Aragón es una de las comunidades que se asoma a un cambio de Gobierno tras las elecciones autonómicas del 26-M. El socialista Javier Lambán se enfrenta no sólo a una suma de la derecha que superó ampliamente el 50% en las generales, sino también al ninguneo de Pedro Sánchez.
Lambán es, junto a Susana Díaz, el barón del PSOE que más diferencias mantiene todavía con el presidente del Gobierno. Todos los cargos -bajos, medios o altos- afines a Sánchez no dudan en confesar en privado las ganas que tienen de ver caer a Lambán. Ocurre lo mismo a orillas del Ebro. El resentimiento es mutuo. Y los puentes entre la dirección autonómica y la federal están bastante rotos.
Si Ciudadanos busca un "disidente" del PSOE, en palabras de Inés Arrimadas, para un pacto después del 26-M, Lambán es el candidato número uno. El problema para el líder socialista es que el partido naranja tiene opciones de disputar la Diputación General de Aragón (DGA) tanto al PSOE como el PP.
Desequilibrio territorial
Aragón elige los 67 diputados de sus Cortes con ocho partidos en disposición de obtener al menos un escaño. Es un fragmentación que afecta tanto a la izquierda como a la derecha, que complicará mucho la consecución de mayorías después del 26-M.
La comunidad sufre problemas de desequilibrio territorial, muy agravados en Teruel en los últimos años. Y los partidos tradicionales se enfrentan al voto de castigo de los turolenses. Aragón tiene 1,3 millones de habitantes, pero el 73% de su población está concentrada en la provincia de Zaragoza. El 27% restante se reparte entre Huesca (219.500) y Teruel (menos de 135.000).
El batacazo del PP en las generales tuvo en Aragón uno de sus epicentros más significativos. Y Ciudadanos aspira a capitalizar esa ola en las autonómicas.
PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos, Partido Aragonés (PAR), Chunta Aragonesista (CHA), Vox e Izquierda Unida parten con opciones de lograr diputados. Las encuestas apuntan a una victoria de Lambán, pero no está claro si podrá repetir mandato.
El actual presidente de Aragón ha sido quizá el barón más crítico con Sánchez. Lo fue durante las primarias y después de la moción de censura. Se ha desmarcado de todos los acercamientos del Gobierno al separatismo y ha llegado a decir que confía en que Sánchez no indulte a los líderes del proceso independentista encarcelados.
Caída de Podemos
El PSOE ganó a medias en Aragón el 28-A, porque lo hizo en un escenario muy distinto al autonómico. Ni el PAR, ni la CHA se presentaron a las generales. Y la suma de Ciudadanos, PP y Vox superó ampliamente el 51% del voto.
Lambán confía, por un lado, en aprovechar las malas perspectivas electorales de Podemos para imponerse con suficiente holgura y, por otro, que la batalla en el centro derecha impida una mayoría alternativa. El PSOE obtuvo 18 diputados en 2015. Quedó por detrás del PP, pero Lambán se aupó a la DGA gracias a un pacto con Podemos, entonces liderado por Pablo Echenique, que logró 14 escaños.
No parece que la formación Morada, ahora con Maru Díaz de candidata, está en disposición de repetir un resultado como el de hace cuatro años. Y la suma de CHA e IU -si entran- no será demasiada alta. Estos dos partidos tienen actualmente tres diputados (dos la CHA y uno IU). Pero ante un escenario de tantos partidos, esos escaños pueden resultar decisivos para la mayoría.
Es una situación similar a la que se vive en la derecha y con el PAR, partido regionalista bisagra que históricamente ha pactado a izquierda y derecha. El batacazo del PP en las generales tuvo en Aragón uno de sus epicentros más significativos. Y Ciudadanos aspira a capitalizar esa ola en las autonómicas.
El PP y el PSOE han escenificado una extraña alianza contra Ciudadanos en los primeros compases de la campaña. Los dos partidos acordaron adelantar el debate televisado. Su objetivo es mantener a Ciudadanos en tercera posición. Lambán quiere guardarse la bala de un pacto, mientras que el PP no quiere verse en la tesitura de tener que apoyar a un presidente de Ciudadanos.
Cs contra PP y Vox
El PP presenta como candidato a Luis María Beamonte, alcalde del municipio de Tarazona en las últimas legislaturas. Beamonte, poco conocido por la ciudadanía, no ha aglutinado al electorado de derechas, que se fugó a Vox pero sobre todo a Ciudadanos en las generales.
El partido naranja presenta a un candidato independiente a la DGA. Se trata de Daniel Pérez, un periodista bastante conocido en Aragón y que apela ahora a concentrar el voto útil en Ciudadanos. Vox es una incógnita, lo que puede complicar la suma de la derecha o dejarlo todo en manos del PAR.
Las expectativas del partido de Santiago Abascal no se cumplieron en Aragón el 28-A. Logró un diputado por Zaragoza, pero no alcanzó los 100.000 votos en toda la comunidad. El CIS dice que se puede quedar fuera de las Cortes.
En el primer debate entre los candidatos a la presidencia organizado por el Heraldo de Aragón, el candidato de Vox, Santiago Morón, fue incapaz de responder correctamente a la pregunta de cuántos habitantes tiene la provincia de Teruel. Dijo que eran 60.000, menos de la mitad de los que son en realidad. Un fallo estrepitoso, muy comentado en la comunidad.