El Ministerio de Defensa se ha propuesto el objetivo de combatir la contaminación acústica en las Fuerzas Armadas. El plan pretende reducir los ruidos realizados por los miembros del Ejército de Tierra, Armada y Ejército del Aire y del Espacio en el transcurso de las maniobras o actividades que se desarrollan en las inmediaciones de núcleos urbanos, para evitar molestias entre la población civil. Todo ello, apuntan desde el departamento que dirige Margarita Robles, sin afectar a la operatividad de las misiones militares.

Según ha podido saber Vozpópuli, el Ministerio de Defensa trabaja en el desarrollo de un real decreto que regule la contaminación de las Fuerzas Armadas, con el objetivo de elevarlo al Consejo de Ministros en el presente año, 2024. Este departamento ya ha trasladado la iniciativa al Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, que lo ha recogido en su Plan Anual Normativo de la Administración General del Estado para 2024.

Dicho real decreto tendrá por objetivo “regular el ruido en las actividades militares”. El Ministerio de Defensa pretende, así, “prevenir, vigilar y minimizar, en la medida de lo posible”, la contaminación acústica “provocada por las actividades militares”, con la finalidad de “evitar y reducir los daños que de ésta puedan derivarse para la salud humana, los bienes o el medio ambiente”.

Eso sí, Defensa asegura que se buscará la compatibilidad de esta iniciativa con las misiones asignadas a las Fuerzas Armadas: “Todo ello sin menoscabo de la salvaguarda de los intereses de la Defensa Nacional, así como de la seguridad y eficacia de sus organizaciones e instalaciones”.

Una decisión que se centraría, principalmente, en maniobras y misiones que se desarrollan en territorio nacional. Cabe recordar que las Fuerzas Armadas tienen asignadas una batería de misiones de “presencia, vigilancia y disuasión” en diversos ámbitos, para hacer frente a cualquier amenaza en el ámbito terrestre, marítimo, aéreo, espacial y ciberespacial.

Misiones asignadas a las Fuerzas Armadas

“Todos los días del año, todas las horas del día, las unidades y mandos de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas están alerta para hacer frente a cualquier amenaza contra la seguridad en los espacios de soberanía e interés nacional -detalla el Estado Mayor de la Defensa (EMAD)-. Las Fuerzas Armadas se mantienen en guardia permanente para la vigilancia de los espacios terrestre, marítimo, aéreo, ultraterrestre y ciberespacial.

El desarrollo de estas misiones, en ocasiones, supone despliegues en áreas próximas a zonas urbanizadas. Algunos de ellos han sido especialmente sonados, como cuando a principios de 2023 un caza F-18 del Ejército del Aire y del Espacio sobrevoló en plena noche diversos puntos del espacio aéreo del País Vasco y Navarra, generando un ruido que suscitó la curiosidad de los vecinos, que no podían adivinar el origen del mismo.

Como contó este diario, la actividad de este caza de combate se debía a una emergencia de primer orden, cuando un avión comercial irrumpió en el espacio aéreo nacional que no comunicaba ni respondía a las llamadas de control. Atendiendo al protocolo establecido, el caza del Ejército del Aire despegó en alfa scramble, un nivel de alerta que le permite estar en el aire en un breve espacio de tiempo para interceptar cualquier amenaza.

Finalmente, la aeronave contactó con el control de tráfico aéreo, finalizando la misión en ese instante, según explicó el Ministerio de Defensa a preguntas formuladas por EH Bildu en el Congreso de los Diputados, que requirió explicaciones ante este ruido. En este caso, no obstante, el cumplimiento de la misión sería difícilmente compatible con el objetivo de combatir la “contaminación acústica” y, por lo tanto, primaría el interés de defensa y seguridad.

Es sólo un ejemplo de las misiones atribuidas a las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía y a defensa ante cualquier amenaza que pueda surgir en territorio nacional y que, como en este caso del Ejército del Aire, también incluye al Ejército de Tierra, a la Armada, y a todas las unidades militares implicadas en estas funciones.

Pero la iniciativa planteada por Margarita Robles para combatir la contaminación acústica también se aplicaría al desarrollo de maniobras en territorio nacional. Al igual que EH Bildu, otros partidos -principalmente independentistas o regionalistas- han registrado iniciativas en el Congreso de los Diputados manifestando su contrariedad por los ruidos generados por las Fuerzas Armadas en determinados ejercicios.

Una contaminación acústica que se pretende reducir mediante el real decreto en el que trabaja el Ministerio de Defensa, y que prevé elevar al Consejo de Ministros este mismo año.

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