El centro para menores migrantes de la Casa del Mar de Arrecife seguirá funcionando pese a su estado porque "es muy complicado encontrar espacios" alternativos en Lanzarote, ha dicho este sábado el viceconsejero canario Francisco Candil, admitiendo, no obstante: "tenemos claro que es un centro que tiene que cerrarse".
Sin embargo, "la Casa del Mar está abierta y va a seguir abierta mientras no encontremos otros lugares para poder albergar a esos menores", ha anunciado Candil, viceconsejero de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, durante una visita a Lanzarote para tratar con el Cabildo Insular la situación del centro.
Un espacio que "tuvimos que habilitarlo de emergencia para atender a estos menores de forma temporal, y aún no hemos podido cerrarlo", ha sostenido en nombre de la Comunidad Autónoma, cuyo proceder en este asunto ha justificado, frente a críticas de abogados, partidos políticos, sindicatos y hasta Fiscalía, aduciendo que está afrontando en solitario un problema que excede sus competencias y medios.
Y ha respaldado su postura el consejero de Bienestar Social del Cabildo de Lanzarote, Marci Acuña, con quien se ha entrevistado Candil, y que ha afirmado que en la isla "tenemos una sobresaturación en los centros de menores y necesitamos de forma urgente ayuda por parte del Estado y de las comunidades".
Apostillando, además: "La situación que hemos visto con el centro de Arrecife viene a demostrar justamente eso".
Francis Candil ha subrayado que el problema afecta a toda Canarias, que acoge actualmente a unos 5.500 menores migrantes, ha expuesto, asegurando que la causa es que "este territorio está dando respuesta a la mayor crisis humanitaria y de migrantes que ha habido en toda la historia en España" en solitario.
De tal modo que, incluso, "hemos pedido colaboración al Ministerio de Defensa, para que nos cedan instalaciones", pero se ha respondido "con total negativa", ha planteado.
Esa situación y la falta de auxilio "nos pone ante problemas muy graves, dado que no tenemos espacios y, como consecuencia, ocurre esto, que no ofrecemos las condiciones que necesitan estas personas", ha añadido el viceconsejero.
Con todo, Candil ha querido destacar que, a su entender, cuando se han denunciado tanto las instalaciones de la Casa del Mar como el trato que reciben los 55 menores alojados allí se ha exagerado, porque -ha afirmado- "la imagen que se ha querido ofrecer del centro dista bastante de la realidad y del día a día" del lugar.
Como prueba, ha relatado que la semana pasada "se pintó todo el centro y se han hecho inversiones para mejorar las instalaciones eléctricas", puesto que algunos de los factores por los que se cuestionan las instalaciones es porque el mal estado de cables estropeados, ventanas con cristales rotos y otros elementos las convierten en un entorno peligroso para los chicos, según quienes han denunciado su situación.
Al respecto, Candil ha reconocido que en mayo hubo una inspección y se comunicó que había que mejorar las instalaciones, pero ha sostenido que se ha obedecido ese mandato, porque "se han hecho esas obras" que se reclamaban en beneficio de los menores que pernoctan allí, insistiendo en que, aunque no sean idóneas, deberán continuar soportando las condiciones de vida del lugar.
Ya que "tenemos claro que es un centro que tiene que cerrarse, pero lo cerraremos cuando dispongamos de nuevas instalaciones", un objetivo que "en esta isla es muy complicado", con lo cual, de momento, el albergue habilitado en la Casa del Mar "tendrá que continuar abierto", ha sentenciado el responsable regional de Bienestar Social.