Cada año, millones de personas sufren los síntomas de la alergia. En función del tipo, algunas se ven agravadas en ciertas épocas del año, mientras que otros tipos como las alergias alimentarias se mantienen de forma constante y deben evitarse a diario. Los síntomas y efectos en la salud son de lo más variados, y pueden ir desde las erupciones cutáneas hasta los problemas gastrointestinales y respiratorios. Para estos últimos, que según estimaciones suponen un 40% de la población, surge una nueva forma de detectar alergias menos invasiva para ellos, haciendo del proceso de diagnóstico algo mucho más llevadero.
Los investigadores de Ibima Plataforma Bionand y el Hospital Regional de Málaga son los encargados de liderar el estudio que permite diagnosticar una patología que afecta a millones de personas. Así, la Junta de Andalucía ha adelantado que esta metodología permitirá un mejor diseño del tratamiento en estos pacientes. Esta consiste en una "prueba de laboratorio realizada mediante una muestra de sangre" que permite diagnosticar la rinitis alérgica.
Nueva prueba de alergia: pacientes más beneficiados
Los pacientes de la rinitis alérgica serán los más beneficiados por esta nueva prueba, ya que evitarán los síntomas y problemas más frecuentes en estos casos al hacer las pruebas de alergia. Así, para detectar este problema es importante conocer las señales más inmediatas tras estar en contacto con la sustancia a la que se tiene alergia. Estos son la picazón en la nariz, boca, ojos, garganta o cualquier área. Además, surgen problemas con el olfato, rinorrea -goteo nasal-, estornudos y ojos llorosos.
Posteriormente pueden surgir otros síntomas, como la congestión nasal, la tos y los oídos taponados. El dolor de garganta también es de lo más frecuente, aunque también pueden aparecer círculos oscuros e hinchazón debajo de los ojos, fatiga e irritabilidad y dolor de cabeza. Así, el tratamiento más eficaz es el más evidente: evitar el polen o sustancia que causa los síntomas. También se puede consumir medicamentos previamente recetados por un médico y especialista. Además, los lavados nasales pueden ayudar en los casos más leves.
Asma y rinitis alérgica
La rinitis alérgica es el principal motivo de consulta en alergología, y más del 80% de los pacientes con asma alérgica suele presentar ambas enfermedades. Para llegar a un diagnóstico preciso es necesario realizar pruebas de exposición controlada con alérgenos -de la forma más clásica, se administran cantidades de las sustancias sospechosas para evaluar los síntomas-. Así, sufrir rinitis alérgica puede suponer un reto aún mayor para aquellos que ya tienen asma, una enfermedad crónica que provoca la hinchazón y estrechamiento de las vías respiratorias, provocando tos y opresión en el pecho.
Finalmente, los resultados del estudio han mostrado que esta prueba permite diagnosticar al 80-100% de los pacientes con pruebas cutáneas positivas y hasta al 75% de los pacientes con pruebas cutáneas negativas. Los investigadores han demostrado que la gravedad de la rinitis alérgica o la presencia de conjuntivitis en los pacientes alérgicos se correlaciona con la positividad en esta prueba, lo que permitiría en el futuro mejorar la prueba en pacientes con estas características.
