El debate de sobre la eutanasia volverá esta semana al Congreso de los Diputados con una proposición del Parlamento de Cataluña para suspender los artículos del Código Penal que la castigan con penas de cárcel. Se trata de una propuesta aprobada en julio con los votos de ERC, PDeCAT, SíQueEsPot (ahora los 'comuns'), el PSC y la CUP. Será la tercera vez que se debata sobre este asunto en estos dos años de legislatura.
Pero habrá una cuarta, después de que el PSOE haya registrado este jueves una proposición de Ley para que además de despenalizarla se incluya como un servicio cubierto por el Sistema Nacional de Salud para enfermos incurables que padezcan un gran sufrimiento o para los que tengan una discapacidad grave crónica.
Los socialistas rechazaron en dos ocasiones tramitar iniciativas similares en la Cámara Baja en esta legislatura. En marzo de 2017 se posicionaron en contra de una proposición de Unidos Podemos para despenalizar la eutanasia y en junio rechazaron la enmienda del grupo morado a la proposición de Ley de Ciudadanos para regular la muerte digna y garantizar los cuidados paliativos en el tramo final de la vida. Una medida incluida en el pacto de investidura con el PP. La admisión a trámite por el Congreso de esta última sí logró gran consenso entre los grupos, aunque permanece en tramitación desde hace meses.
Desde Izquierda Unida -que forma parte de Unidos Podemos- lamentaron este jueves que la proposición de los socialistas sea muy similar a la enmienda de la ley de Ciudadanos contra la que votó el PSOE. Su secretario general, Pedro Sánchez, se comprometió el 29 de junio de 2017 con el líder de IU, Alberto Garzón a impulsar la despenalización a lo largo de esta legislatura, en base a lo aprobado en el 39º Congreso Federal del PSOE.
Los socialistas aspiran a conseguir la mayoría parlamentaria suficiente para que la iniciativa salga adelante. Pero Ciudadanos no parece por la labor, aunque no tiene decidido el sentido de su voto. No creen, en cualquier caso, que sea el mejor momento para abrir de nuevo el debate, mientras su proposición sobre la muerte digna está aún en trámite. La norma del partido naranja trata de armonizar lo que ya han legislado varias cámaras autonómicas.
Los sondeos de la última década reflejan que la regulación eutanasia cuenta con un creciente respaldo social, incluso entre los votantes católicos. El 84% de los españoles está a favor de regular la ayuda a morir en caso de enfermedad incurable, según la encuesta más reciente (Metroscopia 2017). El 66% de los votantes del PP la apoyan y la respaldan el 56% de los católicos practicantes y el 88% de los no se declaran como tal.
La Conferencia Episcopal no tardó en manifestar este viernes su absoluto rechazo a la propuesta socialista. Es un "monumento a la insolidaridad y al descarte humano", sostuvo el portavoz de los obispos, José María Gil Tamayo. Por su parte, el PP avanzó su rechazo en la toma en consideración de la iniciativa del PSOE, pues considera que no representa el "sentir de los ciudadanos" y tampoco respaldará la iniciativa del Parlament.
