España

El exsocio de José Luis Moreno denigra la serie de los 35 millones: “Era mediocre”

Alejandro Roemmers sostiene ante el magistrado del caso Titella que la superproducción que financió con 35 millones no tenía profundidad espiritual y reafirma que se siente engañado por el humorista

  • PRESENTACIÓN DEL LIBRO ‘SONETOS DEL AMOR ENTERO’ Francisco Guerra / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 17/5/2019

Alejandro Roemmers toma la palabra ante el juez del caso Titella. El empresario argentino, que ha comparecido en calidad de testigo en el procedimiento abierto contra José Luis Moreno, ha ratificado que se siente estafado por su exsocio, a quien financió con 35,2 millones de euros para realizar una superproducción sobre la vida de San Francisco de Asís. Roemmers ha rebajado el tono que mantenía en sus escritos dirigidos al juzgado, en tanto ha confirmado que la serie existe, pero la ha tildado de "mediocre".

El empresario, que ha comparecido en calidad de perjudicado por este asunto, ha delegado todas las negociaciones en la figura de Joseph Francis Fay, gestor mano derecha suya. Según fuentes presentes en el interrogatorio consultadas por Vozpópuli, el magnate ha reiterado que el trabajo que encargó al humorista no cumplió con sus expectativas ya que él esperaba una superproducción sobre la vida de San Francisco de Asís, de quien es especial seguidor. Al respecto ha dicho que se apreció que las grabaciones realizadas no tenían la suficiente profundidad espiritual.

Roemmers, que comparece semanas después de que hiciera lo propio José Luis Moreno, ha confirmado la versión de su antiguo socio de que viajó a Marruecos a visitar parte de las grabaciones de la serie, aunque ha insistido en que no tenía la calidad que debería tener para haberse presupuestado en 35,2 millones de euros. El argentino, que en sus escritos dirigidos al juzgado llegó a solicitar que embargasen las acciones de Moreno en la sociedad conjunta entre ambos, ha insistido que se siente estafado con todo este asunto, no por el monto que fue desembolsando para la serie, sino por la mala calidad de los guiones y de la producción.

"Es un ilusionista"

De hecho incluso ha dicho que tuvo que corregir algunos de los guiones y diálogos elaborados para Glow and Darkness porque no se ajustaba a la realidad de la vida de San Francisco de Asís. También ha reiterado que su trabajo en este asunto era de "mecenazgo" y que no quería sacarle dinero al proyecto sino promocionar la figura de San Francisco de Asís. El argentino, que no ha hecho declaraciones ni a su llegada ni a la salida de la Audiencia, ha apuntado, en relación al posible desvío de los fondos con los que financió a Moreno, que no tiene evidencias de que esto fuera sí y se ha remitido a Fay. "Actué de buena fe", ha precisado.

Las fuentes consultadas por este medio explican que Roemmers ha negado que presentara denuncia contra José Luis Moreno por estos hechos, aunque ha confesado que se se siente "absolutamente engañado" ya que confiaba en su antiguo socio. De él ha dicho que es un "gran actor" y un "ilusionista" y que se conocieron gracias a la intermediación de Luis María Ansón. En este punto ha explicado que el periodista y empresario le contactó explicándole que había una persona en España interesada en hacer un musical y que fue así como conoció a Moreno.

"Manejaba absolutamente todo"

Entonces el empresario, investigado en la Audiencia Nacional por su presunta implicación en una trama de estafa bancaria, le propuso hacer esta obra, aunque le reconoció que tenía problemas con Hacienda. En relación a los guiones, al reparto de funciones o al casting de actores, Roemmers ha dicho que de todo eso se encargó el productor. "José Luis Moreno manejaba absolutamente todo". Sin embargo, a medida que iba financiando el proyecto se dio cuenta de que no avanzaba al ritmo deseado, motivo por el cual fue inyectando liquidez en forma de préstamo hasta que se llegó a un punto en el que o se hacía una auditoría o se terminaban al menos los primeros capítulos.

Por esa razón, ha dicho, necesitaban que José Luis Moreno se quedara, para terminar la grabación, máxime porque él se encargaba también de la gestión de los fondos, de manera que, según ha precisado, desconocía muy bien la inversión final de todos ellos. Además, también ha razonado que ya de cara al final de la colaboración le ponía pegas para acceder a las facturas, aunque le dijo que no se preocupara por nada ya que, si faltaba financiación, la pondría él de su bolsillo. Al respecto ha denunciado que incumplió sus promesas.

Su versión choca con la defendida por el ventrílocuo desde el estallido del caso en junio del año pasado. De hecho, en su cita ante el juez el pasado 17 de febrero, volvió a apelar a la existencia de la serie. Reiteró que la ponía a disposición del juzgado y recordó que se había realizado una pericial para demostrar la realidad de la producción y la justificación de los costes. Del mismo modo negó que desviara parte de estas cuantías a otros gastos (como la financiación de un piso en Praga o para un viaje a Las Maldivas) y avanzó que convocaría una rueda de prensa para explicar más detalles al respecto.

Al margen del conflicto entre Rommers y Moreno por la presunta estafa de este último, la causa avanza con el foco puesto en esta trama que se divide en dos patas: por un lado, la relativa a la estafa bancaria que habría impulsado Antonio Luis Aguilera a través de un entramado societario pantalla y, por otro, la concerniente al narcotráfico y blanqueo de capitales en el extranjero con fondos de la red. En lo que respecta a Moreno, los investigadores solo le implican en la primera 'pata' de la causa.

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