"¿Quién es Arturo?". "Es Fasana". El empresario Antonio Banús Ferré, sobrino del famoso promotor inmobiliario que da nombre al puerto de Marbella, despejó el pasado lunes a preguntas del juez Fernando Andreu una de las principales incógnitas que aún existían sobre la red de blanqueo de la mafia china desmantelada en la Operación Emperador: el nombre de la persona a la que todos se referían en las conversaciones telefónica intervenidas con el nombre de pila y que supuestamente ponía en contacto a fortunas españolas con la trama de lavado de dinero supuestamente utilizada por Gao Ping. Fasana es en realidad Arturo Gianfranco Fasana, un ciudadano suizo de 59 años copropietario de Rhone Gestion, una sociedad asentada en Ginebra encargada de gestionar loa multimillonarios patrimonios de algunos clientes. Un trabajo que le ha convertido en un viejo conocido de la Policía y la Justicia española, ya que fue detenido en mayo de 2009 el aeropuerto de Madrid dentro del 'caso Gürtel' y permanece como imputado por ser el supuesto 'contable' en la Confederación helvética de la trama de corrupción política y de su principal cabecilla, Francisco Correa.
Hasta ahora, los informes policiales sobre la red de Gao Ping se limitaban a hacer referencia a un tal Arturo como "un individuo de una importancia capital" para la mafia china, pero no le habían identificado plenamente
Sin embargo, hasta el pasado lunes su identidad no había aparecido ligado al sumario de la 'Operación Emperador', donde los informes policiales se limitaban a hacer referencia a un tal Arturo al que los responsables de la investigación consideraban como "un individuo de una importancia capital para los intereses [de la trama de 'lavado'], a juzgar por el empeño que dedica la organización a satisfacer con precisión las necesidades de los clientes que aquel avala". Los mismos documentos apuntaban a que él fue, precisamente, quien puso en contacto a varios de los adinerados con apellidos ilustres ya identificados como presuntos 'compradores' de dinero negro, entre ellos Antonio Banús, el empresario que ha terminado dando su nombre a la justicia.
Los interlocutores del hasta ahora enigmático Arturo dentro de la red de lavado de dinero eran los máximos responsables de la misma, entre ellos François Leiser, un ciudadano belga de 73 años de edad y residente como Fasana en Suiza al que los investigadores adjudican el papel de "jefe" de la trama encargada de buscar "compradores" de efectivo. Según las conversaciones telefónicas intervenidas a los implicados, Leiser, que permanece en libertad en el país centroeuropeo pese a haber una orden europea de detención contra él de la Audiencia Nacional, se encargaba de hablar directamente con el misterioso personaje, para posteriormente dar las instrucciones pertinentes a los escalones inferiores de la red para que los clientes avalados por él recibieran el dinero acordado en los plazos fijados. Uno de estos personajes intermedios era presuntamente Malka Maman Levy, alias 'La Sobrina', una ciudadana española de origen israelí que realizaba gran parte de las entregas físicas de los billetes a los adinerados clientes españoles de la trama.
"Eres tonta. Arturo nos puede dejar"
La Policía destaca en los informes incorporados a la 'Operación Emperador' que cuando el cliente venía "de parte de Arturo", la organización extremaba el cuidado para que no hubiera problemas en la entrega. Si finalmente éstos se producían, Leiser no dudaba en abroncar a su subordinados, principalmente Malka. "Cómo me dices que es ok cuando no lo es. Eres tonta. ¿Sabes de quién es ese comprador?, Arturo. Nos puede dejar y no requerir más nuestro servicios", le espetó a voces por teléfono por el retraso al acudir a una cita con uno de los acaudalados clientes avalado por el hasta ahora personaje anónimo. El misterio sobre su identidad estuvo, sin embargo, a punto de ser resuelto el 26 de julio del año pasado, tres meses antes de que se produjeran las detenciones de los principales implicados en la trama. Aquel día, 'La Sobrina' debía reunirse con el propio Arturo en Madrid para entregarle 100.000 euros. Para que ella pudiera reconocerlo, él iba a llevar en la mano un ejemplar del diario Expansión. La Policía, sin embargo, no pudo controlar el encuentro.
El juez Andreu no tomará una decisión sobre la posible imputación de Fasana en la 'Operación Emperador' hasta escuchar a todos los empresarios acusados de blanquear a través de la mafia china
Finalmente, el misterio lo ha roto Antonio Banús en una declaración en la que este empresario reconoció también tener cuentas en Suiza, en concreto en el Credit Suisse, una de las entidades financieras con las que precisamente trabaja Fasana. En el sumario Gürtel donde está imputado, el nombre de este gestor de fortunas suizo aparece profusamente en las intervenciones telefónicas que afectan al cabecilla de la trama. Presuntamente él era el encargado de mover el dinero, tenía firma en las cuentas suizas de Correa y, sobre todo, era el único que sabía realmente cuál era la liquidez de la organización. Según el sumario, Fasana era también el encargado de controlar el depósito de 18 millones de euros bloqueado por la Justicia española en Ginebra atribuido a Correa.
Vozpópuli se puso este jueves en contacto con el despacho de abogados Cuatrecasas, que lleva la defensa de Fasana en España, para que diera su versión sobre su presunta implicación en la 'Operación Emperador'. Sin embargo, un portavoz del bufete declinó comentar la información al considerar que "el tema nos es ajeno y no tenemos nada que decir la respecto de la declaración del señor Banús". Fuentes jurídicas señalaron a este diario que, de momento, el gestor suizo no está imputado en la causa que instruye el juez Andreu y que habrá que esperar a escuchar a los otros empresarios imputados por lavar su dinero a través de la trama, de los que ya han declarado quince, para saber si alguno más le implica con su testimonio en las actividades de lavado. "Entonces se tomara una decisión sobre si pedir su imputación o no", señalan estas mismas fuentes.