La designación de Enric Morera como senador territorial es ya un hecho después de que esta mañana se haya presentado a la comisión del Estatuto de los Diputados su nombre con el aval mayoritario de Compromís. Esta mayoría, sin embargo, pertenece a los integrantes de Més (antiguo Bloc) que son más que los que forman parte de Iniciativa y de los ecologistas de Els Verds, las otras dos patas de la coalición.
Este nombramiento, como ha venido informando Vozpópuli, ha provocado un agrio enfrentamiento entre Més e iniciativa (el partido que fundó Mónica Oltra y Pasqual Mollà) y que tenía a Carles Mulet como su propuesta. Este senador de Compromís desde 2015 tenía que seguir en el puesto, según fuentes de Iniciativa, en virtud de los acuerdos entre ambos partidos dentro de la coalición referentes a la representatividad de cada uno de ellos.
Estaba sin destino
Enric Morera, expresidente de las Cortes Valencianas, cargo que ha ejercido durante las dos últimas legislaturas, se quedó fuera de los puestos de salida para las Cortes Valencianas y tras la pérdida de las elecciones el pasado 28 de mayo estaba sin destino y sin cargo alguno.
Esta circunstancia no dejaba de sorprender para alguien que ha sido cofundador de Compromís y uno de los miembros más destacados desde hace dos décadas del Bloc Nacionalista Valencià, actual Més. A diferencia de lo que ha ejecutado el PSOE valenciano con Ximo Puig, a quien rápidamente le han dado acomodo en la Cámara Alta como senador territorial aúna costa de otro histórico expresidente autonómico como Joan Lerma, en Compromís no habían protegido a una figura tan emblemática de su historia.
Curiosamente quienes lo dejaron fuera en las primarias han decidido acudir ahora al rescate de Morera aunque ellos suponga, incluso, la grave fractura que se ha abierto con el otro socio de relumbrón en la coalición nacionalista.
Desconfianza mutua
El futuro inmediato de Compromís no parece correr riesgo pero esa mutua desconfianza entre Més e Iniciativa va ganando terreno y lastra sus opciones de futuro como fuerza alternativa a la izquierda del PSOE.
Esta pugna por designar al único referente que va a tener visibilidad nacional junto a los diputados nacionales como Águeda Micó (Més) o Alberto Ibáñez (iniciativa), ha sido especialmente cruenta e inclina la balanza en favor de los representantes del partido mayoritario dentro de la coalición.
A ello hay que sumar que Joan Baldoví, también de Més, es el portavoz en las Cortes Valencianas y en segundo plano quedan como adjuntos a la portavocía Aitana Mas, exvicepresidenta de la Generalitat (Iniciativa); Isaura Navarro, exconsellera de Agricultura (también de Iniciativa); así como el exconseller de Educación, Vicent Marzà (Més).
El adiós al poder y el adiós de Oltra
Ha quedado claro en los últimos meses que a Compromís le faltan ahora mismo dos pegamentos para que no surjan las desavenencias que empiezan a asomar con fuerza entre sus socios. El primero de ellos y más importante es la pérdida de las elecciones y la contracción de cargos públicos que siempre deja una ristra de afectados.
El segundo factor que ejercía de pegamento era el liderazgo fuerte de Mónica Oltra que desapareció por estar investigada judicialmente por la gestión que hizo el departamento que lideraba en la Generalitat sobre el caso de los abusos de su exmarido a una menor tutelada.
En momentos de tensión como los actuales el liderazgo de Oltra (más electoral que interno) decantaba la balanza hacia un lado u otro pero, en cualquier caso, protegía a Iniciativa de las mayorías de Més y lograba ejercer un equilibrio de poderes que iba más allá de la estricta representatividad en función de los afiliados.
Ahora, con Oltra en fuera de juego para la primera línea de la política (veremos hasta cuándo en función de cómo evolucione la instrucción judicial) todos esos contrapesos han desaparecido, al igual que la presencia en las instituciones.
Iniciativa tiene su propia crisis
Si Compromís vive una clara crisis de confianza, no es menos cierto que Iniciativa vive otra muy particular y relacionada con el adiós de Oltra. Su marcha abrió una crisis de liderazgo dentro de esta formación y se acrecentó con la destitución que ordenó Aitana Más de Mireia Mollà, entonces consellera de Agricultura, en favor de Isaura Navarro.
Aquello abrió en canal Iniciativa y los efectos reales, una vez pasado el ciclo electoral, están por ver. La resolución de este conflicto y saber si se va o no a restaurar la confianza –que nunca ha sido mucha– entre este partido y Més, marcarán las opciones con vistas a 2027.
La coalición nacionalista ha sufrido un retroceso en la última cita autonómica y estas disensiones no suelen ayudar a mejorar los resultados futuros.
errefejota
Carles Mulet es el prototipo de tonto del pueblo obsesionado con una idea. Antes era un transistor o una gorra de cuadros. El Mulillo está obsesionado con Francisco Franco Bahamonde y toda su actividad en el Senado (opíparamente pagada) ha ido dirigida a hacer el ridículo a cuenta del dictador. En cuando descubría algo con el nombre Franco, atacaba, cuando en Alicante descubrió la calle del Franco, en este caso la antigua moneda de Francia. Aplaudió que se arrancaran cruces y promovió la demolición de la Cruz de los Caídos, dinamita mediante. ¿Problemas de la Comunidad Valenciana o País Valensiá para él? No existen. Ni el agua, ni la financiación, ni las infraestructuras le han motivado. Pobre Mulillo, volcado en borrar a Franco. El otro debe ser un cenutrio racista como él, pero habrá que ver de que pie cojea.