El acercamiento entre el PSOE y Ciudadanos en la región de Murcia preocupa al PP. Empieza a temer un acuerdo que saque adelante la moción de censura anunciada para el próximo jueves. Génova engrasa su 'plan B'. Dejar caer al presidente Pedro Antonio Sánchez para evitar que el partido naranja se sume a los votos socialistas y de Podemos en la moción.
La dirección nacional mantiene la calma, dentro de la preocupación. Se le ha sugerido al presidente, asaeteado por los tribunales, que prepare una posible renuncia súbita para frenar la moción de censura en marcha. El propio Sánchez señalaría a su sucesor, que tan sólo permanecería en el cargo hasta que se solventen las cusas judiciales en curso. La dirección nacional maneja algunos candidatos pero le permitirá al jefe de Gobierno murciano que determine quién ocupará su puesto durante unas semanas. El PP confía en que, finalmente, se archive el 'caso Auditorio' y no continúe el proceso sobre el caso Púnica'.
Dos nombres cobran fuerza como posibles presidentes interinos en las quinielas que se manejan en los círculos políticos murcianos. Fernando López Miras, 34 años, coordinador general del partido desde el congreso regional celebrado hace unos días. Es el hombre de confianza de Sánchez y piedra fundamental en la maquinaria de la formación. Patricia Fernández, alcaldesa de Marchena, es la otra posible candidata. Ambos tienen un buen cartel en sus filas y asumirían este papel.
Desconfianza en el relevo
En Génova no terminan de apostar por esta fórmula extrema ya que se temen que, una vez en la presidencia, quizás el desginado se resista a abandonar el cargo en el caso de que Pedro Antonio Sánchez resulte exonerado de los casos que ahora le obligan a renunciar.
Ciudadanos mantienen su determinación de que Sánchez debe irse. Ha cambiado su criterio en varias ocasiones en estos últimos días. Su acercamiento a los socialistas parece encarrilado aunque difieren en las fórmulas para afrontar la nueva etapa. El Rivera quiere unas elecciones en otoño de las que salga un presidente hasta los comicios de 2019. El PSOE pretende reformar el estatuto regional para que las elecciones desigen un jefe de Gobierno por cuatro años.
Estas disputas animan a pensar en Génova que todavía es posible llegar a un acuerdo con Rivera, una vez que le ha permitido apuntarse enormes éxitos en la gestión de los nuevos presupuestos del Estado. El PP nacional no tira la toalla, lo va a seguir intentanto. La fecha del ultimátum en forma de moción se acerca. "Este fin de semana pueden pasar cosas", señalan.