"Había una sensación de estado de excepción". La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha calificado así la situación que se vivía en Cataluña durante la semana del 20 de septiembre de 2017 cuando se concentraron decenas de miles de personas ante la Consejería de Economía con motivo del registro que estaba realizando la Guardia Civil a las órdenes de un juez.
Colau ha respaldado su afirmación en esos registros que el Instituto Armado realizaba en medios de comunicación, la sede de la CUP y la propia Consejería. "Estábamos viendo cosas anómalas que no habíamos visto nunca", ha insistido para justificar las manifestaciones que tuvieron lugar el 20 y 21 de septiembre.
Durante su interrogatorio como testigo ante el tribunal que juzga la causa del 'procés' ha remarcado la "excepcionalidad" de esos hechos. "Yo no recuerdo una situación como esta", ha dicho nuevamente en referencia a los registros. Y ha insistido en la necesidad de considerar el contexto de la manifestación: "No son hechos que se producen de forma aislada". "Entraron efectivos policiales en una institución democrática y se detuvieron cargos electos. Estaba sucediendo en un contexto de muchas anomalías", ha insistido para reforzar su descripción.
El día anterior a la concentración ante la Consejería de Economía, la Guardia Civil realizó un registro a las órdenes del Juzgado de Instrucción número 13 en la empresa de mensajería Unipost. En aquel lugar hallaron 45 sobres nominales para constituir las mesas del 1-O.
Días antes, la Guardia Civil entregó a varios medios de comunicación privados catalanes una notificación del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) en el que les advertían de que se abstengan de publicar propaganda o publicidad del referéndum de independencia del 1 de octubre.
El 10 de septiembre, en el marco de la misma investigación, la Guardia Civil registró la sede de un semanario en busca de material del 1-O. La alcaldesa de Barcelona también se ha referido al intento de registro de la Policía Nacional en la sede de la CUP sin autorización judicial.
Colau ha asegurado que estaba en Madrid durante la concentración frente a la Conselleria de Economía y que fue informada por su equipo de la situación. Ha ratificado el mensaje enviado a través de Twitter aquel día en el que consideraba un "escándalo democrático que se registren instituciones por motivos políticos". Y ha señalado que además de expresarse por esa vía, hizo una comparecencia pública reafirmando sus argumentos.
Ante las preguntas de la acusación popular ejercida por Vox y varias de las defensas, ha reiterado el carácter "pacífico" y "cívico" de la manifestación. "No hubo daños ni incidentes relevantes. Lo único por encima de la media es poner más vallas de las habituales", ha indicado.
Cargas policiales
Al ser preguntada por el 1-O, Colau ha respaldado la tesis de las defensas de que el referéndum no fue organizado por los líderes independentistas, sino que fue la "ciudadanía autoorganizada". "El 1-O fue de la gente, pacífica y determinada para defender derechos fundamentales. Organizado por la gente", ha dicho.
La alcaldesa ha asegurado que participó en el referéndum "como ciudadana y como alcaldesa". "La noche anterior estuve visitando la escuela a la que yo iba a votar, el instituto de La Sedeta", ha narrado. Durante el 1-O ha asegurado que estuvo mucho tiempo "haciendo cola". Fue entonces cuando, según ha relatado, "empezaron a llegar noticias horribles sobre cargas policiales brutales"."Tuve que hacer llamadas porque la situación se volvió complicada", ha añadido.
En aquel momento, ha dicho, llamó al delegado del Gobierno Enric Millo: "Le exigí que pararan las cargas policiales". Colau ha subrayado que durante aquella jornada "se produjeron unos mil heridos por esas cargas" en Cataluña, por lo que desde el Ayuntamiento se han personado como acusación popular en una instrucción en el Juzgado número 7 de Barcelona.
Ha calificado como "hermosa" la movilización en los colegios y ha dicho que se le "parte el alma" al ver a los acusados sentados en el banquillo del Tribunal Supremo. "Si están aquí por el 1-O deberíamos estar dos millones de personas", ha concluido.