con Borja.
"Y a veces me volvía y otras se me iba, pero siempre sentí su amor incondicional, nunca hubiese permitido que una mañana me tocase pedir a nuestros padres que se sentasen, que tenía algo que decirles el peor día de nuestras vidas", explica.
Villacís desvela: "No hemos querido compartir nuestro duelo, solo estuvimos los suyos, la familia. Gracias por, aun así, estar presente. Ante el dolor nos deshacemos de ropajes, nos quedamos tal cual somos. La misma compasión en un mensaje de buena gente del PP y del PSOE, las mismas ganas de consolar escritas por un cargo de VOX que orará por mi hermano (gracias), que en un hermoso mensaje de otro de Más Madrid, las mismas ganas de consolar. A todos, aquí tendréis siempre una familia agradecida".
También ha querido agraceder los "miles de mensajes que iré contestando, personas que se conjuran para ayudar a una familia devastada: policías con oficio, bregados y profesionales pero sensibles y humanos. A mis amigas, y a quien me ha sabido acompañar de verdad, con silencios más precisos que muchas palabras".
Sobre cómo lo está afrontando su familia, asegura que "nunca volverá a ser la misma, que está rota para siempre. A mis padres que han enterrado a un hijo, mi hermano".
"Dejo hoy estas flores en la carretera del Pardo. Hay más flores, las de Rebeca, las de otros amigos, y yo no puedo, de verdad que sigo sin poder creer que no lo voy a volver a ver. Mi niño. D. E. P.", concluye.