Tras cuatro meses de una vida parlamentaria atípica, la falta de acuerdo envía a los españoles por primera vez en democracia a la repetición de unas elecciones generales. Pero ante un escenario que se presupone similar al de hace seis meses ¿qué sucede con las instituciones donde sus señorías han desarrollado sonados debates y gestos de amor de cara a la tribuna? ¿Quiénes de entre los 350 diputados seguirá ahí ‘por si acaso’ y quién se puede olvidar de su escaño y puede disfrutar del descanso por los servicios prestados?
Una vez la convocatoria de nuevas elecciones es un hecho, el Gobierno en funciones tendrá que emitir un real decreto de convocatoria de elecciones generales en el BOE, que presumiblemente tendrá lugar el lunes día 2 de mayo, propiciando las elecciones 54 días después, el domingo 26 de junio. Esta fecha también supondrá un plazo hasta el 13 de mayo para registrar coaliciones electorales de cara a los comicios. En el aire queda el tiempo que durará la campaña, que en los pasados comicios duró 15 días, y que en esa misma situación comenzaría el día 11 de junio.
Todos los senadores recibirán una cantidad exacta de 154,54 euros brutos al día desde la disolución de las cortes hasta el 25 de junio, es decir 8.190,62 euros
Durante todo este periodo, y desde la convocatoria de nuevos comicios, se disolverán anticipadamente en virtud del artículo 99.5 de la Constitución las Cámaras parlamentarias: “Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso”.
Desde que se decrete la disolución del Congreso y del Senado, todos los diputados y senadores pierden su condición de parlamentarios salvo aquellos que estén inscritos en la Diputación permanente, “encargada de asumir ciertas competencias en el periodo que se extiende desde la disolución hasta la reunión del nuevo Parlamento”, según recoge el Congreso en su página web. Aquellos diputados que permanezcan en la comisión permanente – 103 de ellos (vocales y suplentes) entre los que figuran todos los nombres destacados en los diferentes partidos como Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera o Alberto Garzón, entre otros, y que preside Patxi López, como presidente del Congreso – cobrarán íntegramente su sueldo hasta que se vuelva a constituir de nuevo las Cámaras, en un plazo máximo de 25 días después de las elecciones, es decir, antes del 21 de julio. Además, 38 senadores se quedarán 'de guardia' en el Senado como miembros de su respectiva Diputación peramente.
En cambio, los diputados y senadores que no estén en esta Diputación permanente recibirán una “indemnización de transición”, acordada tanto por el Congreso como por el Senado en 2006 con el fin de compensar a los parlamentarios durante el tiempo en el que las Cámaras estén disueltas y que tiene que ser solicitada por uno mismo. De esta forma, los diputados cesantes pueden seguir cobrando íntegramente sus salarios, aunque solo hasta la jornada electoral, es decir, un 'finiquito' que ronda entre los 7.000 y los 9.000 euros dependiendo de si han sido elegidos por Madrid o en otra comunidad. Pero a parte de esta indemnización de tránsito, existe otra "indemnización de cese", también denominado el "paro de los diputados", destinado a aquellos parlamentarios que no repitan o no sean elegidos, y por el que reciben 2.813,87 euros al mes por cada año que hayan sido representantes, siendo el máximo 24 mensualidades. Curiosamente, que se haya rejuvenecido la Cámara deja ahora a los 217 nuevos diputados de esta XI legislatura sin posibilidad de cobrar esta paga, dado que han sido parlamentarios menos de 6 meses, lo que les dejará sin indemnización en el caso de no lograr renovar su escaño o no ir en las listas del 26-J.
Por otro lado, todos los senadores recibirán una cantidad exacta de 154,54 euros brutos al día desde la disolución de las cortes a la jornada anterior a las elecciones, es decir 8.190,62 euros entre el 2 de mayo y el 25 de junio.
Así, antes del próximo 21 de junio volverán sus señorías a constituir de nuevos las Cámaras con los parlamentarios electos el 26-J y que quizá bajo el paraguas de otra composición se logre dos elecciones mediante, no tener que volver a vivir la falta de acuerdo entre los partidos.