Josep Ramón Bosch renuncia a la presidencia de Societat Civil Catalana (SCC) y abre así una nueva etapa en la entidad constitucionalista más importante de Cataluña.
Tras apenas cinco meses de su presidencia, Bosch ha cerrado la crisis de SCC, iniciada en 2018, que dejó un 20% de bajas y apenas 100 socios. Ahora, tras seis meses al frente, la entidad ha recuperado el doble de socios con voto, hasta los 200, y cerca de 2.000 asociados.
En su despedida, que se hará oficialmente el próximo 26 de junio, Bosch ha pedido "generosidad" a Albert Rivera, Pablo Casado y Pedro Sánchez a unir sus fuerzas para evitar estar en manos de populistas e independentistas.
Más transparencia
Bosch ha mostrado las dos auditorías internas para demostrar que no ha habido malversación ni irregularidad alguna en la entidad, despejando así toda sombra de duda del anterior equipo gestor. En este sentido, desde su llegada se han reforzado sistemas de control, con transparencia.
Asimismo, ha indicado que propondrá el próximo 26 el cambio en los estatutos, reforzando la presencia territorial de las asambleas repartidas por toda Cataluña. La nueva junta estará formada por 15 socios y se elegirá al nuevo presidente. "Se propone reforzar estas asociaciones y las sectoriales, con la sectorial de Educación como principal eje de trabajo". Mariano Gomà se ha autodescartado para sustituir a Bosch al frente de SCC, que tendrá que buscar una persona de consenso y que aglutine todas las sensibilidades existentes en la entidad.
Gran sectorial de educación
SCC ha cerrado las sectoriales jurídicas, policial y de educación. Todo ello para potenciar después una gran sectorial dedicada a la Educación. La sectorial de jóvenes también se ha cerrado, debido a la escisión de S`Ha Acabat, aunque volverán a impulsarla cuando haya un nuevo presidente.
Bosch ha asegurado que ha recibido propuestas políticas, pero las ha acabado desechando. "Me retiro de SCC, pero no del mundo de la política", ha señalado, dejando la incógnita sobre su futuro en la política.