Fue el hombre que sembró la semilla de la disidencia en el cortijo de Rosa Díez. Mientras ocupaba su cargo como parlamentario europeo, Francisco Sosa Wagner asomó la posibilidad de que el partido formara entente con Ciudadanos para evitar un naufragio político en las elecciones municipales y nacionales. La propuesta desató un vendaval en la formación magenta. Después de un áspero intercambio con la lideresa Rosa Díez, Sosa Wagner abandonó el partido del que fue fundador. Acaso por eso, al preguntarle sobre las acusaciones de tránsfuga que le dedicó Díez en estos días, el jurista responde: "Hasta que no acabe de oír todas cantatas de Bach, no me ocuparé de las declaraciones de Rosa Díez".
Fue el hombre que sembró la semilla de la disidencia en el cortijo de Rosa Díez. Ahora, apoya a Ciudadanos. ¿Se apuntará al proyecto de Rivera?
El reproche que la ex socialista y ex líder de UPyD dirigió en estos días no iba dirigido sólo a Sosa Wagner, también al filósofo Fernando Savater (fundador de UPyD). ¿El motivo? Ambos aparecieron esta semana junto a Albert Rivera en un acto de la campaña electoral del País Vasco. Era una forma de apoyar a la formación naranja para que pueda hacerse este domingo con el único escaño de UPyD en Euskadi. No es la primera vez que Sosa Wagner colabora con Albert Rivera, a quien lo une –según él mismo dice- una amistad personal. Pero una cosa sí: de apoyarlo a militar en Ciudadanos hay un trecho que él no piensa completar. "Yo ya hice la mili", dice en esta entrevista concedida a Vozpópuli.
-Dijo que su aparición con Albert Rivera en Bilbao era un gesto de apoyo puntual. Pero, si Rivera se lo pide, ¿ficharía por Ciudadanos?
-No, no tengo intención alguna. Sobre la militancia en este o aquel partido, siempre digo: ya yo he hecho la mili. Me he licenciado y hasta doctorado. Lo de Bilbao fue un gesto de solidaridad con un proyecto político que comparto, así como una prueba de la amistad personal que tengo con Albert Rivera. Pero de ahí a incorporarme a Ciudadanos, eso es ya otra cosa. En la medida en que a Albert Rivera le pueda interesar mi opinión como jurista, y como ya ha ocurrido con colaboraciones en asuntos constitucionales y europeos, yo estaré encantado.
-Ahora que menciona su amistad con Albert Rivera. ¿No le parece que él comparte con Rosa Díez un cierto personalismo en la forma de llevar C’s?
-Hablar de personalismo en Ciudadanos cuando existe un partido como el PP donde sólo habla Mariano Rajoy me parece una barbaridad. Además, la gente suele recordar más a los líderes que a los partidos. Pregunte por Azaña en la calle y sabrán decirle quién fue, pero no a cuál partido pertenecía.
"Hablar de personalismo en Ciudadanos cuando existe un partido como el PP donde sólo habla Mariano Rajoy me parece una barbaridad"
-Para Rosa Díez hasta las simpatías por otros partidos son un agravio al desaparecido UPyD, aunque su caso el asunto es más grave. ¿Algo que responder a lo de tránsfuga?
-Yo he dicho que sobre las declaraciones de Rosa Díez no me pronuncio, porque no la sigo. De hecho, y le diré más: hasta que no acabe de oír las cantatas de Bach, no me ocuparé de las declaraciones de Rosa Díez.
-A pesar de haber tenido una campaña errática y desacertada ¿será Ciudadanos capaz de conseguir el escaño que le pertenecía a UPyD en el País Vasco?
-Ese tipo de cosas hay que verlas con calma. Yo veo que Ciudadanos tiene muy buena perspectiva y la prueba ha sido el acto que celebramos en Bilbao: tuvo un éxito tremendo.
-Ya, pero una cosa es el público y otras los votantes. ¿ Ciudadanos puede fracasar en el País Vasco?
-Participé en la campaña electoral cuando queríamos conseguir la representación de UPyD en el Parlamento Europeo. La gente decía: ‘Este mensaje no cala’. En aquel entonces ninguna encuesta nos daba un escaño. Obtuvimos un diputado, salí electo.
"Hasta que no acabe de oír las cantatas de Wagner, no me ocuparé de las declaraciones de Rosa Díez"
-Rivera pegó el acelerón en el País Vasco esta última semana, ¿necesita más fondo de armario para negociar o quiere ir más fuerte a otras elecciones?
-Es básico que la ciudadanía española entienda, de una vez, que los temas democráticos se trabajan a través de mayorías democráticas y estas se consiguen sobre acuerdos.
-Eso lo entiende la gente. Lo que no entiende es que no se haya alcanzado ninguno todavía.
-Pero, ¡a ver! El PP y el PSOE, que están todo el día a la gresca en España, en el Parlamento Europeo votan lo mismo. Ambos partidos, al igual que Ciudadanos, están en una línea asociada a los liberales, socialdemócratas y populares. Coinciden en el 90% de las votaciones. Este es un enfrentamiento artificial, basado en personalismos. Aquí hay nada o muy poquito de conflicto ideológico. ¿Cómo explican entonces los socialistas, populares y liberales que lo que se hace más allá de los Pirineos no puede hacerse en España?
-Ya… podrán o no ser capaces , pero la realidad es la misma: la coalición en España no cuaja.
- Sobre la fórmula del consenso, está montado el sistema de políticas europeas. Voy a poner el ejemplo de Alemania, a ver si los socialistas se aclaran: Willy Brandt y Helmut Schmidt gobernaron Alemania durante 14 años y lo hicieron siempre con los liberales. De hecho, gracias a los liberales, a quienes asignaron la política exterior, Alemania ve hoy los frutos de esa apertura. ¡Estamos oyendo una serie de tópicos y tonterías sobre las derechas y las izquierdas, a ver si nos enteramos! La política europea y la política democrática se realiza sobre la base de los pactos. Nadie tiene la razón al 100%. Hay que sentarse a una mesa.
"El PP y el PSOE, que están todo el día a la gresca en España, en el Parlamento Europeo votan lo mismo"
-Llevamos ya ocho meses intentándolo. ¿Alguna idea mejor?
-Hay un sistema muy fructífero: sentar primero a los técnicos y después a los políticos. Porque los técnicos deben preparar los pactos y después a los políticos. Ese debe de ser el mecanismo de funcionamiento.
-¿Cataluña: el tema empeora o mejora?
-El tema catalán, si se plantea en términos de independencia, podemos decir: ¡Hasta el presidente de gobierno regional vasco admite que pensar en un Estado independiente en la Europa del siglo XXI es una quimera! Empezando porque la propia UE no lo reconocerá nunca. Se van a oponer todos los demás Estados, porque nadie quiere modificar las pautas de comportamiento acordadas tras la Segunda Guerra Mundial. Sería como desatar la caja de Pandora. Lo de Cataluña es una huida hacia adelante, no tiene ninguna consistencia política. No tengo duda de que los políticos sensatos tendrán que echar marcha atrás.
-Por insistir… ¿Seguro que no va a fichar por Ciudadanos para las terceras elecciones?
-Pues espero que no las haya. Eso es tomar el pelo a la ciudadanía. No somos un sistema de democracia asamblearia. Los ciudadanos se pronuncian y la tarea de los políticos es trenzar los pactos. De ahí que lo de Albert Rivera haya sido una actitud no sólo extraordinaria sino propia de un político europeo.
"La de Albert Rivera ha sido una actitud no sólo extraordinaria sino propia de un político europeo"
-En vista de que no me contestará sobre su militancia, le pregunto otra cosa. Desde el punto de vista práctico, ¿cómo afecta a España su situación dentro de la UE?
- En el Parlamento Europeo vi la paralización de las acciones belgas. Eso no quiero ni pensarlo para España. De momento, España tiene un crédito grande entre las instituciones europea. Los parlamentarios españoles trabajan muy bien. Ahora bien, se debilita su posición en los consejos de ministros de la UE, de la toma de decisiones.
-¿Con un gobierno de consenso precario se puede reformar la Constitución?
-Eventualmente la reforma de la constitución simplificada, no digamos la reforma agravada. Esto es muy dañino. Por eso denunciamos la parálisis institucional
-Pero si no hay acuerdo para una investidura, ¿habría con el texto constitucional? ¿Por qué es tan complejo tocar la Constitución?
-No es tan complejo, se ha hecho no hace mucho. Tanto el PSOE como Ciudadanos han hablado de la reforma. Nosotros en negro sobre blanco las reformas concretas. No se puede hablar de las reformas en bloque.