Josep Borrell vivió su último día en la política activa, tras una larga vida dedicada al servicio público, en el 41 Congreso Federal del PSOE de Sevilla. El mismo día que su predecesora, Kaja Kallas, le relevaba en el cargo, él se paseaba como un feliz jubilado más por las instalaciones del Palacio de Congresos de Sevilla. Con la tranquilidad de que más allá de recibir elogios y atender a las múltiples fotografías que le siguen pidiendo, ya no tiene responsabilidades que atender. Una tarea que tampoco es fácil para alguien que lo ha sido todo en política. Que ha tenido mucho poder y que lo ha ejercido. Eso sí, desde la tranquilidad y la búsqueda de un acuerdo, lo más amplio posible.
Su jornada en la capital hispalense, como la del resto de participantes que acudieron al cónclave socialista, empezó muy pronto. Pasados unos minutos de las ocho de la mañana, con su esposa y reelegida presidenta del PSOE, Cristina Narbona, observándole de cerca, Borrell, como buen hijo de panaderos de La Seu de Urgell (Lleida), se paseaba por el bufé del hotel buscando dónde estaban las rebanadas de pan.
- Están en ese pasillo, le explica quién escribe estas líneas. Una breve conversación en la que este periodista aprovecha para solicitarle una entrevista en las próximas semanas. Pues se mordió la lengua cuando Pedro Sánchez concedió la amnistía al separatismo, medida a la que se oponía, y dijo que “ya hablaré cuando deje de ser Alto Representante de la UE”. Y ese momento es ahora.
-¿Con quién contacto para cerrar la entrevista?, le pregunté de camino hacia la estación del pan, mientras teníamos esa pequeña charla. - “Pues gran pregunta, ahora ya no tengo a nadie”, respondió, utilizando unas palabras que en febrero empleó el exministro socialista, José Luis Ábalos, para ejemplificar que estaba solo. Fue el día que decidió no ceder a las presiones de Pedro Sánchez y mantener su escaño pasando al grupo mixto. -“Habla con el PSC, ya solo nos queda el PSC” soltó Borrell, tras unos segundos en silencio, de forma decidida. Se le ve que tiene ganas de hablar. Como mínimo de no callarse.
El exministro de Asuntos Exteriores, que en su momento también fue presidente del Parlamento Europeo, que siempre ha sido muy crítico contra el independentismo, se ha visto obligado en los últimos años a moderar su postura. Que no significa callarse. El hiperliderazgo de Pedro Sánchez, con el que ha discrepado en múltiples ocasiones, le impedía ser tan sincero en sus valoraciones políticas como lo ha sido siempre. Pero por lealtad al presidente y al partido por el cual ha ostentado uno de los cargos más importantes a nivel comunitario.
Pese a esas rencillas que han marcado su relación, con idas y venidas, Sánchez tuvo unas palabras de agradecimiento hacia él en su discurso una vez fue reelegido secretario general del PSOE este domingo en Valencia.
Illa agradeció su “firmeza y compromiso”
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, agradeció este domingo al alto representante de la UE y vicepresidente de la CE, Josep Borrell, su "firmeza y compromiso" durante sus cinco años al frente de la política exterior europea. El líder del PSC aseguró que Borrell ha sido clave porque ha tenido un posicionamiento claro en favor de la paz "en un momento muy complicado para Europa y el resto del mundo". "Eres un orgullo para Catalunya, España y Europa", le dijo el presidente catalán a su compañero de partido.