El Gobierno vería razonable la posibilidad de aplazar el FC Barcelona-Real Madrid que se debe jugar el 26 de octubre en el Camp Nou por motivos de seguridad, según han informado fuentes del ministerio del Interior a Vozpópuli.
Eso sí, el Ejecutivo simplemente explica que esa sería su opinión si se le preguntara, ya que las mismas fuentes explican que no es una decisión de su competencia, ni al Gobierno ni al ministerio.
La noticia saltó este miércoles y su repercusión no tardó en dispararse. Y es que toda información que se genera en torno al Barça y al Madrid adquiere una importancia inmediata. En este caso, y debido a los disturbios que está viviendo la Ciudad Condal tras la sentencia del juicio del 'procés', la Liga de Fútbol Profesional propuso cambiar la sede del encuentro.
De esta forma, el organismo presidido por Javier Tebas solicitó a la Real Federación Española de Fútbol que el clásico español se jugase en Madrid porque "no se puede garantizar la seguridad" debido a los incidentes. La decisión final se tomaría el lunes o podría incluso adelantarse dada la urgencia de la situación, según han apuntado fuentes de la Federación a Vozpópuli.
Posible aplazamiento
Pero además de esa petición de cambio de sede, otra de las opciones que se baraja es la del aplazamiento. Y es que el cambiar la sede no es algo con lo que ambos clubes estarían de acuerdo. Así, y de tomarse la decisión de ser aplazado, el encuentro entre dos de los clubes más importantes de España podría jugarse el 18 de diciembre.