“No, joder, no se iban a morir igual”. El ministro Óscar López, en su nuevo papel de azote de Díaz Ayuso, espetó así en un mitin el pasado domingo 15 refiriéndose a los ancianos muertos por Covid en residencias  de la Comunidad de Madrid. Un día antes, el designado para arrebatar el despacho de la Puerta del Sol a la novia de González Amador presidió la entrega de un premio a Marea de Residencias, grupo movilizador contra la presidenta madrileña por la gestión de los centros geriátricos. El nuevo responsable del PSOE de Madrid, a la vez que ministro para la Transformación Digital y Función Pública, enarbola esa bandera desde una intervención que hizo en el Senado el 3 de diciembre.

Con su exclamación en un acto de partido en Alcorcón (Madrid), Óscar López  rebatía la frase que se atribuye erróneamente a Isabel Díaz Ayuso de que los ancianos no fueron trasladados a hospitales “porque iban a morir igual”, cuando en realidad dijo que los enfermos graves y contagiados con aquella carga viral “no se salvaban en ningún sitio”. Otros dirigentes socialistas están imitando a su nuevo candidato madrileño haciendo suyo en las redes el eslogan “No, joder, no se iban a morir igual” acompañado del hastag #7291, cifra de residentes fallecidos según los organizadores de las campañas sobre este asunto. 

La primera responsable socialista en difundir el eslogan de López y el hastag ha sido Reyes Maroto, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid y ex ministra relacionada con Aldama, quien estuvo presente en el mitin del Alcorcón junto a altos cargos del Gobierno de Sánchez como la vicepresidenta y ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero; el ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas; la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González; el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, etcétera. Todos celebraron las palabras de Óscar López en su propósito de socavar a la presidenta de la Comunidad de Madrid (CAM) hurgando en lo sucedido durante la pandemia desde una posición de izquierda valiente.

La víspera del acto en Alcorcón el ministro/líder madrileño y hasta hace poco jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, tuvo contacto con los organizadores de las movilizaciones en torno a las residencias geriátricas. En Leganés (Madrid) López presidió la entrega de los premios `Rosa del Sur´ otorgados por el PSOE de esa localidad, entre otros, al grupo Marea de Residencias, cuyos representantes lucían camisetas estampadas con `7291 víctimas´, igual que la portavoz regional del PSOE Lorena Morales, beligerante sobre esta cuestión como se aprecia en uno de sus numerosos tuits: “Ayuso negó la atención hospitalaria y abandonó a su suerte a los mayores en las residencias. Jugó a ser Dios y debe responder por ello, por 7.291 vidas”.

Altos cargos con Óscar López en el mitin de Alcorcón

También estuvo presente en los premios de Leganés Hana Jalloul, eurodiputada, secretaria de Política Internacional del PSOE, vicepresidenta de la Internacional Socialista y miembro del patronato de la Fundación Pablo Iglesias. Ex diputada en la Asamblea de la CAM y plenamente identificada con el propósito de López de “ganar Madrid” y ganar “al mal”, Jalloul es muy activa en redes sociales exigiendo responsabilidades a Isabel Díaz Ayuso a cuenta de los #7291. Esta misma dirigente, mano derecha de Sánchez en temas internacionales, ha intentado, sin éxito, que el Parlamento Europeo abra una investigación sobre los geriátricos madrileños en los primeros meses de 2020. A cambio, el 11 de diciembre promovió una jornada en Bruselas subtitulada `7291 nunca más´, con la participación de los eurodiputados Javier Moreno, Idoia Mendía, José Cepeda, Sandra Gómez y Leire Pajín, junto a portavoces de Marea de Residencias y de la asociación Verdad y Justicia.

El alistamiento de Óscar López y otros altos cargos sanchistas en esta batalla iniciada hace años por Más Madrid con escaso rédito político, ha sido gradual. Comenzó coincidiendo con las primeras investigaciones judiciales sobre los casos Koldo y Begoña Gómez, creció con el de David Sánchez y, por las mismas fechas, con la presentación en 148 páginas del estudio y conclusiones de una Comisión Ciudadana por la Verdad presidida por el ex magistrado José A. Martín Pallín. A ese documento le siguió, ya en agosto pasado, un informe en la revista especializada `BMC Geriatrics´, en unos términos bastante más suaves que los planteados por la Comisión de la Verdad.

Los posicionamientos públicos en este tema de la dirección federal del PSOE han sido explícitos tras la presentación de una macro denuncia por denegación de prestación sanitaria a 111 ancianos fallecidos en los primeros meses del Covid y la de un documental titulado `7291´, que durante los meses de noviembre y diciembre se está proyectando en numerosas salas comerciales de la comunidad madrileña. Al estreno de esa producción de Juan José Castro en el Ateneo de Madrid asistió  la portavoz municipal Reyes Maroto, que también estuvo presente junto al entonces líder regional Juan Lobato en la proyección del documental en San Fernando de Henares. 

Del más de medio centenar de demandas llevadas a los tribunales contra la presidenta y consejeros de la Comunidad de Madrid por la no derivación hospitalaria de pacientes de las residencias de ancianos en la pandemia, la mayoría han sido archivadas y otras han recibido pronunciamiento desfavorable. La demanda colectiva presentada en octubre quizás sea la última ya que los posibles delitos que pudieran haberse cometido prescriben el próximo mes de marzo. Ese horizonte también determina que desde las filas socialistas, y con Óscar López a la cabeza, se intensifique la campaña que, en palabras de la diputada del PSOE-M en la Asamblea de Madrid, Lorena Morales, se resume en que Isabel Díaz Ayuso “tiene que responder por sus protocolos de la muerte”. Unos protocolos que ninguna autoridad sanitaria, administrativa o judicial ha considerado hasta la fecha merecedores de condena.  

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