España

El calvario de un 'policía-periodista': acaba juzgado por revelación de secretos

Un policía local de Castilla-La Mancha relata a Vozpópuli el calvario que ha sufrido tras ser juzgado por un delito de revelación de secretos por ser el encargado de escribir las notas de prensa del cuerpo

  • Una agente de Policía Local en Castilla-La Mancha

Manuel (nombre ficticio) era el agente encargado de redactar las notas de prensa de la Policía Local de un municipio de Castilla-La Mancha. Aceptó esta tarea con el objetivo de poner en valor las intervenciones de sus compañeros. Su trabajo pronto despertó el recelo del jefe de la Guardia Civil de su demarcación. Tras varios avisos acabó acusado de un delito de revelación de secretos por parte de un presunto maltratador. Después de años de calvario ha sido absuelto y cuenta su historia a Vozpópuli.

Esta historia se remonta al año 2019 cuando se incorporó al Gobierno de este municipio manchego un nuevo concejal de Policía Local. Este político llegó con ganas de poner en valor al Cuerpo. Tomó dos decisiones: rejuvenecer la plantilla y dar a conocer las actuaciones más relevantes de sus agentes.

Todas las notas contaban con autorización

Junto al Jefe de la Policía Local y la plantilla se decidió por consenso difundir estas intervenciones en prensa y por redes sociales. Manuel se propuso para realizar este cometido. "A él le venía bien como político y a nosotros como policías para que la gente viera qué hacíamos y la seguridad que tenían", explica este agente a Vozpópuli.

Nada hacía presagiar que ese momento fue el comienzo de su "calvario". "Todas las notas de prensa que redactaba siempre estaban autorizadas por el jefe de la Policía y por el concejal. No ponía calles, ni nacionalidad ni iniciales de las personas que eran detenidas o investigadas", detalla Manuel.

Presiones y visitas

Su trabajo, junto al del resto de sus compañeros, permitió que mejorara la imagen de los agentes pero comenzó a resultar "incómodo" para el jefe de la Guardia Civil de su demarcación. Este malestar fue en aumento hasta que explotó. Este mando llegó a expresar frases como: la "Policía Local no está cualificada ni debe comunicar en notas de prensa ya que entorpecería la labor de investigación de su institución".

"Durante ese tiempo vivimos visitas imprevistas para que dejáramos de publicar las intervenciones. Llegaron incluso a amenazar con que se iba a convocar una Junta Local de Seguridad para poner en conocimiento de las autoridades lo que estaba ocurriendo", detalla Manuel.

El colofón de todas estas disputas internas y tensiones llegó el 30 de agosto del 2020. Dos agentes resultaron heridos en una intervención por un delito en el ámbito doméstico. El presunto responsable fue detenido. Dos días después de la publicación de esta actuación la jefatura del Cuerpo recibió dos llamadas telefónicas.

Se busca al autor de las "famosas notas de prensa"

Una era del juzgado y recomendaban que las notas de prensa se hicieran "más breves" y "sin datos que pudieran poner en riesgo las investigaciones que estén en curso". La otra llamada era del máximo representante de la institución que ya había mostrado su desacuerdo e incomodidad en varias ocasiones. Los perjudicados del suceso del 30 de agosto querían denunciar a la Policía Local porque consideraban que se había vulnerado su intimidad con la nota de prensa.

Contra todo pronóstico todo el caso se centró en la figura de Manuel, el autor de las "famosas notas de prensa". La Guardia Civil acudió a dependencias policiales para identificarle. El máximo responsable policial no se opuso a dicha actuación. Es más ofreció datos profesionales de este agente.

Manuel no daba crédito a lo que estaba pasando. Ejercía su labor con buena voluntad y sin remuneración alguna. Tiempo después se enteró que la denuncia que recibió no surgió de la voluntad de los implicados "sino que se les hizo una sugerencia para presentarla y ellos la aceptaron".

El final de la causa

Pasados unos meses, este agente recibió la citación por parte del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 1 de Orgaz. El policía contrató como abogado los servicios del experto penalista Juan Gonzalo Ospina, quien defendió sus derechos ante la magistrada.

Se le acusaba de forma individual por un delito de descubrimiento y revelación de secretos. Sin embargo, la juez consideró que no quedaba acreditada la autoría de dato alguno de la identidad del autor de los hechos. "No aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha motivado la formación de la causa", señala en un auto al que ha tenido acceso Vozpópuli. Se decretó el sobreseimiento provisional de la causa.

A pesar del alivio por el final de todo este proceso, Manuel ha visto afectada su integridad como agente y se ha denigrado su imagen como policía. "Lo que más me duele es que he tenido que pagarlo yo todo. Me dejaron solo", lamenta este agente que sigue en el Cuerpo pero ya no quiere saber nada de las "notas de prensa".

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