El viento y la lluvia afectan de manera importante a los niveles de Polen, así lo ha recordado la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
No son los únicos. “Las lluvias de este mes van a hacer que la polinización sea más larga. Las plantas van a tener suficiente agua para extender el periodo de polinización. Esto anticipa la polinización y retrasa el verano, alargando la primavera y aumentando el riesgo de síntomas para personas alérgicas”, explica a Vozpópuli, Juan José Zapata, presidente del comité de aerobiología clínica de la SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica).
Juan José Zapata junto a una maquina captadora de polen
Y es que al igual que las lluvias de este mes han sido inusuales, inusual pueden ser también los niveles de concentración de polen en el aire.
“En una temporada cálida sin lluvias, las plantas polinizan solo por un corto periodo. Pero si hay humedad, pueden seguir polinizando, alargando la temporada de polen”, añade Zapata.
Recomendaciones
Ahora, que después de tantos días ha vuelto a salir el sol, es el turno del polen primaveral, que aunque no sea una enfermedad grave, se trata de una condición molesta y que condiciona la vida de quienes la padecen.
En un primer momento, el Doctor Zapata afirma que este año uno de los pólenes que más afectan a la población, el del plátano de sombra, verá intensificada su polinización debido a las lluvias.
“Los alergólogos recomendamos no abrir las ventanas durante los periodos de máxima polinización. También debemos evitar tender la ropa fuera, puesto que el polen se queda en ella y nos lo llevamos puesto”, indica el doctor que también menciona lo importante que es el uso de mascarillas y gafas de sol. “Si podemos cambiar los filtros de aire de nuestras casas y evitar lugares arbolados como parques o salir mucho al exterior, los síntomas se verán reducidos”, recuerda el alergólogo.
¿Cómo se mide la concentración de polen?
El experto advierte de que la humedad también aumenta la cantidad de esporas que sueltan los hongos, algunas produciendo una sintomatología similar al polen, pero es menos común. Recomienda también a los alérgicos tomar la medicación desde que se producen los primeros síntomas, y no tomar nada que no les hayan recetado.
En la SEAIC cuentan con una red de captadores de Polen, se trata de unos aparatos que cuentan con una pequeña “nariz” y por dentro una cinta que avanza a 2 milimetro por hora y pasando al lado de la “nariz” y recogiendo el polen que se posa, es decir, se pega en la cinta. “Luego aplicamos un colorante y podemos ver por días la cantidad de polen pegado a la cinta. Más adelante aplicamos una fórmula con la cual sabemos cuánto polen hay por metro cúbico", comenta Zapata.
Una vez los expertos tienen estos datos, los vuelcan en un mapa disponible en internet, donde los alérgicos pueden consultar la cantidad de polen en su zona y de qué plantas proviene.
“Se están probando captadores con inteligencia artificial que ofrecen resultados en tiempo real. Pero, son costosos, alrededor de 100.000 euros por cada dispositivo, y además, se necesita de personal especializado, lo cual aumentaría los costes. Aun así, esto es el futuro y tarde o temprano acabarán llegando a nuestras vidas y a la de los alérgicos”, concluye el experto.
