Tribunales

García Ortiz asegura ante el juez que ha cambiado seis veces de teléfono en los últimos cuatro años

El fiscal general ha detallado que guarda información sensible en su móvil y que, por ello, se produce un cambio de terminal móvil de manera periódica

  • Fachada del Tribunal Supremo -

El fiscal general del Estado ha asegurado este miércoles ante el Tribunal Supremo que ha cambiado hasta en seis ocasiones de terminal móvil durante los últimos cuatro años. Su papel como máximo representante del Ministerio Público le obligan a acumular miles de datos de extrema importancia institucional, además de personales, por lo que desde la FGE se ha puesto en marcha este protocolo.

Según fuentes jurídicas, Álvaro García Ortiz ha detallado en sede judicial que en sus dispositivos móviles se acumulaba información sensible sobre procedimientos judiciales e, incluso, investigaciones internacionales. En este contexto, el investigado ha defendido que el pasado 23 de octubre tocaba de nuevo cambiar de teléfono. Según su versión, el hecho de que dicho cambio se produjese una semana después de que el Supremo abriese causa contra él, no implica una intencionalidad sino que la fecha fue fortuita. 

Cabe recordar que la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) desveló en uno de sus informes que el fiscal general del Estado había cambiado de terminal móvil tan solo cinco días antes de que los investigadores efectuaran el registro de su despacho en Fortuny 4. Este cambio provocó que los agentes encontraran "0 mensajes" en las aplicaciones de mensajería del dispositivo encontrado en el registro durante los días objeto de investigación.

No obstante, el instructor quiere localizar dichos mensajes, claves para avanzar en la investigación, por lo que ya dictó una comisión rogatoria para requerir a WhatsApp y Google todos los datos relacionados con el fiscal general del Estado. El instructor acordó dichas diligencias tras la petición de la UCO para recuperar todos los mensajes de las aplicaciones de mensajería instaladas en los dispositivos vinculados a Álvaro García Ortiz.

En concreto, el juez pidió a las compañías rastrear los mensajes recibidos y enviados desde el teléfono del máximo responsable del Ministerio Público. Una medida que acoge también aquellos chats o archivos multimedia almacenados en la aplicación de WhatsApp durante los días previos a la filtración de datos confidenciales del novio de Isabel Díaz Ayuso. 

El fiscal general ha negado, además, haber filtrado el correo enviado por la defensa de González Amador al fiscal de delitos económicos Julián Salto o haber compartido información al respecto con algún periodista o miembro cercano al Gobierno. García Ortiz ha sido muy tajante a la hora de afirmar que no ordenó a ningún fiscal emprender ninguna actividad al respecto y que, en ningún momento, se buscó perjudicar al investigado. 

En su comparecencia en sede judicial, el fiscal general se ha negado a declarar a las preguntas del juez y sólo ha contestado a las cuestiones planteadas por el abogado del Estado que ejerce su defensa. Subido al estrado, García Ortiz ha apuntado al juez por dirigir una instrucción bajo una idea preconcebida que le impide "descubrir la verdad". 

 

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