España

El juez del 'caso Urdangarín' hace caso omiso (de momento) a los 'emails' que salpican a la Casa Real

El magistrado José Castro no utilizó ningún dato de los comprometedores correos electrónicos entregados por el socio del duque de Palma en el escrito en el fijó la millonaria fianza civil para ambos. Fuentes jurídicas recalcan que el valor jurídico de los mismos es "más que dudoso" y que las pruebas contra los principales acusados son tan concluyentes que el instructor no baraja de momento esgrimirlos en futuros escritos de acusación.

Bombas informátivas, fogueo jurídico. Los comprometedores correos electrónicos que el socio de Iñaki Urdangarín en el Instituto Nóos, Diego Torres, ha entregado en las últimas semanas en el juzgado de Palma de Mallorca que instruye el sumario contra ambos han tenido de momento escasa repercusión jurídica. El magistrado instructor, José Castro, los ha ignorado por ahora en sus escritos, entre ellos el reciente auto por el que fijó una fianza de más de 8 millones de euros para el yerno del rey y el propioTorres. "Su validez jurídica es más que dudosa", aseguran fuentes jurídicas de la acusación que, sin embargo, no descartan que las anunciadas futuras entregas de nuevos 'emails' --se ha hablado de hasta 200-- hagan al juez Castro reconsiderar su posición sobre los mismos.

Fuentes jurídicas insisten en que para que los 'emails' sean válidos como prueba, Torres debe "justificar cómo los consiguió" si él no es ni destinatario ni emisor

Estas mismas fuentes destacan que para que dichos documentos tengan algún valor jurídico Diego Torres "tiene que justificar cómo consiguió los mismos, sobre todo porque él ni es el destinatario ni el emisor. ¿Cómo llegaron entonces a sus manos?". Además, continúan, "si el juez decidiera más adelante darles valor de prueba, encargará a la Policía un informe pericial que confirme que los mismos son reales y no simples papeles amañados. Y, por ahora, no ha hecho ni amago de pedir nada de eso", añaden. "Todos sabemos que la defensa del socio de Urdangarín los está utilizando para lanzar mensajes a la Casa Real y no para articular una defensa jurídica para su cliente", concluyen.

La escasa repercusión jurídica --que no mediática-- que han tenido las tres tandas de correos electrónicos presentados hasta la fecha en el juzgado por el defensor de Torres queda de manifiesto en el último escrito del juez, el auto de 542 páginas en el que fijaba la millonaria fianza civil para los dos socios del Instituto Nóos: en él no hay ninguna referencia a dichos emails o su contenido. El documento judicial, un auténtico escrito de acusación contra el duque de Palma y su antiguo profesor, incluye toda una cascada de pruebas documentales y testificales contra ambos que "dejan bien claro que es innecesario recurrir a esos correos para sustentar las acusaciones contra ellos", añade otro abogado personado en la causa.

Imputado... por ahora

Este letrado destaca, de hecho, un detalle: en la última tanda de mensajes electrónicos la figura del asesor de las infantas, Carlos García Revenga, "salía muy mal parada y, sin embargo, en el auto del juez éste deja claro que, en su opinión, el nombre del empleado de la Casa Real fue utilizado sin su consentimiento por los dos acusados para conseguir clientes institucionales". ¿Entonces, por qué lo ha citado a declarar el próximo 23 de febrero, justo después después del propio Iñaki Urdangarín? "El juez Castro no es ajeno al revuelo que se ha montado entorno a su figura y no descarto que su imputación, que le permite acudir con abogado, sirva, precisamente, para dar carpetazo a cualquier acusación en su contra", augura antes de recordar que "hasta ahora no había ni un sólo indicio de la implicación del secretario de las infantas en el sumario".

Todas las partes personadas en la causa están convencidos de que el socio del duque hará públicos más correos coincidiendo con su próxima declaración y la del yerno del rey

Dos abogados presentes en la causa consultados por este diario insisten en que el magistrado instructor "no está dispuesto" a que el letrado de Diego Torres, Manuel González Peeters, "le marque los tiempos en la instrucción ni que utilice el sumario para lanzar amenazas cada vez menos veladas contra Urdangarín y la Casa Real". "El juez no va a cercenar el derecho de defensa de ningún acusado, pero tampoco va a consentir que el caso se convierta en un sainete dirigido a golpe de titular de periódico", agrega una de estas fuentes jurídicas antes de lanzar una pregunta retórica: "¿Alguien se cree aún que el juez va a llamar a declarar a Corinna [zu Sayn-Wittgenstein], la amiga del rey, porque en un correo se aseguraba que acudió como invitada a uno de los actos organizados por Urdangarín?".

No obstante, ninguna de las fuentes consultadas quiere cerrar la puerta a una hipotética utilización futura de alguno de los documentos que a cuentagotas está aportando la defensa de Torres al sumario. "Todos damos por hecho que en los próximos días habrá nuevas revelaciones, posiblemente con datos supuestamente comprometedores para miembros de la Casa Real", asegura una de ellas. ¿Contra quiénes? "El nombre de José Manuel Romero, Conde Fontao y asesor de rey, ya ha salido y puede seguir saliendo. Algo más contundente contra la infanta Cristina de lo que ha hecho público hasta ahora, tal vez sobre el propio monarca...", se aventura uno de los abogados, quien añade que "lo único claro es que las nuevas revelaciones revolotearán entorno a dos fechas claves: el 16 y el 23 de febero, cuando tienen que ir a declarar, primero Torres y su mujer, y el segundo día, Urdangarín".

En esta última apreciación coinciden todas las fuentes. También en que la estrategia de Torres es muy clara: morir matando. "Él ha asumido que la condena es inevitable y su último objetivo es sacar del caso a su mujer [Ana María Tejeiro, también imputada]. Si no lo consigue, hará todo lo posible para que en el banquillo de los acusados se siente también la infanta Cristina". Para ello, aún guarda nuevas bombas en forma de correos electrónicos. El juez Castro valorará si los mismos dejan de ser simple munición mediática capaz de llenar titulares a cinco columnas y dar la puntilla a la imagen de Iñaki Urdangarín, y pasan también a ser pruebas de cargo. Por ahora, no las ha considerado como tal y su intención sigue siendo dar por concluido el sumario cuanto antes para que el duque de Palma, su socio en el Instituto Nóos y el resto de los imputados sean juzgados antes de que acabe el 2013.

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