La decisión del gobierno de Pedro Sánchez de conceder la propiedad del palacete del número 11 de la Avenue Marceau de París al PNV ha generado una tormenta de críticas y dudas sobre la legitimidad histórica y jurídica de esta medida. Lo que podría haberse manejado como un acto de restitución histórica ha terminado siendo interpretado como un ejemplo de libro de cómo se pueden comprar voluntades políticas mediante la concesión de un patrimonio de incalculable valor.
El palacete, actualmente sede del Instituto Cervantes en París, está profundamente vinculado con la historia del primer Gobierno vasco presidido por José Antonio Aguirre. En 1936, tras la constitución de este gobierno en plena Guerra Civil Española, se estableció una delegación en París, liderada por Rafael Picavea. Este edificio se convirtió en el epicentro de las operaciones del Gobierno vasco en el exilio.
Sin embargo, el inmueble fue adquirido oficialmente en 1937, un año después de la caída de Bilbao en manos de las fuerzas franquistas, y bajo circunstancias que han alimentado las dudas sobre su financiación y propiedad. La compra se realizó a través de Marino Gamboa, un testaferro con conexiones tanto con el Gobierno vasco como con el gobierno republicano de Negrín.
El Estado español reclama la propiedad del edificio desde 1951, cuando una sentencia firme de la justicia francesa atribuyó el inmueble al régimen franquista, al considerar que había sido adquirido con fondos de la Segunda República.
La polémica cesión al PNV
El pasado diciembre, el Gobierno español publicó un real decreto en el que se concedía la propiedad del palacete al PNV, basándose en su “vinculación histórica” con el edificio. Esta decisión desató una ola de críticas, al interpretarse como un intento de Pedro Sánchez por asegurar el apoyo del partido nacionalista vasco en lo que resta de legislatura.
El PNV, por su parte, no tardó en reivindicar su derecho histórico sobre el inmueble. En un comunicado publicado en su página web, el partido aseguró que la transferencia del dinero para la compra del palacete se realizó el 12 de septiembre de 1936, incluso antes de la constitución del Gobierno vasco. Sin embargo, los historiadores cuestionan esta afirmación, argumentando que no hay pruebas concluyentes de que el dinero transferido tuviera ese destino específico o que los nacionalistas siquiera conocieran la existencia del edificio en ese momento.
Financiación opaca y preguntas sin respuesta
La financiación de la compra del palacete ha estado rodeada de opacidad desde el principio. Según el PNV, el dinero provenía de donaciones de la comunidad vasca en América, gestionadas por figuras como Belausteguigoitia en México y la familia Sota, una de las más ricas de la época. Sin embargo, los registros históricos indican que el Gobierno vasco recibió un crédito sustancial de la Segunda República, cifrado en unos 500 millones de pesetas de la época, para financiar sus operaciones tras su creación en octubre de 1936.
La posibilidad de que parte de ese crédito republicano se utilizara para adquirir el inmueble plantea serias dudas sobre la propiedad del edificio. Si el dinero provenía del Estado español, entonces el palacete debería haber sido destinado al Gobierno vasco en el exilio, no al PNV como partido.
El trasfondo histórico del expolio y la posguerra
El contexto histórico también arroja sombras sobre las acciones del Gobierno vasco durante la Guerra Civil y su exilio. Según el historiador José Ángel Sánchez Asiain, el Gobierno vasco evacuó importantes cantidades de dinero, joyas y valores de los bancos de Bilbao para evitar que cayeran en manos franquistas. Tres barcos fueron fletados para trasladar este tesoro a Francia, Países Bajos e Inglaterra. Aunque el objetivo declarado era proteger esos fondos, nunca fueron puestos a disposición del Gobierno republicano, lo que generó tensiones y desconfianza.
En paralelo, el Gobierno vasco continuó reclamando fondos a la Segunda República, incluso cuando ya había asegurado parte del tesoro bilbaíno. La implicación de Marino Gamboa, quien también intentó apoderarse del oro y las joyas del yate Vita en su camino a México, refuerza la percepción de que las prioridades del Gobierno vasco no siempre estaban alineadas con las del esfuerzo republicano en la guerra.
La decisión del Gobierno español de ceder el palacete al PNV ha sido calificada como una “obscenidad” política. Más allá de las implicaciones históricas y jurídicas, el gesto refuerza la narrativa de que las concesiones patrimoniales pueden utilizarse como moneda de cambio para asegurar apoyos parlamentarios.
Reacciones de la oposición y posibles acciones legales
La oposición política ya ha anunciado que estudiará la posibilidad de recurrir la decisión por vía judicial. Argumentan que la adjudicación del palacete al PNV carece de una base jurídica sólida y que podría contravenir el principio de igualdad de trato en la gestión del patrimonio público.
El foco también está en el decreto que oficializa la entrega del inmueble. En él se menciona la “vinculación histórica” del edificio con el PNV como justificación principal, pero no se aporta evidencia concluyente de que el partido sea su propietario legítimo. Esto abre la puerta a que los tribunales puedan revertir la decisión y devolver el inmueble a una entidad pública, preservando así su carácter de bien de interés general.
logowa4117
16/01/2025 12:02
Será para compensar lo que no pudieron llevarse en 1937, cuando el PNV esquilmó los bancos y cajas de Vascongadas para apropiarse indebidamente de patrimonio robado a la población con un valor de cerca de 7.000 millones de pesetas de la época. Lo relata bien Julen Lezamiz en su tesis doctoral. De vergüenza.
jgarejula2
El TC debería ser una sala del Supremo. Nada más. Pero los políticos del 78 lo diseñaron para que fuese lo que hoy es: un tribunal político omnipotente y omnipresente al servicio de los políticos. Siempre ocurre lo mismo: los sistemas no son buenos o malos per se sino que son las personas las que son buenas o malas y hacen un buen o un mal uso. Un martillo es neutro, lo mismo clava un clavo que abre una cabeza.
MataNarcisos
16/01/2025 19:02
El tractor de Aitor, tiene el depósito más lleno con este Palacete, y ese es el chollo, y de ahí los apoyos..... ¡SE HAN DADO CUENTA COMO GUSTAN TODA CLASE DE PALACETES A ESTOS, DA IGUAL QUE SEAN IZQUIERDA EXTREMA, O BURGUESES VASCOS, TODOS SE PIRRAN POR UN BUEN PALACIO. Y más si es gratis a cargo del contribuyente, que ese siempre paga todo.
MACMalayerba
17/01/2025 00:02
Esto también lo incluirá "Pedro Maduro I de España" en las memorias de su democracia?? Exprópiese!!!! Y los jubiletas de Bilbao saldrán a manifestarse, porque NO le dan habitación en el palacete, en los viajes del IMSERSO.
MACMalayerba
17/01/2025 00:19
Esto también lo incluirá "Pedro Maduro I de España" en las memorias de su democracia?? Exprópiese!!!! Y los jubiletas de Bilbao saldrán a manifestarse, porque NO le dan habitación en el palacete, en los viajes del IMSERSO.