España

Didier Reynders, el excomisario que arbitró el desencuentro político PP-PSOE

Reynders actuó como mediador entre el PP y el PSOE para destrabar la renovación del CGPJ

  • El comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders -

El excomisario europeo de Justicia Didier Reynders ha sido interrogado este martes por la Policía belga en relación con una investigación sobre blanqueo de dinero mediante billetes de lotería.  La Policía procedió igualmente a un registro de dos viviendas del político liberal belga, añadieron los citados medios, al señalar que el periodo objeto de investigación abarca varios años y que las pesquisas judiciales de la fiscalía de Bruselas se iniciaron en 2023.

El registro de sus viviendas -una en la localidad bruselense de Uccle y otra en el campo, en la localidad de Vissoul- se llevó a cabo por la mañana y el interrogatorio del político se desarrolló por la tarde. Las autoridades judiciales sospechan que Reynders, que no ha sido detenido y está en libertad tras declarar, está presuntamente implicado en una actividad de blanqueo de dinero mediante la compra de billetes de lotería, precisaron los medios. 

Aunque ahora no ejerce ningún mandato político, Reynders tiene inmunidad, según el rotativo, ya que los hechos investigados dieron comienzo desde que era ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica (2011-2019) hasta, al menos, el año 2023, cuando aún era comisario europeo de Justicia.

Miembro del Movimiento Reformador (MR), una formación liberal de Bélgica, Reynders se ha desempeñado como viceprimer ministro, ministro de Finanzas y Reformas Institucionales, y más recientemente como comisario europeo de Justicia. Su carrera, sin embargo, también ha estado salpicada de desafíos, fracasos políticos y polémicas legales. En España, adquirió especial notoriedad como mediador en el prolongado bloqueo político que impedía la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Este episodio, crucial para la política española, es solo uno de los hitos más destacados de su dilatada trayectoria.

Didier Reynders nació en Lieja, en la región de Valonia, como el menor de tres hermanos. Su interés por las leyes y la administración pública lo llevó a estudiar derecho en la Universidad de Lieja, donde se graduó con honores. Su agudo intelecto y su capacidad para el análisis político destacaron desde sus primeros años, lo que le abrió puertas hacia posiciones clave.

Entre 1986 y 1991, dirigió la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Belgas (NMBS/SNCB), marcando el inicio de una carrera pública caracterizada por la gestión y la resolución de conflictos institucionales.

El ascenso en la política belga

En 1999, Didier Reynders asumió el cargo de ministro de Finanzas de Bélgica, posición que desempeñó durante una década. Fue durante este tiempo cuando consolidó su reputación como un gestor eficiente y hábil negociador. Desde 2004, también ocupó el cargo de viceprimer ministro, desempeñándose en gobiernos encabezados por figuras como Guy Verhofstadt, Yves Leterme y Herman Van Rompuy. 

Su liderazgo dentro del Movimiento Reformador le permitió llevar al partido a una victoria histórica en las elecciones de 2007, convirtiéndolo en el partido francófono más votado de Bélgica. El periodo investigado no incluye sus años como ministro de Finanzas (1999-2011) ni tampoco cuando era el encargado de la Lotería Nacional (2007-2011).

En un contexto de divisiones entre las comunidades francófona y neerlandófona del país, Reynders fue designado "informateur" por el rey de Bélgica en varias ocasiones. Este rol, clave para facilitar discusiones informales y explorar posibles coaliciones de gobierno, lo colocó en el centro de crisis políticas que incluso llevaron a especular sobre una posible partición del país.

Comisario europeo de Justicia: una carrera internacional

En 2019, Didier Reynders dio el salto a la política europea al convertirse en comisario europeo de Justicia dentro de la Comisión liderada por Ursula von der Leyen. Desde esta posición, jugó un papel crucial en la promoción del Estado de derecho en Europa, supervisando el respeto a los principios democráticos en países miembros de la UE.

Uno de los momentos más destacados de su mandato fue su implicación en el bloqueo institucional en España, donde Reynders actuó como mediador entre el PP y el PSOE para destrabar la renovación del CGPJ, un organismo clave para el funcionamiento del sistema judicial.

Desde Bruselas, Reynders mantuvo contactos regulares con representantes de ambas formaciones políticas, instándolos a superar diferencias y garantizar el cumplimiento de los estándares europeos. Aunque su intervención no logró un acuerdo definitivo, su papel fue considerado determinante para facilitar el diálogo en un momento de profunda polarización política.

Las sombras en la trayectoria de Reynders

La carrera de Reynders no ha estado exenta de polémicas. Recientemente, la policía belga registró dos propiedades vinculadas al excomisario en el marco de una investigación por presunto blanqueo de dinero. Aunque Reynders ha negado categóricamente las acusaciones, esta situación ha generado un impacto negativo en su reputación, especialmente en un momento en que buscaba mantenerse relevante en la política europea.

Otro golpe significativo a su carrera fue su incapacidad para asumir la presidencia del Consejo de Europa en dos intentos consecutivos. Este puesto, que habría consolidado su legado como defensor de los derechos humanos, quedó fuera de su alcance debido a la falta de consenso en su favor.

En este año, Didier Reynders se enfrentó a una de sus mayores derrotas políticas: no fue ratificado por su propio partido para continuar en la Comisión Europea. Georges-Louis Bouchez, líder del Movimiento Reformador, optó por sustituirlo por Hadja Lahbib, dejando a Reynders fuera del segundo Ejecutivo de Von der Leyen.

Reynders expresó públicamente su malestar por esta decisión, calificándola de "profunda decepción". No obstante, también afirmó su compromiso con los valores democráticos y su intención de seguir participando en la vida política de Europa desde otras esferas.

Ahora esta investigación judicial se considera extremadamente sensible y su expediente, en manos de la fiscalía de Bruselas, dirigida desde la primavera pasada por Frédéric Van Leeuw, estaba embargado y, por tanto, no se incluyó hasta hoy en la base de datos de la policía, y solo un círculo restringido de investigadores y magistrados fue informado de la existencia de estas pesquisas contra Reynders.

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