"Yo todavía puedo ir andando tranquilo por Alicante porque a mí no me reconoce nadie". El argumento sale de la boca de un ex consejero de la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Su nombre todavía queda a la sombra de los ex altos directos de la CAM, como Modesto Crespo, ex presidente de la entidad, o Roberto López Abad o María Dolores Amorós, los dos últimos ex directores generales de la entidad. Ellos, como otros ex altos directivos de la caja alicantina, ya han empezado a sentir en las últimas semanas el enfado de la sociedad de Alicante hacia su gestión en la caja.
El más criticado ha sido Roberto López Abad. En las últimas dos semanas, tanto clientes como trabajadores de la caja le han sacado los colores por dejar colgada a la caja tras embolsarse una indemnización de 5,6 millones brutos. Primero fue increpado en el centro comercial La Playa de San Juan, donde un grupo de gente al reconocerle, comenzó a recriminarle su gestión en la CAM.
Hace tres sábados, López Abad tuvo que abandonar el Club de Tenis Montemar, frecuentado por la elite alicantina, por el mismo motivo. Allí acudió López Abad, junto a su mujer, para dar clases de tenis y de allí tuvo que irse sin sacar la raqueta ante los duros reproches de un grupo de socios.
Sin tanto ruido, pero de forma más sibilina es el vacío que ha empezado sentir Modesto Crespo en el club social de Elche, la localidad donde reside, donde acude a jugar al dominó. Desde la intervención de la CAM, que ha puesto de manifiesto presuntas irregularidades durante su gestión, muchos de sus socios no le quieren como compañero de partida.
Una exclusión que se puede materizalizar, en las próximas semanas, con su salida de la presidencia del Patronato rector del Misteri de Elche, una de los principales patrimonios culturales de la obra social de la CAM. En los últimos días, varios miembros del patronato, así como el Obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Rafael Palmero, le han solicitado en privado a Crepso que renuncie a su cargo por el revuelo social y político que ha suscitado la problemática situación financiera.
Mientras, otros ex altos directivos han decidido quitarse de enmedio. Tanto Vicente Soriano, ex director general de Recursos, como Agustín Llorca, ex director general adjunto, han desaparecido de Alicante hasta que amaine la situación. Su salida de la caja fue muy sonado. De hecho, Llorca anunció que se acogía al plan el mismo día en que se produjo la intervención de la caja, pero por la mañana. Llorca afirmaba en ese momento que ya había avisado de que tenía intención de prejubilarse, pero que quiso apoyar la labor de la directora general en los meses siguientes, en los que la caja estuvo buscando inversores que entraran para evitar la intervención del Banco de España, y eso retrasó su salida formal de la entidad.
La razón que aduce el entorno de Soriano es su intento por perfeccionar el inglés. Para ello, ha decidido instalarse en Londres. Mientras, Llorca ha decidido que ahora es el momento de hacer, junto a su hermano, ese viaje por Europa que tenían aparcado desde hace mucho tiempo.
Ambos sólo han roto su 'retiro' europeo para asistir a la boda de la hija de Gabriel Sagristá, ex responsable de expansión de la caja, que se produjo hace menos de un mes en una ermita en los alrededores de Palma. Al enlace, que reunía por primera vez a toda la antigua cúpula de la CAM desde su intervención, solo faltó Roberto López Abad.