A escasos días para dar por cerrado el 2024, es hora de hacer balance de lo ocurrido en la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento a nivel político. La región, como siempre, ha sido el epicentro de decenas de polémicas, acciones, leyes y un sinfín de momentos que han marcado el curso gubernamental.
En Sol reina la tranquilidad. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, con mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid, continúa ejecutando sus planes para la presente legislatura. Sin ir más lejos, el pasado viernes, aunque ya los tenían encarrilados, dieron luz verde a los nuevos Presupuestos.
Acciones clave como la construcción de la Ciudad de la Justicia, rebajas fiscales de todo tipo para atraer inversión, el borrador de la Ley de Universidades, el Plan Regional contra las Drogas, fomento de la natalidad y construcción de vivienda de alquiler asequible han copado la agenda del Ejecutivo.
Con todo este trabajo encima de la mesa, aún pueden mantener el pulso político a Moncloa, con quien la relación ha pasado de cordial a inexistente. De los habituales dislates sobre las políticas de unos y otros, los plantones de la presidenta a la cita en Moncloa y la sonada comisión de investigación a la que acudió a declarar Begoña Gómez se pasó a la filtración del correo de Alberto González Amador.
Esta estrategia del Gobierno, en palabras de Ayuso, "para hacer daño a un rival político", ha terminado con un caso en el Tribunal Supremo que ya ha requerido de la declaración de Juan Lobato y una investigación al despacho del Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz.
Por último, el pasado jueves conocimos que la UCO había concluido que Moncloa y el PSOE accedieron al correo electrónico del novio de Ayuso antes de publicarse en la prensa, motivo por el cual Lobato se cubrió las espaldas yendo a un notario. Este 2024 ha supuesto la batalla más dura desde que Ayuso llegase a Sol en 2019. Y el 2025 apunta más alto todavía.
La oposición a Ayuso se diluye
En medio de todo este curso, el Partido Popular ha visto como los principales partidos de la oposición, que abarcan a PSOE, Más Madrid y Vox (en muchos asuntos) han mermado su capacidad de replicar a Ayuso en estos doce meses transcurridos de 2024.
El caso más impactante ha sido el de los socialistas, cuyo ex secretario general, Juan Lobato, se vio forzado a dimitir tras lo sucedido en relación al email filtrado desde la Fiscalía. Sánchez, aprovechando el vacío de poder, terminó de colocar a dedo a Óscar López, su gran apuesta para ganar a Ayuso en 2027 y quien deberá convencer a sus votantes sin 'batallar' en la Asamblea.
Más Madrid, tras el 'caso Errejón', se ha diluido mediáticamente en los últimos dos meses. La falta de 'pegada' de Manuela Bergerot, la salida de Mónica García, principal activo del partido, al Ministerio de Sanidad, y la falta de reproches a la gestión de este expediente ha dinamitado todo. Además, Loreto Arenillas continúa sin entregar su acta y se encuentra de baja médica.
En Vox, aunque se encuentre en otro espectro político, también ha habido cambios significativos. Rocío Monasterio abandonó la portavocía y el escaño en la Asamblea tras no verse arropada desde la dirección general en los últimos tiempos. Fúster asumió el poder por mandato de la cúpula e Isabel Pérez Moñino es la nueva portavoz en la cámara. A excepción de Vox, el resto de formaciones no parecen crecer en las encuestas.
Calma en el Ayuntamiento a excepción de Madrid 360
Al otro lado de la calle Alcalá, ya inmersos en Cibeles, el Ejecutivo de José Luis Martínez Almeida también ha vivido un año relativamente tranquilo. Todos los proyectos han salido adelante con la 'mancha' de Madrid 360, un proyecto que el TSJM puso en suspensión por desconsideración hacia los miles de conductores perjudicados.
El TSJM esgrimió en septiembre que, aunque "no ponen en cuestión la potestad de la administración municipal para adoptar las medidas que entienda necesarias para proteger la salud y el medio ambiente", consideran que ha quedado demostrada la "insuficiencia del informe de impacto económico" de las medidas adoptadas en la Ordenanza.
Estas exigían, según el Tribunal, "la toma en consideración de sus consecuencias económicas, para poder efectuar una ponderación adecuada del balance de beneficios y costes", evitando que "se pudieran producir un efecto discriminatorio para los colectivos más vulnerables económicamente”.
Por ello, y mientras buscan fórmulas para remodelar la ordenanza de movilidad, el PP ha dado doce meses más de plazo, hasta finales de 2025, para que los propietarios de vehículos sin etiqueta puedan afrontar la renovación del mismo.
Paralelamente, la falta de acuerdo con el Ministerio de Transportes en relación con las obras de la A5 está siendo el otro quebradero de cabeza de Almeida esta legislatura. Madrid pide la gratuidad de la R5 y Puente no termina de ceder. Todo esto con el año nuevo y la reducción de carriles a la vuelta de la esquina.
Por lo demás, al igual que Ayuso, Almeida observa cómo la oposición se desfigura. Vox, a excepción de su gran trabajo en el caso de Madrid 360, no tiene la fuerza de 2019. El PSM, sin 'punch' ninguno con Reyes Maroto, puede sufrir un cambio de liderazgo si los vientos continúan empujando a la exministra de Industria. Más Madrid, al igual que sus homólogos en la Asamblea, siguen pagando el descrédito del 'caso Errejón'.