Este martes, desde las 00:14:52 horas hasta casi las diez de la noche se produjeron frente a las costas del Bajo Ebro (Tarragona) y Vinaroz (Castellón) la friolera de 37 terremotos provocados por las inyecciones de gas en el almacén subterráneo del Castor.
El Servicio de Información Sísmica del Instituto Geográfico Nacional (IGN) se ha convertido en un coto exclusivo de registro de seísmos la zona del Golfo de Valencia durante este martes.
En esta cascada de terremotos, el que ha disparado todas las alarmas ha sido uno de 4,2 grados en la escala Richter, cuyo temblor ha provocado el miedo entre los ciudadanos de Vinaroz y las zonas colindantes. Ha sido a las 03:32:45 de la madrugada y se ha sentido en las tierras bajas del Ebro (Tarragona) y frente a las costas de Vinaroz y Peñíscola, donde se ubica el almacén de gas subterráneo de Florentino Pérez.
Hace ya más de 15 días que Escal UGS dejó de inyectar gas colchón para poner a punto el almacén ubicado a 22 kilómetros de la costa de Vinaroz y a unos 1.700 metros de profundidad, pero los terremotos no han dejado de aumentar, tanto en cantidad como en intensidad.
Ya van casi 250 terremotos desde el pasado día 11 de septiembre y los producidos en los últimos días (varios han superado los 3 grados) sí que han provocado temblores sentidos por la población.
Hay gran alarma social sobre cuáles puedan ser las consecuencias para la estabilidad sísmica de la zona no sólo en el presente, sino para el futuro, dado que el Golfo de Valencia como la zona de Murcia son áreas sensibles de actividad sísmica en España.
El descontrol producido por la avalancha de terremotos y la falta de información y transparencia mostrada por Escal, la empresa controlada por ACS, grupo del presidente del Real Madrid, obligó a Industria a cerrar temporalmente el almacén, cuyo desarrollo ha costado 1.300 millones de euros, frente a los 500 millones inicialmente presupuestados.
Escal había incluso comunicado a Industria que continuaría con las inyecciones de gas en octubre, en cuanto el Ministerio le habilitase el gas que aún le falta y que lo gestiona el Departamento que dirige José Manuel Soria.
Los terremotos, que en los primeros días, se ceñían a la zona costera de Vinaroz, Benicarló y Peñíscola, en la costa norte castellonense, se han ido extendiendo hacia la zona sur de Tarragona, concretamente a las Tierras del Ebro.
De ahí que la Generalitat catalana haya terciado hoy en la polémica. Ha pedido que se cierre definitivamente el almacén submarino y ha reclamado una reunión urgente con el Gobierno central para tratar el tema
La Generalitat de Catalunya ha exigido que se paralice totalmente la actividad de la empresa que gestiona el proyecto de gas submarino Castor en les Terres de l'Ebre a causa de los sucesivos seísmos que se están produciendo en la zona. También reclama una reunión urgente con el gobierno español para tratar este tema, según ha informado Catalunya Informació.
El delegado de la Generalitat en las Terres de l'Ebre, Francesc Xavier Pallarès, ha reclamado que el proyecto de inyección de gas se pare del todo porque es perjudicial y ha alertado de la posibilidad de que ACS haya incurrido en negligencia a la hora de inyectar el gas o al no contemplar todas sus consecuencias y las posibles filtraciones de gas que se hayan producido estos días en el reservorio. De la misma manera se ha pronunciado Xavier Goula, jefe del Área de Sismología del Instituto Geológico de Catalunya, que ha asegurado que si la intensidad de estos seísmos aumenta, nos encontraríamos ante una situación preocupante, informa La Vanguardia.