El magistrado del Tribunal Supremo (TS) Ángel Hurtado ha decidido mantener separadas a las cuatro acusaciones populares personadas en la causa donde investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un presunto delito de revelación de secretos contra Alberto González Amador, el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
En su auto, el instructor explica que, aunque existe una generalizada tendencia a agrupar a las acusaciones bajo una misma representación, ello no significa que deba convertirse en regla general sin analizar las circunstancias de cada caso.
Hurtado considera que, de las cuatro acusaciones populares personadas en esta causa, dos de ellas, el Colegio de Abogados de Madrid y la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF), tienen intereses corporativos propios, que no coinciden con los del resto de las acusaciones, por lo que deben llevar por separado sus respectivas postulaciones.
Respecto a las otras dos acusaciones, el sindicato Manos Limpias y la Fundación Foro Libertad y Alternativa, el instructor no ve inconveniente a que, por ahora, sigan manteniendo su propia representación y defensa, ya que la diferencia a que sea una más, o dos, las acusaciones populares que intervengan en la causa, en principio, no perturbaría, la buena marcha del proceso.
De esta forma, Hurtado acuerda lo opuesto a lo decidido por su compañero Leopoldo Puente, instructor del 'caso Koldo' en el TS, que ha optado por unificar a las siete acusaciones populares bajo la dirección letrada del PP.