A la Diada 2018 le quedan horas. Un nuevo Día de Cataluña que, como viene siendo habitual, llega envuelto en polémica. Esta vez, el leitmotiv de la manifestación girará en torno a dos temas principales que han copado parte de la actualidad política de las últimas semanas: los lazos amarillos y sobre todo, los presos del procés.
A un ambiente tan convulso se suma, además, las polémicas declaraciones que han venido haciendo tanto el actual presidente de la Generalitat, Quim Torra, como su antecesor, Carles Puigdemont, durante las últimas semanas. Palabras que, lejos de apaciguar los ánimos, han servido para agitar aún más el discurso independentista.
Una Diada “masiva” e histórica
De hecho, para ahondar en la hemeroteca de Torra, no hace falta irse muy lejos. A principios de este mismo mes y cuando apenas faltaban diez días para la Fiesta Nacional de Cataluña, el presidente de la Generalitat vaticinaba un “otoño complicado” en alusión al aniversario del 1 de octubre, la misma Diada y el juicio a los líderes independentistas.
Razones que le llevaron subrayar la importancia de que la gente que se echara a las calles el próximo 11S.
“Pedimos una Diada masiva, que la gente se vuelva a echar a las calles para dar fuerza a la república catalana”
La misma movilización, por cierto, que en estos días también ha pedido Puigdemont. El anterior presidente de la Generalitat ha calificado la manifestación de esta Diada como la “más importante”.
“Como miembros del Govern injustamente destituidos por el 155, os queremos hacer llegar un mensaje de acuerdo con esta excepcionalidad y subrayar la enorme importancia que tiene para el futuro de nuestro país vuestro compromiso, vuestra solidaridad y vuestra movilización”.
Declaraciones que, por lo pronto, parecen haber surgido efecto. Y es que la ANC ya ha registrado más de 440.000 inscritos para la manifestación independentista.
Diada por los “presos políticos”
También los “presos políticos” será uno de los temas centrales de la manifestación de la Diada. Así lo ha hecho ver Torra en más de una ocasión. Uno de sus últimos dardos lo lanzó el pasado 18 de agosto, cuando el presidente de la Generalitat quiso rendir homenaje a Joaquim Forn, conseller de Interior durante los atentados de Barcelona y Cambrils.
En un acto organizado por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium frente a la prisión donde se encuentra encarcelado Forn, Quim Torra dijo lo siguiente:
“Nosotros no nos vamos a defender, vamos a atacar a este Estado español injusto”.
Con estas palabras, la polémica estaba servida. El Gobierno las calificó de “inaceptables”. Pero entonces, Torra volvía a contestar con un mensaje casi calcado al anterior:
“No vamos a defendernos en este juicio, sino que vamos a acusar al Estado español de haber promovido una causa contra el independentismo. La sentencia del Supremo no es una causa judicial justa, sino que es una farsa”.
Y es que los “presos políticos” han marcado el discurso de Torra durante los últimos meses. En la manifestación del pasado julio a favor de los encarcelados y exiliados por el procés, el presidente de la Generalitat ya dejaba entrever que haría todo lo posible por sacarlos de la cárcel.
“No me detendré hasta que los exiliados y los presos políticos sean libres”
La Diada de los lazos amarillos
Otra de las polémicas en las que se ha visto envuelta Cataluña en las últimas semanas ha sido la generada por los lazos amarillos. Algo que a buen seguro, también estará muy presente en este Día de Cataluña.
Así, el presidente de la Generalitat también se ha pronunciado en más de una ocasión sobre este conflicto. En una entrevista con el diario digital Vilaweb, Torra fue preguntado por la actitud de Ciudadanos, a lo que el presidente de la Generalitat aseguró que hacía falta “unidad” ante los “brotes fascistas” contra los lazos amarillos.
“Ahora la Fiscalía quiere investigar a los Mossos por haber hecho el trabajo que les toca hacer. Esto indica hasta qué punto malvivimos en un Estado que no nos toca”.
La seguridad de la Diada, en entredicho
Además, Carles Puigdemont mostró su contrariedad al ver el número de efectivos de la Guardia Civil que estaba convocado para controlar la manifestación del 11 de septiembre.
“¿El nuevo tiempo es enviar 600 guardias civiles para controlar una jornada que siempre ha sido tranquila y llena de convivencia?”
Así las cosas, la cuenta atrás para la Diada 2018 ya está en marcha. Ahora está por ver si, primero, la movilización que han pedido tanto Torra como Puigdemont surge efecto. Y segundo, si a los lazos amarillos y a los presos del procés hay que sumar un nuevo conflicto.