El independentismo llega a la Diada más dividido que nunca, con Puigdemont gritando desde Waterloo y con Aragonès templando unas gaitas que ya apenas se escuchan

Andan los separatas mohínos. No tan solo congregan a menos gente, sino que, además, les ponen el himno de España a Torra y reivindican a Rafael Casanova como un españolazo. Hay que joderse.

Un año más los separatistas se apropiarán de actos institucionales, de las calles, de los titulares de los medios de comunicación. Es, ya saben, la Diada Nacional de Cataluña. Un