España

La Audiencia juzga el jueves a la exjefa de ETA Anboto por el asesinato de dos policías en 1987

Vuelve al banquillo la próxima semana y afronta 80 años de cárcel por su implicación en un atentado de 1987. La histórica dirigente de ETA suma ya 298 años de prisión.

La exjefa de ETA Marixol Iparraguirre alias 'Anboto' vuelve al banquillo de los acusados el próximo jueves 31 de marzo. La Audiencia Nacional juzgará de nuevo a la histórica dirigente de la banda terrorista por el asesinato de dos agentes de la Policía Nacional en una pedanía de Vitoria en 1987. Tanto la Fiscalía de la Audiencia Nacional como la AVT piden para ella 80 años de cárcel por delitos de atentado y asesinato con finalidad terrorista.

Según confirman fuentes jurídicas a Vozpópuli, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal ha fijado el arranque de la vista el próximo 31 de marzo y señala también el lunes 4 de abril en caso de que continúe. La que fuera una de las militantes más sanguinarias de la banda responde por un atentado en el Alto de Armentia de Vitoria (Álava) contra dos agentes de la Policía Nacional en 1987. La Fiscalía sostiene que 'Anboto', que formaba parte del comando Araba, participó en la fabricación del artefacto que detonaron.

Según se desprende del escrito de acusación del fiscal, la exjefa de ETA -junto con el resto de integrantes del comando- ubicaron en una carretera en el Alto de Armentia de Vitoria el explosivo. El mismo estaba compuesto por unos 36 kg. de amonal y unos 40 kg. de metralla. "La acusada era consciente de que con dicha acción podía ocasionar la muerte de cualquier otra persona que se encontrara en las inmediaciones, y desperfectos en los bienes a los que alcanzare la onda expansiva, lo que asumió", recoge el escrito.

80 años más para Anboto

De esta forma, el 6 de agosto de ese año, mientras el vehículo se disponía a acceder a la fuente donde solían acudir los agentes, los etarras hicieron estallar el artefacto. La explosión alcanzó de lleno al vehículo policial y sus ocupantes murieron en el acto. Además, como consecuencia de la deflagración una tercera persona sufrió lesiones de las que tardó en curar 63 días y que le dejaron como secuela dos cicatrices en la pierna derecha.

Foto de los dirigentes de ETA Mikel Antza y Anboto

El atentado, que fue reivindicado tiempo después por la banda terrorista, provocó también desperfectos materiales en dos vehículos y cerca de una quincena de domicilios de esa zona de Vitoria, que se encontraba celebrando sus fiestas patronales.

Tanto la Fiscalía como la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) piden para la histórica dirigente de ETA un total de 80 años de cárcel. 30 años por delito de atentado con finalidad terrorista, 30 por delito de asesinato con finalidad terrorista y 20 años por asesinato frustrado. Del mismo modo la Fiscalía solicita que indemnice con 1 millón de euros a las familias de los dos policías que estaban destinados en Vitoria en el momento de los hechos.

Se trata de un nuevo episodio judicial en el largo historial de condenas de esta jefa de ETA que fue una de los tres encargados de leer el comunicado del fin de la banda terrorista. Desde que las autoridades francesas la entregaron a España en septiembre de 2019 se ha sentado cerca de una decena de veces en el banquillo de la Audiencia Nacional para responder por los atentados de la banda.

Conformidad en los últimos juicios

Anboto, que fue detenida en una operación de las autoridades francesas en 2004 junto con su pareja y entonces 'número uno' de ETA, Mikel Antza, suma condenas por un total de 298 años de cárcel. La mayor se impuso por facilitar material para el atentado del comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo en León en 1995. Iparraguirre recurrió la condena ante el Tribunal Supremo apuntando que no había pruebas suficientes que demostraran que ella era 'Anboto', pero el Tribunal Supremo confirmó el fallo íntegro en febrero del año pasado.

En 2021 sumó cinco condenas más por hechos cometidos, en su mayoría, en la década de los noventa, cuando lideró la banda junto con Mikel Antza. Destaca, por ejemplo, la condena en marzo del año pasado a 61 años de cárcel por ordenar dos atentados terroristas (uno en Bilbao y otro en Getxo entre 1994 y 1995); o la condena que le impuso la Audiencia Nacional en mayo a 39 años de cárcel por el asesinato de un cartero en la localidad alavesa de Amurrio en 1985.

En junio sumó otra condena más, esta de 46 años de cárcel, por colocar un artefacto bomba contra la Guardia Civil en la puerta de un bar en la localidad de Escoriaza (Guipúzcoa). Sin embargo, en los dos últimos juicios celebrados en septiembre y noviembre del pasado año se conformó y aceptó 15 años de prisión por cada uno de ellos. Anboto ha mantenido la tónica habitual entre los miembros de ETA de negarse a responder ante un tribunal de la Audiencia Nacional pero en sus turnos de palabra ha apelado al diálogo y al cese de la actividad armada.

Miguel Ángel Blanco

Sin embargo, la que fuera la mujer más poderosa de ETA sigue siendo un referente entre el entorno de los presos de la banda terrorista. Así consta, por ejemplo, en el sumario de la causa abierta en la Audiencia Nacional por la operación Kabat. Los chats internos, interceptados por la Guardia Civil, ponen de manifiesto que aplauden la trayectoria de los jefes de ETA. De Anboto dicen que está en la cárcel porque existe una campaña mediática en su contra pero que tendría que estar en la calle porque su libertad "abriría el camino para la excarcelación de otros presos".

No obstante, la histórica de ETA, que Interior acercó el año pasado a Álava, todavía tiene cuentas pendientes con la Justicia. Además de la vista que arranca el próximo jueves y de otros juicios que se señalarán más adelante, la Audiencia Nacional acaba de admitir una querella contra ella y otros ocho exjefes de ETA por el asesinato del concejal del PP en Ermua, Miguel Ángel Blanco, en 1997. El objetivo es acotar la autoría intelectual de este atentado en el que también está implicado su pareja, Mikel Antza.

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