El manifiesto impulsado por los exdirigentes socialistas Joaquín Leguina y Nicolás Redondo que quiere cuestionar el acercamiento de Pedro Sánchez a ERC y Podemos cuenta ya con más de 300 nombres. Entre ellos destacan figuras históricas del PSOE y escritores y catedráticos. Aunque la novedad consiste en que los promotores quieren involucrar a Eduardo Madina, quien en su día se enfrentó a Sánchez en las primeras socialistas. Fuentes próximas a Madina, sin embargo, aseguran que el socialista vasco de momento prefiere mantenerse al margen.
La iniciativa, que se enmarca en la plataforma de pensamiento 'La España que reúne', pide a través de su manifiesto un gobierno "constitucionalista" formado por PSOE, PP y Ciudadanos. Considera que existe un "peligro de que el próximo Ejecutivo dependa del independentismo" de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y fuerzas localistas.
La propuesta busca transversalidad tanto política como profesional. En ella se van sumando escritores, cineastas, pintores, abogados, ingenieros y economistas. Todos cuestionan el plan de Sánchez para sumar los votos de Podemos y los independentistas y desbloquear la investidura.
Mayorías amplias
Socialistas ilustres como el exdiputado y filósofo Ramón Vargas-Machuca; el exalcalde de Sevilla (1983-1991) e integrante del famoso pacto de la tortilla Manuel Del Valle; el exeurodiputado y parlamentario Alejandro Cercas; el ex presidente de la Junta de Andalucía José Rodríguez de la Borbolla y el ex ministro del Interior José Luis Corcuera, ya han dado su sí. Pero los promotores, según ha podido saber Vozpópuli, esperan involucrar también a Madina como uno de los puntales del proyecto.
Madina perdió en 2014 las primarias del PSOE contra Sánchez, entonces apoyado por Susana Díaz. En 2017 pasó a respaldar a Díaz, siempre contra Sánchez, quien ganó contra todo pronóstico. El socialista vasco dejó entonces la política y en eso se quiere quedar, aseguran fuentes próximas a él.
Ahora Madina trabaja en la consultora Kreab y aunque sostiene que no quiere involucrarse en el manifiesto de Leguina y Redondo, el pasado sábado escribió una tribuna en El País en la que compartió parte de la tesis del manifiesto contra Sánchez: "Los grandes desafíos que tiene que afrontar la sociedad española requieren de grandes pactos con sindicatos, empresarios y movimientos sociales, implementados a partir de mayorías amplias en el Congreso", señaló.
En cuanto a los pilares de la iniciativa de Leguina y Redondo, el economista Javier Santacruz señaló a este diario que tres son los ejes del manifiesto: primero, que el pacto PSOE-Podemos no es posible "en tanto que depende de fuerzas centrífugas que van a tomar un poder que las urnas no les han dado, fomentando así la disgregación nacional"; segundo, "el Gobierno que salga debe representar a los partidos que suman el voto de la mayoría de los españoles" -los dos grandes partidos y Cs suman 211 escaños-; y tercero, ese gobierno "debe defender la herencia del 78 y establecer una agenda que no incluya solo la crisis territorial sino, también, la crisis económica después de la advertencia que este miércoles ha realizado la UE a España".
Malestar hacia Sánchez en el PSOE
Aunque la propuesta se presenta como crítica al proyecto de Sánchez, algunos de los involucrados creen que puede constituir la base de una corriente de opinión destinada a influir dentro del propio PSOE. Sobre todo quieren que se visibilice la disconformidad con el gobierno al que aspira el actual secretario general del PSOE.
Los impulsores del manifiesto van buscando el respaldo de socialistas sobre todo en el País Vasco y Cataluña para desarmar un planteamiento que vinculan a Miquel Iceta. El líder del PSC es considerado uno de los muñidores del acercamiento a ERC y Podemos en el marco de un nuevo tripartido que también se traslade al gobierno de la Generalitat.
También Alfonso Guerra habló recientemente de la necesidad de un diálogo entre los constitucionalistas. No se excluye que a este manifiesto se sumen políticos o miembros destacados del bloque conservador. Aun así, los impulsores sostienen que el enfoque general es de un proyecto que aspira a sumar voces de la órbita del PSOE y en parte de Ciudadanos para manifestar el malestar hacia Sánchez y su gobierno con Pablo Iglesias y los separatistas.