España

El drama de los 150 españoles desaparecidos en el extranjero

Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado tienen activas al menos 150 denuncias de personas españolas desaparecidas en 44 países distintos

El reciente caso de Natalia Sánchez, la estudiante española de Erasmus desaparecida en París y hallada el pasado miércoles en un hospital de la capital francesa, no es un episodio aislado. Las fuerzas y cuerpos de seguridad españolas tienen activas al menos 150 denuncias de personas desaparecidas en el extranjero, según datos del Centro Nacional de Desaparecidos del Ministerio del Interior. 

De acuerdo a las cifras del informe "Personas Desaparecidas España 2019", a fecha de 31 de diciembre pasado, el país en que el que hay una mayor constancia de desapariciones de españoles es Francia (29 casos), seguido de México (10), Marruecos (10), Reino Unido (8), Argelia (7), Portugal (6), Argentina (6), Perú (5), Venezuela (5), Brasil (5), Estados Unidos (5), Alemania (5) y Colombia (4). 

Un drama insoportable para los familiares de muchos de ellos, que viven de una llamada que pueda sacarles de la angustia en que se encuentran

La lista sigue hasta un total de 44 países, algunos de ellos remotos y lejanos como Indonesia, India, VanuatuTailandia y Australia, naciones donde hay al menos un caso de desparición denunciado ante las fuerzas de seguridad españolas. Estas cifras no comprenden la totalidad de personas de nacionalidad española que han desaparecido en el extranjero, tan solo refieren las denuncias que han sido interpuestas en nuestro país, según precisa el informe. 

Desapariciones sin resolver

El 93% de los casos de desaparición denunciados desde el año 2010 ante las fuerzas de seguridad españolas se han resuelto. En algunos casos, como en el de Natalia Sánchez, han sido hallado con vida y de forma rápida gracias a la cooperación policial entre los países involucrados. En otros, el destino ha sido muy diferente y trágico.

Además, hay un 7% de denuncias que siguen activas. Personas que llevan años en paradero desconocido, como el fotógrafo vitoriano Borja Lázaro Herrero, quien fue visto por última vez mientras se encontraba de viaje en Colombia en enero de 2014. O Sabino Llona Sáenz, desaparecido desde el 2 de agosto de 2004 en Tallahassee (Florida, Estados Unidos). 

Un drama insoportable para sus familiares, que viven pendientes del teléfono. De una llamada que pueda sacarles de la angustia en que se encuentran. "La situación que sufren es bastante delicada por la ansiedad y la incertidumbre. Es como si sus vidas se paralizasen y no pudiesen avanzar", cuenta Rosa Tourís, jefa de servicio del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES). 

En colaboración con la Policía Nacional, Guardia Civil, policías autonómicas y ONGs especializadas, este organismo del Ministerio del Interior brinda apoyo e información a los familiares de los desaparecidos y se preocupa de facilitarles una situación de cercanía con los investigadores encargados de sus casos.

"Les damos apoyo y tratamos de ayudarles. A veces sienten que las investigaciones se encuentran paralizadas, pero no es así. Una de nuestras premisas con los investigadores es no mentir a los familiares. Hay ciertos casos y ciertas informaciones que hay que mantener con cierta discreción para salvaguardar la investigación, pero los familiares lo que quieren es saber la verdad, estar informados", añade Tourís. 

Desapariciones de "alto riesgo"

Según el CNDES, del total de las desapariciones registradas por las fuerzas de seguridad españolas desde el año 2010, tanto en España como en el extranjero, apenas el 2,19% son consideradas de "alto riesgo". Es decir, que la integridad física del desaparecido esté en peligro de haber sido objeto de algún delito grave. 

La cooperación policial es fundamental para la resolución de las desapariciones en el extranjero, según explica Tourís. "La colaboración con los países de la UE es bastante buena y también con los de Sudamérica, a través de Interpol. Hemos tenido casos incluso de policías españoles que se han podido desplazar a países latinoamericanos para poder investigar sobre terreno", añade. 

Un nuevo protocolo

Para ayudar a mejorar la actuación contra los casos de desaparición, tanto en España como en el Extranjero, el Ministerio del Interior puso en marcha el pasado mes de marzo un nuevo protocolo o guía para las desapariciones en el que lo primero que se ha hecho es erradicar varios mitos.

"No hace falta esperar 24 horas para poner una denuncia por desaparición, aunque se trate de un adulto", indica esta guía diseñada para ayudar de un modo similar al sistema VioGén para las víctimas de la violencia de género

"Las primeras horas son cruciales, independientemente de que la posible desaparición se haya producido en España o en el extranjero, la prioridad tiene que ser ponerlo en conocimiento de las fuerzas de seguridad", apunta Tourís. 

Además, el nuevo protocolo clasifica las desapariciones en tres áreas distintas, dejando de lado la clasificación de riesgo "alto" y riesgo "limitado". Ahora se distingue entre 'desaparición voluntaria', 'desaparición involuntaria' (personas con enfermedades degenerativas o mentales que puedan causar su desparición) y 'desaparición forzosa' (por hechos delictivos).

Asimismo, se ha creado una web donde se pueden consultar y denunciar casos de desaparición y desde 2010 se ha habilitado el teléfono 116000, una línea directa que no deja registro en la factura y está operativa en toda la Unión Europea, para las desapariciones de menores. 

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