Federico Trillo tendrá sustituto en la embajada española en Londres en aproximadamente "diez o quince días". El Consejo de Ministros ha acordado tramitar este viernes el relevo del embajador, que ayer reclamó que se hiciera de forma inmediata. La sustitución se iba a producir en cualquier caso, porque tocaba, pero se ha acelerado tras la respuesta que ha dado el Gobierno al informe del Consejo de Estado sobre el accidente del Yak-42, que imputa parte de la responsabilidad del mismo a Trillo, ministro de Defensa cuando se produjo la tragedia. Los partidos de la oposición habían exigido su cese o dimisión y la actual titular de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha asumido en su integridad el mencionado informe. Una decisión a la que ayer dio su respaldo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Sin embargo, Moncloa niega que el relevo se haya precipitado por presiones de Rajoy o cualquier otro miembro del Gabinete. El ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, ha explicado en rueda de prensa que el Ejecutivo "tenía pensado acometer el relevo de estos embajadores" a los cuales se les había agotado el plazo establecido por costumbre para ocupar una embajada ("tres o cuatro años"). El de Trillo se hace ya porque así lo ha querido él. Méndez de Vigo no tiene "nada más que añadir" a las explicaciones que ayer dio el propio interesado desde Londres. Tampoco se manifiesta sobre si conviene o no que pida perdón por su gestión de la tragedia del Yak-42 -"cada uno es responsable de sus actos"- ni sobre el hecho de que haya pedido su reingreso en el Consejo de Estado, donde es letrado por oposición.
Asimismo, el portavoz del Ejecutivo ha informado de que Trillo remitió al ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, la petición antes de comparecer. Fuentes de Moncloa han explicado también que Méndez de Vigo mantuvo una conversación telefónica con el embajador, aunque no han confirmado que hiciera lo mismo el presidente Rajoy.
España ha pedido ya el plácet al Reino Unido para nombrar nuevo embajador y espera que la respuesta no tarde más de unas dos semanas. Hasta entonces, rechaza dar el nombre del elegido "por una cuestión de respeto" al país británico, que tiene que dar el visto bueno a la designación.
