Reino Unido ha tomado la decisión de vacunar con una tercera dosis a los mayores de 50 años. Se une así a otros países del entorno europeo como Francia, Alemania y Austria. España, mientras tanto, permanece a la espera. El Ministerio de Sanidad aboga por esperar a que haya mayores certezas sobre la tercera dosis mientras las comunidades autónomas solicitan que se inocule ya la tercera en residencias.
Es más, según ha podido confirmar Vozpópuli, las comunidades que abogan por la tercera dosis en este ámbito son ya mayoría. De votarse la medida en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, saldría adelante con nueve votos a favor. Las otras CCAA no se oponen a dicha inoculación pero prefieren esperar a que se pronuncie la Ponencia de Vacunas, los expertos que asesoran al Ministerio de Sanidad.
Las comunidades donde gobierna el Partido Popular hacen piña para presionar a Moncloa en la aprobación de la tercera dosis. Tanto Madrid, como Murcia, Andalucía y Castilla y León se muestran a favor de dar este paso. El verso suelto es, una vez más, Galicia, que sigue estudiando la posibilidad, "siempre basada en la evidencia científica", y que no se ha posicionado al respecto, como confirman fuentes de la Consellería de Sanidade.
Importantes feudos socialistas también ven con buenos ojos la tercera dosis en residencias. Uno de los que se ha mostrado más firme en este sentido es la Comunidad Valenciana. El territorio que preside el socialista Ximo Puig "ha solicitado una dosis adicional en residencias y estamos a la espera de las próximas reuniones de la Comisión de Salud Pública del CISNS", apuntan desde la Consellería de Sanitat.
No es la única región socialista que se muestra claramente a favor esta medida. También la apoyan Castilla-La Mancha, Navarra y La Rioja. País Vasco, donde gobierna el Partido Nacionalista Vasco, aliado de Pedro Sánchez, también se muestra a favor de la tercera dosis.
En la misma línea que Galicia, muestran más cautela Aragón, Extremadura y Baleares. "Aragón apoya que haya un posicionamiento de la Ponencia de Vacunas al respecto", afirman desde la Consejería de Sanidad aragonesa. La Consejería de Salud de Extremadura señala que "la Ponencia de Vacunas sigue abierta a continuar estudiando las evidencias científicas sobre la incorporación de otros colectivos a la dosis adicional. Seguiremos sus recomendaciones al respecto".
Con un discurso casi idéntico, Baleares manifiesta que "las terceras dosis se pondrán, de momento, siguiendo las indicaciones del Ministerio, pactadas en la Comisión Nacional de Salud Pública".
Posición de la patronal y del Ministerio
El Círculo Empresarial de Atención a la Dependencia (Ceaps), patronal del sector de las residencias, ya solicitó en agosto la administración de una tercera dosis en residencias, y ha mostrado públicamente su decepción por la decisión del Consejo Interterritorial de solo inocularla, de momento, a personas trasplantadas o que siguen tomando fármacos contra la covid.
El Ministerio de Sanidad, por el momento, prefiere esperar a que avance el estudio impulsado por el Instituto de Salud Carlos III donde se medirá el número de anticuerpos contra el coronavirus de las personas en residencias. La Ponencia de Vacunas está también esperando a este dato para pronunciarse y realizar una recomendación al respecto.
Los expertos en Inmunología consultados por Vozpópuli se muestran partidarios de una tercera dosis en esta población, pero no en la población general. Tal punto, aseguran, no estaría justificado científicamente, al menos de momento.
En cualquier caso, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) han descartado que exista la necesidad de vacunar con tercera dosis a la población general, pero sí dan la posibilidad a los Estados miembros de que decidan sobre este punto para las personas vulnerables.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en que la prioridad ahora que la mayor parte de los países occidentales ronda el 70% de inmunizados es acelerar la vacunación en los países del tercer mundo. Este punto es clave para evitar la aparición de nuevas variantes resistentes.
