Desde que Macarena Olona anunciase a bombo y platillo su intención de hacer el Camino de Santiago tras haber abandonado Vox por motivos de salud hasta que Iván Espinosa de los Monteros saliese al patio del Congreso de los Diputados para comunicar la negativa del partido a volver a contar con ella en sus filas transcurrieron un total de 32 días. En apenas un mes, la abogada del Estado ha ido sumando numerosas actividades a su agenda, así como nuevos compañeros de viaje. Algunos algo peligrosos al entender de sus ex colegas de bancada. Lo que en un principio pintaba como una fea enfermedad resultó ser un problema de tiroides fácil de domar y, en paralelo, comenzaron a surgir voces apuntando a las desavenencias con el tándem Ortega Smith y Buxadé como el otro origen de su abrupta despedida. Además de a no querer conformarse "solo" con su nuevo rol de diputada en el Parlamento de Andalucía después de tres años de incesante ejercicio en el Congreso.
En este periodo, Olona pasó de la preocupación y el silencio a publicar mensajes casi encriptados en su cuenta de Instagram. Después sucumbió al trajín de Twitter. Del peregrinaje por Galicia a recorrer España como conferenciante y objeto de escraches. Y, finalmente, se atrevió a conceder una entrevista a dos páginas en ABC -mismo medio en el que De Prada le dedicó un romance muy faltón- haciéndose eco de la supuesta falta de democracia interna en la que fuera su formación. Santiago Abascal, mientras tanto, navegó de la pena al desconcierto y del desconcierto al cabreo. De rehuir de los corrillos al altavoz de Federico y de alegrarse de la recuperación de la alta funcionaria a ironizar sobre la prontitud en la que esta se había producido. Si allá por el 22 de agosto aseguraba, con la boca pequeña, que las puertas de Vox todavía estaban abiertas, el 22 de septiembre terminó resolviendo el asunto con un portazo definitivo que hizo temblar los cimientos de Bambú 12: "Hasta aquí".
Comunicados del 29 de julio
Ambos se despidieron de su andanza juntos de la mejor de las maneras. Corría el 29 de julio y la entonces parlamentaria emitió un comunicado diciendo adiós a la política. "Acabo de reunirme con el presidente de Vox, Santiago Abascal, para comunicarle que, después de más de tres años dedicada en cuerpo y alma al servicio público, desde la política, ha llegado el momento de poner fin a esta etapa por razones médicas ajenas a mi voluntad", explicó. Olona volvía a la Abogacía del Estado. De acuerdo al texto, la salud no entendía de "compromisos" y ahora debía afrontar "un importante reto personal, por prescripción médica, incompatible con la exposición mediática y la entrega que Andalucía merece y exigiría".
Poco después de conocerse la noticia, el que fuera su "jefe" le dedicaba unas cariñosas palabras desde su perfil de Twitter: "Solo puedo tener palabras de gratitud para Macarena Olona. Estoy seguro de que el gran servicio que ha prestado a Vox y a España no es nada al lado del que prestará en el futuro. En esta casa, que es la suya, siempre tendrá las puertas abiertas. Hasta siempre".
Retorno mediático de Olona
Pero llegó el 22 de agosto. La abogada alicantina había estado fuera del combate mediático hasta entonces. Para sorpresa de todos, comunicó su intención de cumplir una promesa que se hizo cuando estuvo en Panamá, donde viajó para asistir a un funeral por el fallecimiento de su padre. "Ahora voy a cumplir mi promesa al Santo Apóstol. En agradecimiento por la vida y la luz que me ha dado. Recorreré el Camino de Santiago desde Sarria, del 29 de agosto al 2 de septiembre", pregonó.
Además, invitó a sus simpatizantes a acompañarla en esa travesía de más de cien kilómetros a pie y se ofreció a correr con los gastos: "A todos los que queráis recorrerlo, será un placer que lo hagamos juntos. Yo me haré cargo del gasto si la dificultad para no hacerlo es económica".
Abascal no entendía nada, pero trató de salir del paso asegurando ante los medios que le deseaba "un buen camino y una pronta recuperación". Preguntado por la posibilidad de acompañar a Olona en su peregrinaje, respondió con media sonrisa que no porque esos días tenía "cosas que hacer".
Arranca el Camino de Santiago
El 29 de agosto la abogada del Estado calentaba motores en Sarria. Emprendía su primera etapa y, para mosqueo de la cúpula de Vox, no solo le acompañaban simpatizantes, sino también un nutrido grupo de periodistas. Era lunes y, como todas las semanas, el vicepresidente de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, salió a analizar la actualidad en rueda de prensa. Reconoció haber estado siguiendo las primeras declaraciones de su ex compañera antes de emprender la aventura del Camino. Y siguió la senda marcada por Abascal: "Buen camino y una pronta recuperación".
A medida que avanzaban las etapas, las especulaciones, al igual que las ampollas, iban en aumento. Vozpópuli se hizo eco de otras causas que habrían llevado a la abogada a dejar el partido más allá de la salud. Aceptó ser candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía, pero no que su nuevo rol se limitase a interpelar una vez al mes a Juanma Moreno como diputada rasa en el Parlamento de Andalucía. Su idea pasaba por recorrer la región y, según fuentes de la formación, por entrar en el aparato del partido. Pero habría encontrado un freno en algunos de los miembros de la cúpula de Vox como Buxadé y Ortega Smith. Las mismas revelaron que su relación con ambos no atravesaba su mejor momento, sobre todo desde la campaña electoral. A pesar de que nunca se había producido ningún enfrentamiento cara a cara, la tensión se hacía cada vez más patente y la respuesta final de Olona -enfermedad mediante- habría sido el famoso comunicado.
Aceptó ser candidata de Vox en Andalucía, pero no que su nuevo rol se limitase a interpelar una vez al mes a Juanma Moreno
Por entonces, esta última se limitaba a hablar de "ruido" y "elucubraciones", se remitía al comunicado del 29 de julio y hacía llegar a Abascal su agradecimiento y adoración por él a través de distintos medios. En Vox también apelaban a las declaraciones de Abascal del 29 de julio, aquellas de las "puertas abiertas" y el "hasta siempre".
Aficionada a llevar la muñeca llena de pulseras, el 30 de agosto, la abogada del Estado publica una fotografía estrechando su mano derecha a la de un lugareño a su paso por el Camino. En ella se aprecian todo tipo de insignias: de la Guardia Civil, reivindicaciones de la Policía y la concha del peregrino... Pero ni rastro de merchandising de Vox. En apenas un mes de su adiós al partido, la exsecretaria general del Grupo Parlamentario ya se había desprendido de la pulsera que, con el lema 'cambio real', la acompañó durante toda la campaña electoral andaluza. Y también había aprovechado para cambiar su descripción en Twitter. "Abogado del Estado. A vuestro servicio", resumía.
¿Reunión con Abascal?
El 3 de septiembre da por finalizada su aventura en Galicia, pero anuncia que el "camino" continúa por el resto de España. Poco después se desplaza a Andalucía y el 7 de septiembre avanza que protagonizará un ciclo de conferencias en distintas universidades españolas para hablar de la inconstitucionalidad de los estados de alarma. La primera charla se produce en el Paraninfo de la Universidad de Granada el 15 de septiembre.
Ese mismo día, por la mañana, Abascal sale a la palestra y concede una entrevista a esRadio y, visiblemente incómodo, se somete a un interrogatorio sobre el rumbo de Olona. Reconoce que hay muchas cosas que no es capaz de explicar y, aunque no descarta el retorno de la exdiputada por Granada, defiende la importancia de dejar pasar el tiempo. "El tiempo lo cura todo", sostiene. Además, desvela que ya no está afiliada a Vox y que, por ende, es ella quien tiene que aclarar si quiere volver a la política o si se queda en la Abogacía del Estado.
Abascal reconoce que hay muchas cosas que no es capaz de explicar y defiende que la importancia de dejar pasar el tiempo
Llegada la tarde, Olona se enfrenta a un multitudinario escrache y la Policía se ve obligada a intervenir. Estaba organizado por distintos sindicatos estudiantiles y apoyado por Podemos e Izquierda Unida. Numerosos dirigentes de otras fuerzas políticas se solidarizan con la exparlamentaria en las redes sociales y los dirigentes de Vox, del primero al último, denuncian el boicot a través de la cuenta oficial del partido. Sin embargo, pocos de ellos optan por dedicarle algún mensaje público directo. Entre ellos, Abascal. Un día después, antes de embarcar en un vuelo a América Latina para dar a conocer el trabajo de los imagineros, se dirige directamente al presidente de Vox emplazándole a una reunión. Según Olona, le iba a llamar este viernes, justo después de su segunda conferencia, esta vez, en la Universidad de Murcia. Pretendía preguntarle si seguían "caminando juntos" por el futuro de Andalucía y de España.
El 'portazo' de Vox
A lo largo de esta última semana, en la que Buxadé ha viajado a Estados Unidos y su rol como portavoz tras la reunión del Comité de Acción Política lo ha ejercido la diputada por Toledo Inés Cañizares, el distanciamiento entre la formación y Olona era cada vez más patente. Más aún desde que se hizo público que los organizadores de su acto en Murcia eran dos de los diputados de la Asamblea Regional a los que el partido trató de expulsar y la Justicia obligó a readmitir. Sí, los mismos que negociaron con el PP su entrada en el Gobierno autonómico a cambio de votar en contra de la moción de censura contra López Miras que habían presentado PP y Ciudadanos. Abascal, y la misma Cañizares, pasaron ya a ironizar sobre la recuperación en "sólo mes y medio" de Olona y le pedían aclarar "si se afiliaba de nuevo".
El jueves, 32 días después su llamamiento a hacer el Camino de Santiago y de su retorno mediático, la abogada del Estado sorprendió con una entrevista en ABC en la que se hace eco de los testimonios que cuestionan la supuesta falta de democracia interna en Vox y el rol del secretario general, así como reconoce un "linchamiento" tras comunicar su intención de citarse con Abascal. También asegura ser conocedora de alguna "puñalada interna" al calor de la campaña electoral de Andalucía. Horas más tarde, Espinosa de los Monteros traslada el mensaje del presidente del partido desde el patio del Congreso: "Hasta aquí, este es el fin del camino".
Acto seguido, los rumores parlamentarios en torno a la posibilidad de que Olona pueda lanzar un proyecto propio empiezan a correr como la pólvora. "No hay espacio hoy para un nuevo partido político. Sólo serviría para fragmentar más el tablero político. Es tiempo de menos testosterona y más sentido de Estado. Porque los españoles nos demandan unidad. Seguimos caminando. Vosotros marcaréis el camino", espetó ella, que ha solicitado una excedencia voluntaria en los servicios jurídicos del Estado hasta diciembre y pretende seguir mostrando músculo en la calle.
Jaime555
Espero Sra. Olona, a la que aprecio y admiro en su faceta política, piense primero en España y, siquiere serguir participando en política, lo mejor es un tiempo de reflexion y meditación, seguro que luego podrá volver a participar activamente en política. Ahora, en ningún caso, es momento de divisiones.