Podemos lleva el último año maniobrando para que el Gobierno de coalición convierta a Bildu en su socio vasco preferente. Y por fin lo ha conseguido. El acuerdo que la izquierda abertzale selló este martes con el ministerio de Hacienda garantiza el 'sí' a las cuentas generales del Estado de los cinco diputados que comanda de Mertxe Aizpurua y gracias a él ahora pueden venderse en Euskadi como el partido que consigue en Madrid lo que los vascos necesitan, algo que molesta mucho en Sabin Etxea.
El PNV ha quedado fuera de la ecuación y su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, incluso ha amagado este miércoles con desmarcarse de los Presupuestos precisamente por esa sintonía entre el Ejecutivo y los independentistas euskaldunes cocinada por Podemos. Los jeltzales, que no han precisado si apoyarán o no las cuentas porque aún no han cerrado "un acuerdo global", no quieren polemizar en público y celebran que Bildu haya logrado contraprestaciones para los vascos.
"No estamos molestos. Cada uno juega sus cartas", ha remachado Esteban. Pero, en realidad, el PNV ya no es un actor imprescindible para que el Gobierno saque adelante los Presupuestos. Sus seis votos no son necesarios. El presidente, Pedro Sánchez, tiene amarrados los apoyos. Y quizá por eso, el propio Esteban no ha querido dejar pasar la oportunidad de mandar un recado a Bildu ante la operación para tumbar al viejo partido de Sabino Arana.
Bildu, entre aliados y adversarios
“Sorprende por parte de la izquierda abertzale que después de estar diciendo durante décadas que nosotros éramos unos traidores y nos vendíamos por un plato de lentejas ahora concluyan que el PNV tenía razón sobre lo que había que hacer en el Parlamento, les ha costado décadas y mucho sufrimiento”, ha zanjado Esteban.
La nueva hoja de ruta morada, salida del cónclave de Rivas de Vaciamadrid, es clara: hay que cuidar a Bildu porque forma parte del bloque de dirección de Estado alternativo al que conforman PP y Vox. Podemos celebra que el PSOE haya "entrado en razón". Las fuentes consultadas en el entorno morado detallan que, en estos segundos presupuestos de la coalición, los socialistas se han lanzado a dar prioridad a la izquierda abertzale sobre el PNV sin necesidad de presionarles.
Los jeltzales echan balones fuera y admiten que su interlocución directa es con el PSOE, no con Podemos. Por eso, se entiende mejor su cabreo después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aceptara una enmienda de Bildu a las cuentas que creará un fondo de compensación para las víctimas del amianto dotado con 25 millones de euros con el que poder indemnizar a los afectados. El objeto de esa enmienda también estaba en la agenda del PNV. Pero Montero se decantó por Bildu.
Una pataleta
"Es sorprendente que no se nos invitara a firmar. No se nos ofreció. Seguramente alguien nos vetó, sería Bildu. ¿Nos hubiera gustado? Sí, pero nos alegramos de que salga”, ha zanjado Esteban, que se ha esforzado en precisar que esa iniciativa partía de todo el parlamento vasco. Aunque, eso sí, se ha alegrado de que haya salido adelante. Esa y las 44 que ya han pactado ellos. "Para no ser necesarios somos buenos".
En Bildu, que niegan que haber vetado a los de Esteban, no dudan de que la puesta en escena de su portavoz de este miércoles en el Congreso es una pataleta porque el PNV ha perdido su condición de partido puente entre Vitoria y Madrid. Además, los abertzales precisan que su relación con Podemos es muy buena. Y que ellos, a diferencia del PNV, sí tuvieron un representante morado para negociar las cuentas: el secretario de Estado Nacho Álvarez, factótum morado en temas de economía.
En Podemos destacan "la seriedad" de Bildu. "Da gusto y trabajan muy bien a nivel comunicativo. No te montan una rueda de prensa cuando se les dice que 'no' a algo. Negocian con seriedad. Son serios", aclara una fuente parlamentaria morada, en un claro ataque al PNV. Aunque esa misma fuente olvida que el mismo Podemos ha hecho lo propio cuando la estrategia ha llamado a la puerta.
El PNV, partido hegemónico euskaldún en los asuntos de España, asiste a la pérdida de su condición. El peso de Bildu va acompasado con la situación política vasca, donde las opciones de que formen un tripartito junto al PSE y Ekalkerrin Podemos aumentan cada día. A poco que el futuro proyecto político de Yolanda Díaz cuaje en Euskadi, los nacionalistas vascos deberían temer su viaje a la oposición en Vitoria y a la irrelevancia en Madrid.