El nombre de Ángel Víctor Torres siempre aparece. A priori, nunca como protagonista, o como urdidor de una trama corrupta; sí como un personaje a menudo presente en el elenco de los casos que han llenado el puño y la rosa del PSOE del pringue corrosivo de la corruptela en los últimos meses. En concreto, cinco; todos, en el marco de su anterior desempeño como presidente de Canarias y no por su actual responsabilidad al frente del Ministerio de Política Territorial. Caso Koldo, caso mascarillas, caso PCR, caso mediador (también conocido como Tito Berni, por el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo) y caso Hidrocarburos. Cinco frentes abiertos aún sin dilucidar, sin sentencia en los tribunales, en los que Torres es uno de los principales nexos de unión de todos ellos.
Sobre muchos de los cabos sueltos en estos asuntos fue interrogado este jueves, en la comisión de investigación que indaga, sobre todo, en las ramificaciones del caso Koldo en el Senado. "Como me van a querer entrampar, no voy a decir que no le he visto nunca. Igual aparece alguna foto en un cumpleaños determinado", dijo Torres de Víctor de Aldama, principal comisionista de la trama con epicentro en el Ministerio de Transportes mientras estuvo dirigido por José Luis Ábalos (2019-2021). Y el hombre que lo apuntó directamente el pasado viernes, en la Audiencia Nacional, además de este miércoles en una entrevista en la COPE.
Torres, precisamente, aludía al 60 cumpleaños de Ábalos, que celebró en un restaurante propiedad de Aldama en 2019. El ministro aseguró no haber tenido "ningún trato ni relación estrecha personal" con el comisionista y rechazó rotundamente haberle pedido 50.000 euros, como asegura el particular Bárcenas del PSOE. "Yo abomino de la corrupción", zanjó Torres frente a los senadores presentes, prometiendo que dejaría su cargo si algo parecido se demuestra. "Si alguien es capaz de demostrar que yo le he pedido a alguien un sólo euro en mi labor pública, yo lo dejo", expuso.
No obstante, si en el Congreso afirmó que con Koldo García Izaguirre no habló de contratos y que no recordaba a Ignacio García Tapia –uno de los testaferros de Aldama, según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil–, en el Senado introdujo un sonoro matiz. Que con el ex-hombre-para-todo de Ábalos no habló de mascarillas, pero sí de PCRs. Así ha quedado atestiguado en el marco de la investigación. "Aprieta con los PCR que lo consigues seguro, queda nada para que los pongan", o "llámame, por favor, tema PCR buenas noticias", fueron algunos de los mensajes enviador por Koldo al entonces presidente canario.
"Resulta significativo para esta causa que añadiera que el ministro tenía conocimiento de esta propuesta, ya que no deja dudas de que para influir en otros funcionarios públicos se valdría de su relación con Ábalos", reza el informe de la UCO. Además, se ha demostrado cierta una reunión con Tapia, conocido en la trama con el sobrenombre de Nacho Flashback. Miembro de los conocidos como 4 Mosqueteros de la trama, Tapia envió un mensaje a Torres en el que le informaba de las indicaciones recibidas por Koldo. "Simplemente ponerme a disposición para lo que necesitéis, me dijo Koldo que estuviera pendiente por si necesitáis algo y así lo hago", aseguró en un mensaje personal, enviado vía WhatsApp en agosto de 2020.
Torres también esquivó las preguntas sobre Claudio Rivas, socio de Aldama en la trama de los hidrocarburos que dio con los huesos del presidente del Zamora en prisión. El ministro de Política Territorial aseguró que no lo recuerda. Pero que, si se ha reunido con él, no fue para hablar de hidrocarburos. Además, más allá de no aclarar por qué sí se querella contra Aldama pero no contra Koldo, dejó en el aire preguntas concretas sobre qué pasó con la reclamación a Soluciones de Gestión del dinero de 800.000 mascarillas defectuosas y por qué compartió mesa y mantel con un empresario al que su Gobierno pagó cuatro millones por otras mascarillas que nunca llegaron.