Rafael Ramírez, el exministro de Petróleo del Gobierno de Hugo Chávez, ordenó en 2007 contratar a dedo a las empresas de Alejo Morodo, hijo del exembajador de España en Venezuela Raúl Morodo. Así consta en un documento oficial de 9 de octubre de 2013 firmado por el secretario general de Entes Corporativos de Petróleos de Venezuela (PDVSA), Álvaro Ledo Nass, en el que explica a su superior el origen de la contratación de las firmas Furnival, Aequitas y Consultores Asociados.
Raúl Morodo fue embajador de España en Venezuela entre 2004 y 2007. Tras cesar en este cargo, tanto él como su círculo familiar más íntimo, especialmente su hijo Alejo Morado Cañeque y varias empresas vinculadas, al menos entre los años 2011 y 2015 recibieron fondos procedentes de la empresa pública PDVSA por un valor de 5,4 millones de euros, que según la fiscal de anticorrupción Ana Cuenca no concuerdan con la lógica comercial.
En el escrito, al que ha tenido acceso Vozpópuli, Álvaro Ledo Nass especifica que "desde 2007, por instrucciones del ministro del Poder Popular de Petróleo y Minería y presidente de PDVSA, [Ramón Rodríguez], ha requerido los servicios de asesoría corporativa internacional y apoyo a la presidencia de la empresa en materia de regulaciones y reglamentaciones internacionales, así como en materia fiscal, de parte de Furnival, Aequitas y Consultores Asociados, y posteriormente sustituidas por Marpa Asesores y Consultores SL" sociedades vinculadas con el entorno familiar de Raúl Morodo y con otros trabajadores de nacionalidad venezolana de la empresa pública del país sudamericano.
Hugo Chávez
El documento, dirigido al que en 2013 era el vicepresidente de Exploración y Producción de PDVSA, Eulogio del Pino, apunta que la decisión de recurrir a los servicios de Morodo se originó en el corazón mismo del Gobierno de Hugo Chávez.
En este sentido, indica que la contratación de las empresas de Alejo Morodo se inició meses antes de que su padre, un exdirigente histórico socialista que fue nombrado embajador pese a que no era diplomático de carrera, dejara oficialmente la Embajada española de Caracas el 31 de agosto de 2007.
"Desde la creación de PDVSA Ibérica SL [el 6 de junio de 2007], la Corporación ha tenido la necesidad de apalancar (profundizar) su presencia en el Reino de España y Europa, razón por la cual se contrataron los servicios de tres consultoras: Furnival, Aequitas y Consultores Asociados SL, que se encargaron de dar todo el apoyo jurídico y logístico legal en España", destaca este abogado, que también relata que PDVSA requirió apoyo legal de estas firmas en una operación empresarial desarrollada en Portugal.
Sociedad instrumental
La sociedad Aequitas Abogados y Consultores Asociados, domiciliada en Madrid, se constituyó el 11 de mayo de 2007 bajo el control de Alejo Morodo y su mujer, la ciudadana portuguesa Ana Caterina Varandas. Según la fiscal Ana Cuenca, Aequitas "es una sociedad instrumental creada con la finalidad de canalizar los fondos aparentemente ilícitos recibidos por la misma de la sociedad venezolana PDVSA".
Además, en el escrito consta como aprobado por Eulogio del Pino dos reclamaciones que realiza el letrado de PDVSA. La primera es una asignación presupuestaria extra de 2,1 millones de euros "para honrar los compromisos adquiridos" con las mercantiles de los Morodo, que solo para el periodo 2012-2013 tenían comprometidas 5.188.384 euros.
Al mismo tiempo solicita una prorroga de un año en los trabajos de consultoría encargador por el exministro Rafael Ramírez, con el mismo presupuesto de 5 millones de euros.
Le conocía
No es la primera vez que aparece en el caso Morodo el nombre de Rafael Ramírez, una de las personas de la más estrecha confianza de Hugo Chávez. En su declaración como investigado, Raúl Morodo admitió que conocía al entonces ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, que también ejercía como presidente de PDVSA.
Sin embargo, restó importancia a este vínculo, ya que dijo que únicamente había coincidido con él en actos oficiales "por razones de protocolo". También reconoció que su hijo, Alejo, sí había trabajado para la estatal venezolana. Pero aseguró en que él, como embajador, no había influido de ninguna manera con sus contactos en la élite política caraqueña.
Por su parte, el ciudadano venezolano Juan Carlos Márquez Cabrera, que se suicidó después de iniciar su colaboración con la Fiscalía anticorrupción y con el juez Santiago Pedraz, indicó en su declaración que contrató a Alejo Morodo "por orden expresa de Rafael Ramírez".
Asdrúbal Chávez
Un informe de la Agencia Tributaria incluido en el sumario ya había puesto sobre la mesa los vínculos de las contrataciones al clan Morodo con el núcleo mismo el chavismo: "Atendiendo al escaso, por no decir nulo, detalle en relación con los trabajos que desarrolla podríamos apuntar a la existencia de ingresos no justificados, opción por la que esta inspección no ha optado al encontrarnos con indicios que apuntan al desarrollo de trabajos personales y directos de Alejo Morodo con Eulogio del Pino y [al primo de Hugo Chávez] Asdrúbal Chávez, miembros del Consejo de Dirección de PDVSA", señalan en su informe los investigadores de la Agencia Tributaria.
Una empleada de PDVSA informó a la Agencia Tributaria ed que Alejo Morodo "se reunía con Elogio del Pino, vicepresidente de exploración y persona con competencias en el ámbito internacional, y con Asdrúbal Chávez, vicepresidente de refinación, los cuales a su vez ocupaban cargos en otras empresas filiales de PDVSA".
En 2017 Del Pino fue detenido a petición de la Fiscalía General de Venezuela, en el marco de "la labor de desmantelamiento del cártel que ha ido poco a poco golpeando la industria petrolera, causando graves daños patrimoniales al país", según explicó el fiscal Tarek William Saab. En 2018 Estados Unidos revocó la visa a Chávez, pese a que ocupaba el cargo de presidente de la filial de PDVSA en Estados Unidos.
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