La decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de frenar el acuerdo para la ampliación del aeropuerto de Barcelona ha vuelto a descolocar a ERC. Si el pacto sellado en su momento con el vicepresidente catalán, Jordi Puigneró (JxCat), para que se inyectaran 1.700 millones en el aeródromo -y su filtración- ya irritó a Pere Aragonès, ahora tampoco podrán usarlo para movilizar a la gente en la semana clave del soberanismo, que va desde la celebración de la Diada, la reunión de la mesa de diálogo y la manifestación contra dicha ampliación del Prat.
El hecho de que la portavoz del Govern, Patricia Plaja, amagara con que parte de su ejecutivo asistiera a la protesta no gustó a Moncloa, y según explican fuentes de ERC a Vozpópuli, parte del independentismo estaba calentando los motores para intentar hacer "una demostración de fuerza en tres actos". Ante la previsible desmovilización de la Diada, para los 'republicanos' era vital distanciarse de sus socios de gobierno por lo que respecta a la cuestión del Prat y, al mismo tiempo, llegar a la mesa de diálogo entre ejecutivos con fuezra para ejercer la máxima presión sobre Sánchez.
El vicepresident Puigneró, quien pactó la inversión de AENA que ahora Moncloa ha abortado, no ha dudado en regañar a ERC de lo ocurrido por sostener que irían a la manifestación en contra de la ampliación. Aunque algunos cuadros territoriales de la formación de Puigdemont tenían pensado sumarse la protesta, la mayoría del partido cerraba filas con Puigneró y no iba a sumarse a la manifestación porque hubiera sido "desacreditarlo" en favor de ERC, añaden fuentes de la formación.
Dos problemas para Aragonès
La anulación de la inversión supone dos problemas para Pere Aragonès: se recrudece la guerra interna con los de Puigdemont y sitúa a ERC en una mala posición como partido moderado en los círculos económicos de la capital catalana que se habían decantado por el pragmatismo de ERC en contraposición al radicalismo de JxCat.
Por contra, el PSOE se posiciona como el partido centrado en la gestión y en el progreso de Cataluña. De hecho, el líder del PSC, Salvador Illa, no dudó en cargar duramente contra el Govern tras el anuncio de Moncloa de anular el pacto. "Cataluña no puede perder más oportunidades. Las ambigüedades del Govern ponen riesgo la ampliación del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, una infraestructura capital para conectarnos al mundo".
En paralelo, y según fuentes de Unidas Podemos, los socialistas están intentando aprovechar las divisiones entre ERC y JxCat en este asunto, puesto que estos últimos quieren que se desbloquee el proyecto.
El papel de Colau
Otra de las derivadas de esta polémica es la alianza entre ERC y En Comú Podem. Como informó este medio, tras la filtración del acuerdo Aragonès se vio obligado a apoyar el pacto sellado por Puigneró con el fin de que el Govern hablara con una sola voz, pero eso motivó las críticas de sus socios 'naturales' en cuestiones de índole económica (la CUP y los comuns).
De forma discreta, los republicanos han logrado recuperar esta alianza y aislar, de facto, a sus socios de centro derecha. Pero la principal ganadora es la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que desde siempre se opuso a la ampliación del Prat. Colau no quería que fuerzas independentistas como ERC o la CUP le adelantaran en el segmento del ecologismo, y ha contado con el respaldo de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Diaz.