El marido de la vicepresidenta primera del Gobierno, Ignacio Manrique de Lara, no ha aguantado la presión y ha renunciando al puesto de alto directivo que Patrimonio Nacional acababa de otorgarle a dedo. El ejecutivo ha optado por no firmar el contrato, un punto final a un polémico proceso que fuentes de la empresa pública daban en la mañana de este mismo viernes por seguro y pacificado.

Fuentes de Patrimonio confirman a este periódico que "el candidato que obtuvo la mejor puntuación en el proceso de selección para el puesto de coordinador de estrategia comercial y de márketing ha comunicado por escrito a la institución que ha decidido optar por otras ofertas profesionales".

La noticia, que ha adelantado El Mundo, se produce en la tarde de la víspera de Nochebuena, en el mismo día en que se ha conocido que la jefa de Gabinete de Calviño, Judith Arnal Martínez, abandona el cargo, en pleno revuelo por el dedazo al marido de la vicepresidenta en Patrimonio Nacional.

Patrimonio Nacional no informaba de cuál iba ser el salario de Manrique de Lara y aseguraba este viernes que había culminado con éxito la selección y ya sólo quedaba la contratación.

Según avanzó Vozpópuli, los méritos que exige la convocatoria de la plaza de alta dirección que Patrimonio Nacional había otorgado al marido de Nadia Calviño calcaban su currículum. Las bases que exigía la empresa pública que preside Ana de la Cueva, ex número dos de Calviño, replicaban las habilidades que Ignacio Manrique de Lara se atribuye, en lo que se trataba de un traje a medida.

La convocatoria se colgó en el portal de empleo público de Patrimonio Nacional el 21 de septiembre, pero, a diferencia del resto de procesos de contratación que pueden consultarse en el mismo periodo, no se ha proporcionado ningún detalle sobre los candidatos, los pasos que se seguían ni sobre sus calificaciones. No ha habido más información hasta que el lunes 5 de diciembre, en pleno puente de la Constitución, se ha publicado la resolución por la que la presidenta de la empresa pública designa a Manrique de Lara para el puesto.

Sin embargo, los abogados del Estado a los que ha consultado Vozpópuli se inclinaban por que se había seguido un proceso que en principio no planteaba ilegalidad, aunque pueda cuestionarse desde el punto de vista ético y estético que se prepare un puesto de alta dirección con un sueldo bruto desde 84.000 euros a un año de las elecciones generales para el marido de la vicepresidenta primera del Gobierno en una empresa pública que dirige su ex número dos. Pero apuntaban precisamente al traje a medida como el asunto a alegar en un recurso.

Patrimonio consideraba que el fichaje seguía adelante

Una vez que Patrimonio consideraba que había conseguido que siguiera adelante la polémica contratación y había conseguido sortear las críticas de algunos consejeros y cuando sólo quedaba la posibilidad de que los directamente afectados, los que han concurrido al proceso, recurrieran, Manrique de Lara ha renunciado.

Hasta un informe exprés de aval de Hacienda, confirmaban fuentes de Patrimonio, había conseguido Ana de la Cueva para presentar el fichaje como hechos consumados al Consejo.

La Dirección General del Ministerio de Hacienda y Función Pública es la que da la autorización para la cobertura de los puestos con un contrato de alta dirección. Y así había sido en este caso, explicaban desde la empresa pública, que cuenta con un cupo de ocho contratos de alta dirección.

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