El PP ya no está cómodo en el caso Faisán. Si cuando estaba en la oposición lo utilizó en innumerables ocasiones como munición contra el PSOE y, más en concreto, contra el entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, con el comienzo del juicio este lunes en la Audiencia Nacional ha quedado claro que ahora prefiere pasar de puntillas por el chivatazo de ETA. Tanto, que Alexis Godoy, el abogado que le representa en la causa y que ejerce una de las tres acusaciones, ayer sólo planteó tres preguntas durante los largos interrogatorios que se practicaron a los dos imputados y a cuatro testigos. Ni siquiera aprovechó la presencia de un miembro de ETA que era confidente de la Policía, y que es el principal testigo de las defensas para pedir la absolución de los dos acusados, el comisario Enrique Pamiés y el inspector Ballesteros, para intentar poner algo de luz en el caso.
El letrado del PP hizo dos preguntas a uno de los acusados y una tercera al comisario que investigo el chivatazo: no obtuvo ninguna respuesta y se llevó un rapapovo del presidente del tribunal
En concreto, el letrado que representa a Génova 13 preguntó al principal acusado, Enrique Pamiés, que entonces ocupaba el puesto de jefe Superior de Policía del País Vasco, si dentro de la misión que supuestamente había encargado al otro imputado realizar aquel 4 de mayo de 2006 para saber si podía cruzar la frontera para encontrarse con el informante etarra estaba la de comunicarle la presencia en la zona de otros policías de la lucha antiterrorista. Además, quiso saber si dicha misión requería el "100%" de la atención del inspector Ballesteros o éste podía hacer tiempo y entrar "a tomar una consumición" en uno de los locales de la zona, en referencia al bar Faisán. El mando policial, que ya había anunciado minutos antes que no iba a contestar ni a sus preguntas ni a las de las otras dos acusaciones, las que ejercen la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y Dignidad y Justicia, le dio la callada por respuesta. Al segundo imputado, el inspector Ballesteros, no le planteó ninguna pregunta.
Tampoco lo hizo con los tres primeros testigos, entre los que se encontraba una camarera del bar Faisán que fue testigo de cómo una persona entregaba un teléfono móvil a su jefe, el presunto integrante de la banda Joseba Elosua, para alertarle de la operación policial, ni a un mando de la policía gala que participó en el operativo para desmantelar la trama de extorsión de la organización terrorista. El tercer compareciente que declaró ante el tribunal sin recibir una sola pregunta del representante legal del PP fue uno de los testigos 'clave': 'El Romano', supuesto confidente de uno de los encausados que lo ha esgrimido como su coartada para exculparse.
El último intento de tomar la palabra por parte del abogado del PP se produjo durante la última declaración del día, la del comisario Carlos Germán, responsable de la investigación y cuyos informes se han convertido en la principal prueba de cargo contra los dos imputados. Cuando llegó su turno, Alexis Godoy quiso saber si cuando se produjo el chivatazo él o alguien de su equipo conocían ya a uno de los imputados, el inspector Ballesteros. El presidente del tribunal le llamó la atención porque la cuestión era irrelevante. El letrado optó entonces por refugiarse de nuevo en el silencio y no seguir interrogando. Tres preguntas y ninguna respuesta fue todo su bagaje ayer.
Declaraciones de Cosidó
El propio director general de la Policía, Ignacio Cosidó, dio este lunes otra muestra de ese radical cambio del PP frente al 'caso Faisán'. Cuando era diputado en la oposición, él y su compañero Ignacio Gil Lázaro utilizaron en numerosas ocasiones su turno de palabra en las sesiones de control al Gobierno en el Congreso para interrogar al actual líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, sobre el chivatazo a la vez que le pedían reiteradamente su dimisión por el escándalo. Ayer, sin embargo, como máximo jefe de los dos únicos acusados en el juicio, Cosidó fue mucho más tibio en sus declaraciones públicas. De hecho, desde la Línea de la Concepción (Cádiz), donde acudió a la toma de posesión de un mando policial, llegó a sugerir que quizá no hubiera nada "reprobable penalmente" en los hechos que se juzgaban. El actual máximo responsable de la Policía se limitó a defender la honorabilidad del cuerpo y a utilizar la manida coletilla del respeto al funcionamiento de la Justicia.
No es la primera vez que llama la atención la actitud del PP en su papel de acusador en casos que investiga la Audiencia Nacional. Recientemente, el partido fue expulsado del 'caso Gürtel' como acusación y no fue admitida su personación en la pieza de los 'papeles de Bárcenas' al considerar que su papel en ambos procesos iba a ser otro muy distinto. De heho, en el sumario que investiga la trama de corrupción liderada por Francisco Correa, el PP ya había estado al borde de la exclusión después de que la Fiscalía denunciase que Génova 13 no estaba actuando en el proceso como una auténtica parte acusadora sino como defensora y que en sus recursos esgrimía "argumentos propios de una defensa sin que se vislumbre siquiera un atisbo de acusación". Se da la circunstancia que el último abogado que ha estado personado en ambos sumarios en nombre del PP ha sido Alexis Godoy, el mismo que ayer dejò pasar a los principales protagonistas del caso Faisán sin obtener ni una sola respuesta de ellos.